OPETH + BURST
Llegaba el dÃa de la esperada actuación de OPETH y todo pintaba a las mil
maravillas. Para muchos era dÃa festivo, lo cual aseguraba un gran ambiente
en las horas previas al evento. Por otro lado se habÃa colgado dÃas atrás el
cartel de “no hay billetesâ€, razón adicional que garantizaba el buenÃsimo aspecto
que a la postre presentarÃa la madrileña sala Arena. Mucho público llegado
desde diversos puntos de nuestra geografÃa e incluso personal extranjero llegado
en autobuses desde nuestro paÃs vecino luso.
Como suele pasar por estos lares, algo siempre empaña hasta el más perfecto
de los espectáculos. Y éste no iba a ser menos. La programación de las actuaciones
y de apertura de puertas se adelantó en media hora al horario previsto, lo
cual generó una inusitada imagen con la gente entrando en el local hacia las
siete y media de la tarde. No era el dÃa para andar perdiendo en tiempo en
dando vueltas por la sala sin fijar una posición base, asà que bajo la amenaza
de perder la referencia visual (cosa que pasa en la Sala Arena en casos de “sold
out†si llegas con retraso y no consigues sitio en el foso o en el graderÃo)
tomamos una más que privilegiada posición a los pies del escenario.
Junto a los ya consabidos OPETH, la noche ofrecÃa la oportunidad de degustar
el buen hacer de sus colegas suecos BURST, que sin duda han tenido su oportunidad
de oro para darse a conocer en muchas “plazas†extrañas para ellos. Y la verdad
es que fueron una sorpresa. No me esperaba menos de ellos, perteneciendo a
las huestes de Relapse Records y teniendo ya cuatro discos a sus espaldas.
Supieron aprovechar este gran regalo brindado en forma de apertura del concierto
y dejaron un gran sabor de boca entre el personal allà presente que disfrutó con
su metalcore con toques de emo, algo de Death Metal y unos más que atractivos
detalles de metal hipnótico-progresivo de mano de su guitarrista Robert Reinholdz
principalmente. Con una estética más propia del indie que del metal desgranaron
algunos de sus temas de sus últimos trabajos centrándose en su último lanzamiento “Origoâ€.
La verdad es que en estos paÃses la corrección absoluta es lo que impera, y
esto se demostró con la amabilidad de todos los componentes de la banda antes
y después del concierto. Sobre el escenario desprendieron toda la rabia que
su actuación requerÃa, pero fuera de él, se mostraron atentos con todo aquel
que requirió su atención. La banda cuenta con el ex-bajista de NASUM, Jesper
Liveröd, y según comentábamos en corrillos reducidos, en algunos aspectos recuerdan
a bandas como NEUROSIS. Si a esta brutalidad le añadimos el antes mencionado
toque hipnótico de sus composiciones el resultado es más que remarcable.
“Where the wave brokeâ€, “Vortexâ€, “Serverâ€, “The Immateriaâ€, â€Rain†y “Mercy
Liberation†fueron los temas escogidos en esta ocasión en algo más de treinta
minutos. Como bien decÃamos una buena ocasión para presentarse ante un público
español que supo apreciar su trabajo sobre las tablas y que salvo contados
personajes que se dedicaron más a valorar su manera de vestir que su música,
aplaudió cada una de las canciones interpretadas. Personalmente puedo decir
que me alegró conocer a los pocos dÃas que BURST acababa de cerrar su propia
gira por Inglaterra como cabezas de cartel. Se lo merecen estos suecos.
Era el momento de hacer un primer balance de la noche. La mejor de las conclusiones
que podÃamos sacar era el inusitado buen sonido, dado el lugar del que se trataba.
Al parecer esto ha sido norma en todas las actuaciones de la banda en territorio
nacional. Asà que creo que es de recibo mandar nuestras más sentidas felicitaciones
al técnico de sonido propio que traÃa la “crew†de OPETH. Especialmente en
Madrid donde estamos acostumbrados a catástrofes sonoras.
Atónitos nos quedamos muchos al mirar nuestros relojes y ver cómo las agujas
marcaban las ocho y media de la tarde y ya habÃan tocado los teloneros. Tras
el desalojo de escenario de rigor, el cambio de instrumentos y demás necesidades
logÃsticas, OPETH saldrÃan a la palestra pasadas las nueve de la noche.
Hay que decir que las circunstancias de la actuación de OPETH eran muy distintas
a las dadas en previas visitas por la PenÃnsula junto a bandas como KATATONIA
y NOVEMBRE en primer lugar –ndr.- pedazo de gira que espero vuelva a repetirse
en algún momento – o MADDER MORTEM en su última venida. En esta ocasión la
sala era otra. El público habÃa crecido exponencialmente respecto a anteriores
ocasiones. Los fieles estaban allÃ. Pero a ellos se les habÃan unido una importante
cantidad de personas más cercanas a otros géneros metálicos. Se puede hablar
que estamos ante una banda de culto que esperemos no sea catapultada con un
rumbo alejado al que ha venido tomando hasta ahora y que tan altas cotas de
popularidad les ha proporcionado.
