Ocultismo y sensualidad llenan Apolo hasta los topes: ¿son Ghost la próxima gran banda de metal?
En plena temporada de confirmaciones festivaleras, la carrera armamentística que supone constituir un buen cartel incluye dentro de sus bases el ser capaz de encontrar a ese cabeza de cartel perfecto que sea capaz de ejercer de gancho principal y garantizar una cierta cantidad de público. Por este motivo, y viendo el estado actual de muchos de los dinosaurios que suelen ocupar esos puestos (Black Sabbath, Twisted Sister y Motley Crue con sus giras de despedida, Judas Priest y Scorpions llevando varios años a punto de retirarse – o eso nos querían hacer creer -…) es habitual plantearse cuáles de las bandas nacidas en este siglo están destinadas a coger el relevo, si lo hay (lo cual es una pregunta legítima y también merecería un artículo a parte), del metal de masas.
En un estilo cuya evolución ha supuesto una progresiva e infinita ramificación de subgéneros con un target especializado y nichos claramente definidos, cada vez es más difícil encontrar bandas que sean capaces de aglutinar de forma masiva a un público reunido por el mínimo común denominador. Los grandes hitos del metal a partir de los noventa se ha encontrado en mercados mucho más selectivos, como las leyendas del black metal o el stoner, siendo con el tiempo las abanderadas de esa mayor capacidad de convocatoria formaciones aisladas que no tienen por qué tener compañeros de subgénero que compartan ese estatus (véanse Rammstein o Slipknot).
Siempre que el nombre de Ghost aparece en una conversación, me parece inevitable tener la sensación de que están destinados a pasar a formar parte de ese menguante club, y es que desde sus inicios han tenido «algo» que los ha hecho estar en boca de todos. Evidentemente no vamos a ser tan ingenuos como para no definirlo y darle ese halo esotérico con el que por otro lado seguro que ellos estarían más que contentos, sino que creo que cualquiera puede ver que se trata de un conjunto que ha sabido manejar las armas del branding y el marketing con la precisión de un cirujano, y que esto es algo que evidentemente no hubiese significado nada si no hubiese venido acompañado de enormes composiciones y producciones impolutas.
Su sonido mestizo, contundente a la vez que accesible, fresco a la vez que tradicional, es lo que probablemente, una vez superado el atractivo y la curiosidad inicial que pueden producir su puesta en escena e imaginería, hace que esta banda sea capaz de trascender dos tipos de barreras: las generacionales y las estilísticas. La prueba más clara es que el pasado 30 de noviembre, en la primera visita del conjunto a una sala barcelonesa, consiguieron hacer un sold out por todo lo alto como hacía tiempo que no se veía en un concierto de estas características, con un público absolutamente devoto que coreó todos y cada uno de los temas y que asombraba por su latente heterogeneidad.
Caldeando el ambiente para su santidad estuvieron Dead Soul, una atrevida propuesta que combinó de forma magistral industrial, folk, post-punk, blues… definitivamente una enorme sorpresa (les anotamos un tanto a Century Media por haberlos fichado para este «The Sheltering Sky») que denota el buen gusto y eclecticismo a la hora de organizar una gira como esta y que destiló elegancia desde el primer segundo. Parecieron gustar bastante, y es de agradecer que este tipo de propuestas tengan buena acogida abriendo para conjuntos que sonoramente sólo comparten algunos de esos rasgos.
Con la intro pre-grabada de «Spirit» sonando por la PA la expectación crecía, y la aparición de los primeros Nameless Ghouls arrancó una ovación por parte de las 1.200 almas allí congregadas sólo superada al aparecer ese icónico Papa Emeritus III aun en sus ropajes tradicionales, con los que cantaría el primer tramo del concierto antes de ataviarse en su atuendo más Michael Jackson-esco. Sin andarse con minucias, ese clásico instantáneo que supone «From the Pinnacle to the Pit» fue disparado por una banda que domina los escenarios de una manera simplemente hipnotizante: hasta en un espacio tan reducido tienen la presencia escénica de unos titanes. Si ya de por sí es conocida la excelente sonorización de la Sala Apolo, Ghost consiguieron sacarle el máximo provecho con un sonido perfectamente estudiado y empastado, en el que cada volumen y tono estaba medido al milímetro. Curiosamente no pudimos echar ni un solo vistazo al equipo que se gastan, puesto que el escenario estaba desprovisto de amplificadores para facilitar su movimiento y escenografía (colocar el gear fuera de la vista está a la orden del día, evidentemente), pero podemos asegurar que el sonido de esas guitarras y bajo era celestial.
Durante hora y media de misa negra, el conjunto nos cautivó con unas ejecuciones impecables y una conexión con el público francamente irónica y sorprendente para una banda de cuyos miembros ni tan siquiera veíamos los rostros. «Ritual» y «Con Clavi Con Dio» fueron las únicas representantes de su bombástico debut, un atrevido movimiento que aplaudo, puesto que cuentan con enormes temas de sobra en sus tres álbumes y no tienen por qué anclarse a lo que algunos consideren su material icónico (algo tremendamente precipitado cuando llevan tan poca carrera). Algunos de los highlights de la noche fueron «Year Zero», «Mummy Dust», «Cirice», el fantástico cover de «If You Have Ghosts» y «Body and Blood», durante la cual en las primeras filas las sisters of sin estuvieron entregando el vino y la hostia bajo la atenta mirada de un Papa que fue previsor en algo que lamentablemente es demasiado frecuente en los conciertos y avisó de que si alguien se tomaba la libertad de alargar una mano de forma indebida sería expulsado del concierto. «Monstrance Clock» sirvió de perfecto broche para una noche mágica en la que Ghost demostraron por qué son una de las bandas del momento, y por qué la fama de su directo los coloca como uno de esos valores seguros a la hora de decidir en qué shows invertir tu dinero. Esperamos que, vista la enorme recepción, se empiecen a dejar caer por aquí a menudo. Rezaremos por ello.
Promotor:Last Tour International
Día:2015-11-30
Hora:20:00
Sala:Sala Apolo
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Dead Soul
Puntuación:9
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