Otro año más de Ripollet Rock con Myrath de triunfadores.

Myrath fueron los absolutos triunfadores de una edición en la que falló un poco el sonido y echamos de menos las firmas de discos. En lo musical pudimos vivir grandes conciertos y se elevó el listón respecto a anteriores ediciones. 24 años ya de un festival que para muchos de nosotros resulta ineludible. Lo mejor de todo es que el número mágico de 25 ediciones que cae el próximo agosto implica alguna sorpresa gorda.

Mal acostumbrados estamos a disfrutar de un festival como el Ripollet Rock, gratuito y capaz de brindarnos las mejores bandas de heavy metal nacionales y siempre, una o dos bandas internacionales. Es absurdo cuando alguien excuse su asistencia porque el cartel no le gusta o porque el horario es muy malo… En fin, me sabe mal por toda esa gente que no vino, básica y realmente porque desconocen a las bandas que allí tocaron; y es que entre otras cosas allí estaban el guitarra solista de todo un Ozzy Osbourne, con su propia banda y el nuevo vocalista de Rainbow… ¡y de gratis!.

Puede que en esta edición hubiese algo menos gente, pero como siempre fue una gran fiesta, sin colas esta vez. Sus 24 años de Ripollet Rocks les avalan, y el presentador del evento, el sr. Jaimax, ya avisó varias veces que para el próximo año hay 25 aniversario. Por lo que el reto está muy alto. Del presente festival sólo quejarnos de que no hubiese sesión de firmas de discos, que es sin duda una de las grandes gracias del festival. La otra mala los múltiples fallos de sonido que sólo mejoraron a medio concierto de Lords of Black.

TABÜ

Llevan muchos años ya peleando con su hard rock en castellano, deudor de la etapa 80era pero con suficiente calidad y gancho para sonar actuales. Sus influencias van de Sangre Azul a Gotthard y las muchas tablas se notan. Si algún grupo merecía estar en el Ripollet eran ellos, por mucho que no te vaya su estilo Dan colorido, saben manejar al público y entretienen de maravilla con temas como “Escúchame”. Hubo algún recuerdo para su anterior disco “Romper con todo” pero David García tuvo algún que otro problema con su voz. Se le notaba especialmente a la hora de hablar pues cuando cantaba capeó bien una situación complicada. Parece que su voz se empezó a quebrar con la balada, pero pudieron continuar sin problemas con un gran Periko a la guitarra y tirando de teclados y coros pregrabados. Cada vez que terminan con “Tan Solo” más me convencen de que pueden darnos muchísimas alegrías. No fue su concierto soñado, ni por el sonido, ni por el estado de voz de David, pero aquí es cuando se ve la grandeza de una banda, cuando los elementos están en contra y toca remar…

BLAZE OUT

Uno de los grandes puntos de este festival es que te presenta a bandas del underground de la zona que uno desconoce. No tenía referencias de Blaze Out, pero la verdad es que cumplieron perfectamente su cometido y engancharon a más de uno. Tuvieron un show muy festivalero marcado por ese pupurrí de temas míticos de Metallica, Megadeth y Iron Maiden empezada por el “Run to the Hills”. Extenso y divertido mix que hasta cierto punto, y salvando todas las distancias, recordó a lo que suele perpetrar el gran Miquel del Roig en las fiestas populares encadenando versiones. Buen inglés por parte de su cantante e interesante propuesta con dejes thrash y speed en la que hay cierta disparidad de estilos. La efectiva y elaborada balada que precedió al mix metálico fue de lo mejor de su concierto, a pesar de que ellos mismos la autocalificaron de “mariconada”. Tenía un toque Pearl Jam 90s con mucho feeling. A pesar de los problemas de sonido demostraron que estaban para todo un Ripollet Rock. Habrá que escucharles en disco y seguirles la pista.