La actuación se basó en los mismos esquemas seguidos tanto en Bergara como
en Barcelona. Pondremos más énfasis en algunos detalles más externos con motivo
de no caer en la repetición de los acontecimientos. Si bien es claro que el
set-list escogido contentó a muchos y sorprendió – no se puede hablar de que
defraudara – a muchos otros también. Bien es cierto que el seguidor de puro
Death Metal puede que quedara algo decepcionado.
La ejecución de los temas fue perfecta y salvo algún pequeño acople y fallo
en el sonido, el resto puede calificarse con la nota más alta. La puesta en
escena fue sobria. Pero es que no hacÃa falta más. No es algo en lo que pongan
especial atención. Y el público creo que aportó el calor necesario para completar
la gran noche.
Sin ningún tipo de presentación la banda tomaba posiciones sobre el escenario
ante los aplausos y los gritos de la audiencia, y comenzaba a sonar los primeros
acordes de “Ghost Of Perditionâ€. Uno de los temas a evaluar era la sustitución
de MartÃn López a la baterÃa. Creo que nadie puede tener ningún “pero†con
el trabajo realizado por Martin Axenrot quien también, si no recuerdo mal,
es el encargado de aporrear las cajas y demás en WITCHERY y los sobresalientes
BLOODBATH Â junto al propio Mikael Ã…kerfeldt en ese proyecto que recupera el
buen Death Metal old school y que tan buenas crÃticas ha recibido, actuación
en Wacken incluida.
“When†serÃa el siguiente de los temas de la noche. El set-list se sabÃa de
antemano pero quise no prestarle mucha atención previa en beneficio de un mÃnimo
nivel de sorpresa. Sin embargo eran generalizados los comentarios que transmitÃan
uno por uno la secuencia de las canciones. Este tema no era de esperar dentro
del repertorio, y sorprendió con esas partes limpias y ese regustillo a épocas
pasadas de Opeth.
Su disco “Still Life†quedó también representado con “White clusterâ€. Ningún
tipo de reproche al respecto. Y es que tanto la época de Peaceville como la
de Music For Nations – a la espera de algún lanzamiento más con Roadrunner – me
gusta por igual, matizando el estilo. Esto se pudo comprobar con “Closureâ€,
de su obra más arriesgada, por decirlo de alguna manera, “Damnationâ€.Realmente
evocadora e hipnótica. Probablemente no atrapase de la misma manera a todos
los allà asistentes, pero es la tónica que encontraremos con OPETH a partir
de ahora.
“Bleak†y “The Grand Conjuration†seguÃan con la descarga de sonidos de los
suecos, llenos de técnica y genialidades. Es cierto que Peter y sobre todo
Martin Méndez estuvieron bastante distantes en actitud hacia el público. A
Per Wiberg tampoco se le podÃa pedir mucho más, encajonado entre amplificadores
al fondo del escenario. Y la sorpresa vino en forma de festival del humor con
un Mikael inmenso. La verdad es que consiguió arrancar las risas del respetable
con sus frases y detalles. Ver su cara cuando trataba de quitarse un pelo – no
especificó su procedencia – de la boca era todo un poema. De vez en cuando
se arrancaba con guitarras de blues ante la mirada perpleja del público.
Se anunciaba un tema de “Orchid†y este no fue otro que “Ander a weeping Moon†que
demostró que no llovÃa a gusto de todos. Probablemente pudieron escoger otro
tema en esta revisión de álbumes pasados.
VolverÃan a “Ghost Reveries†con “The Baying Of The Hounds†uno de los temas
más atractivos de su último lanzamiento. Notas de piano y sin más dilación
tocaba el turno de “A fair judgementâ€.  El concierto llegaba a su fin pero
antes tuvimos la oportunidad de asistir a uno de los momentos más curiosos
de la noche. A modo de un “Quiere ser millonario made in Opethâ€, Mikael anunció la
llegada del último tema de la noche que serÃa un tema de blues o alguna de
las canciones de OPETH, y planteó una pregunta: ¿cómo era conocido Bruce Dickinson
durante su época en Samson?. Nunca mejor dicho, se tuvo que emplear el comodÃn
del público y varias personas gritaron al unÃsono el mÃtico nombre de “Bruce
– Bruceâ€. El premio fue “Deliveranceâ€. Con ella se ponÃa punto y final a una
actuación más que destacable, con una música que raya a un nivel muy por encima
de la mayorÃa de bandas del panorama actual y con una banda muy estática en
la que Mikael acapara prácticamente toda la atención sobre el escenario.
Como muchos comentábamos tras el concierto, quizá faltó algún “Demon of the
Fall†o “Adventâ€, pero sin duda fue todo un placer el disfrutar de esta banda
durante algo más de dos horas. Esperemos que vuelvan pronto. Desde luego a
muchos nos siguen teniendo ganados, ya sea con el material nuevo que con el
clásico sonido añejo.
Texto: Alejandro Pérez / Fotos: Alejandro Pérez - Javi Metal
Datos:Arena
Madrid
Público: 700 personas aprox.
Promotor: Cap-Cap / Gamerco
Día:09/12/2005
Puntuación:9
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