OBUS + DENYSE Y LOS HISTERICOS + GUADAÑA

Dentro de una industrial musical prostituida, corroída y desgastada (en medios, que no en talentos), llegar a cumplir 30 años con una sola banda, es casi un milagro. Una utopía que muy pocas bandas consiguen alcanzar. OBUS lo han hecho. Llevan ya varios meses girando por nuestro país y parte de América para celebrarlo con sus seguidores; aquellos que han hecho posible que puedan festejar tal efeméride. Francisco Laguna y Fructuoso Sánchez volvían junto a Fernando Montesinos al bajo y Carlos Mirat a la batería, a tierras malacitanas. Algo que no hacían desde marzo de 2010, en el que vinieron a presentarnos “Cállate!”, hasta el momento, su último trabajo de estudio.

Pero antes de ello, serían dos bandas andaluzas, las que en calidad de teloneros, dieran inicio a la noche con claras intenciones de caldear el ambiente antes de la fiesta final.

Los primeros en aparecer en escena fueron los gaditanos GUADAÑA, que miren por dónde, están en pleno inicio de su nueva gira “En La Brecha Tour”. Poco a poco están encontrando su hueco dentro del panorama estatal tras la publicación de su último disco de estudio ”El Grito del Silencio”, protagonista de su tiempo en escena. Desde el primer minuto contaron con el apoyo efusivo del público, mientras los vocalistas Glory y Salva,  arropados por una formación más que solvente, descargaban su heavy metal tradicional a través de canciones como “Sin rostro”, la potente “Tras el Cristal”, o “En la Brecha”; gran tema que puso en pie de guerra al público allí congregado. Se labraron un buen directo demostrando que en nuestro país no faltan bandas notables sea del estilo que sea.

La representación local, DENYSE Y LOS HISTÉRICOS, serían los siguientes en aparecer. Nunca han escondido su amor por OBUS (de hecho, su vocalista Denyse Sánchez tienen un tatuaje con el nombre y logo de la banda), así que sobra decir que salieron con enormes ganas para comerse el escenario. Son una formación hecha por y para el glam rock, así que las toneladas de rímel, laca y pintalabios forman parte de su atuendo, haciéndonos rememorar la esencia de los 80 de Sunset Strip. Su vocalista hace que ningún miembro del público olvide meterse de lleno en el show, y como gran animador, nos mantiene expectantes en todo momento, interpretando temas propios, o incluso alguna que otra versión. Entre risas y aplausos, se marcaron una curiosa versión del clásico “I Want to Break Free” de QUEEN, y el inmortal y recurrente “Highway to Hell” de AC/DC, compartiendo micro con las primeras filas. De su cosecha nos presentaron “Velocidad” de su nuevo trabajo “Ahora o Nunca”, y también nos recordaron sus temas ya publicados como  “Gritos histéricos” (con mucha participación del público), para cerrar su actuación con la pegadiza “Solo Quiero Bailar”. Como siempre, concierto muy ameno, entremés perfecto para el plato principal de la noche.

Pocas presentaciones necesita una leyenda viva como OBUS. Quien ya haya presenciado alguno de sus conciertos, sabe que, salvo alguna que otra excepción, los temas clásicos nunca faltan a la cita. Ay, si lo hiciesen… Con “Corre Mamón” comenzó un recital de clásicos de ayer, de hoy y de siempre que volvió loco al público desde al principio. Hombre sabio y gran frontman Fortu, que sabe cómo mover e incitar a los presentes en cada momento.  Nunca está quieto, y esa pizca de descaro necesaria siempre está ahí a la hora de interpretar canciones como “Más que un Dios” o “La Raya”. Su fiel escudero, Paco Laguna, es aclamado una y otra vez por el público, y también aporta mucha movilidad es escena mientras “Cállate!”, "Dinero, dinero” o “La Autopista” suenan dentro de un gran set-list elegido para esta gira.

Es lo que tienen las leyendas, con muy poco tiempo en escena hace que la conexión grupo-público no tarde en aparecer, y el caso es que con canciones del calibre de “Pesadilla Nuclear”, “Necesito Más”, “Que te jodan”, “Te visitará la muerte”, “El que más” o “Juego Sucio”, todo se vuelve más fácil. La entrega de la banda era total, pero todavía quedaban muchas canciones para el atracón final. Con “Yo solo lo hago en mi moto”, ya sabíamos que entrábamos en la recta final. Como toda banda clásica, OBUS son fieles a sus principios, y hay algunos temas que tienen que interpretarse al final del show. Sí o sí. “Vamos muy bien”, donde Fortu comienza a repartir whisky entre las primeras filas, “Va a estallar el Obús” y “Esta ronda la paga Obús”, forman parte de un final de encanto. La película con pocas variables de lo que es un concierto de los madrileños, dicta que para este final, la fiesta se traslade al escenario, y así lo hacen con los miembros de las bandas teloneras y parte del público sobre el mismo para animar más aún el cotarro. Es un regalo por parte del grupo. Hacen que los asistentes se sientan parte de un concierto en el que lo dieron todo desde el primer minuto. Aunque en esta ocasión no hubo confetí ni papelillos.

Como en numerosas ocasiones a lo largo de sus treinta años de vida, siguen demostrando porqué en la actualidad se encuentran en plena forma dentro de una escena de la que fueron pioneros. Y que sea por muchos años más. Para que sigamos celebrando todos los aniversarios necesarios que queden por venir.