LORDS OF BLACK

Lords of Black están en un momento dulce que parece se va a prolongar. Su potencial es enorme y el combo funciona como un reloj. Trajeron plafones laterales con su logo y un gran telón trasero, pero supongo que no contaban con el peor sonido de todo el festival. La caja del baterista Andy C. estuvo sonando a lata durante mucho rato. Tras la intro de su nuevo disco atacaron la preciosa “Merciless” dejando patente que están un peldaño superior a la mayoría de grupos de similar propuesta. Ronnie Romero estuvo simpático y entregado, y quienes no le conocían, creyeron ver al nuevo Dio. Y bueno… desencaminados no van, pues ha estado en la nueva encarnación de Rainbow. A destacar “Smoke and Mirrors” de su anterior obra y la contundente “Everything You Are Not”, bien defendida a pesar del sonido. Sonidos pregrabados y mucha intensidad y profesionalidad dedicando “Cry No More” a Phil Lynott de Thin Lizzy. Fueron de menos a más, luchando con los múltiples problemas de sonido. Grandes Tony Hernando a la guitarra y Javier García al bajo. El regalo vino de la mano de “Neon Nights” de Black Sabbath” de la etapa Dio. Quienes no les conocían quedaron impresionados y los que ya les hemos visto nos quedamos con ganas de mucho más.

FIREWIND

Muchas ganas para ver a los Firewind de Gus G. acompañados esta vez por un Henning Basse (exMetalium) al que nos costó mucho reconocer (el tiempo pasa para todos igual si no eres Jordi Hurtado). Su sonido también fue de menos a más y sorprendió toda ausencia de telones y logos. Dieron un poco la impresión de salir a cumplir y poco más, pero sobretodo por la actitud de Gus a la hora de comunicarse. Puede que el chico sea así, pero Basse sabe como manejar a las multitudes bastante mejor. Empezaron fuertes con “Into the Fire” y una de sus más conocidas como es “Wall of Sound”. Power metal melódico de guitarra muy dominante y con muchos detalles técnicos. Incluyeron solos de teclado y guitarra donde pudimos ver por qué Gus está con Ozzy. Excelentes melodías en la folkie “Mercenary Man” y toda la contundencia en “Few Against Many”. Estrenarán nuevo disco y no cayó la cachonda versión de “Maniac”, pero sí hubo un buen final con “Falling into Pieces” y “Tyranny”. Espectacular el bueno de Hanne a la voz que fue presentado con todos los honores. No hubo bises y esperaba algo más, pero tienen buenas canciones y técnicamente cumplen sobradamente,

MYRATH

Desfiló bastante gente para casa pero los tunecinos disfrutaron de un numeroso y ferviente público que recibió el mejor show del festival y uno de los mejores en estas últimas ediciones. Se notó que habían trabajado más el concierto que el resto de bandas incluyendo frases en catalán y llegando casi a la hora y media de show. Tras la intro arábiga de rigor salieron a por todas empalmando “Believer” y “Get Your Freedom Back”. Juegan con maestría con las melodías y las escalas arabescas y van sobrados en aspectos técnicos. Presentaron todas las canciones y elevaron el nivel respecto a su show de apoyo a Symphony X en tierras catalanas. Los temas del “Desert Sand” tuvieron muy buena acogida y el bajista Anis Jouini es una auténtica máquina. Suelen compararlos con Orphaned Land pero hay notables diferencias. Tienen un toque Kamelot dado por teclados y orquestaciones y a pesar de que hay mucho enlatado, se notaron los coros del teclista Elyes Bouchoucha. Zaher Zorgati posee una voz espectacular y cortes como “The Needle” o “Duat” enamoran. Genial el inicio a lo Queen de “Endure the Silence” y abandonamos cuando atacaban “Storm of Lies” pues a la mañana siguiente tocaba madrugar.

Myrath fueron los absolutos triunfadores de una edición en la que falló un poco el sonido y echamos de menos las firmas de discos. En lo musical pudimos vivir grandes conciertos y se elevó el listón respecto a anteriores ediciones. 24 años ya de un festival que para muchos de nosotros resulta ineludible. Lo mejor de todo es que el número mágico de 25 ediciones que cae el próximo agosto implica alguna sorpresa gorda (esperemos). Veremos de lo que es capaz la gente que está detrás de esta fiesta metálica anual. ¡Gracias un año más!