OBUS

Sabio es el refrán que dice “Quien tuvo, retuvo”, pero hay viejas glorias que se merecen otra frase menos escapista. OBUS, toda una leyenda viva que publica nuevo disco, es un ejemplo de ello. Como muchos de su generación, un nuevo disco a estas alturas, por mucha calidad que tenga como es el caso, es la excusa perfecta para reencontrarse con sus seguidores y dar fe de que siguen vivos. Algunos más que otros, pero la demostración de Fortu, Paco Laguna y compañía, no deja lugar a dudas. “Cállate!” es un gran disco, y mantienen una fuerza para presentarlo en directo como si de sus inicios se tratara. Y su público, fiel como siempre, ahí los esperaba.

Un gran telón con el nombre de OBUS tapaba el escenario donde comenzarían su recital el cuarteto madrileño. Tras un retraso de más de una hora, el público se impacientaba, pero todas las protestas se difuminaron cuando cayó el telón y OBUS comenzaron su descarga con “Corre Mamón”. Y es que las leyendas, con pocos minutos en escena, ya tienen al público a sus pies. Cayeron más de su último disco, como la propia “Callaté!”, “Mi Amigo el Diablo” o “Él es el Rock n Roll”, pero claro, son los clásicos los que todos esperan, y aquí hubo ración para todos.

El público se volvió loco con “La Raya”, “Más que un Dios” o “Autopista” en un primer trayecto, pero si hay que destacar un entrega total y efusiva fue sin duda con “Pesadilla Nuclear” y “Te visitará la muerte” en pleno ecuador haciendo subir las revoluciones entre los asistentes. Dos temas enormes en su cosecha que sigue recibiendo los elogios que se merecen. Aunque mentiría si afirmo que sólo fueron estos los temas destacables, pues el este show de más de dos horas no tuvo altibajos de ningún tipo. Fortu es un frontman sabio, y ya sabe como manejar al público. Además se lo trabaja como nadie. Arriba, abajo, provocando, aclamando…Tampoco dudó en lanzarse al público para que lo trasladaran a la barra de la sala, donde se pidió un whisky, y animó al resto de la banda a que tomaran ejemplo de él, y les hiciera compañía. Y tampoco le tembló el pulso para subirse en la pasarela superior de la sala, y desde allí cantar balanceándose. Todo sea por hacer ameno un show, sin necesidad de adornos escénicos fuera de lo común.

El sonido fue contundente y preciso. Paco Laguna demostró seguir en plena forma, y la base rítmica compuesta por Fernando Montesinos al bajo, y Carlos Mirat a la batería les respaldó en todo momento. Todos ellos tuvieron sus minutos de protagonismo con su correspondiente solo (Mirat, con batucata compartida incluído), y Fortu, para acompañar, hizo el pino en escena ayudado por un roadie.

“Preparaté”, “Yo sólo lo hago en mi moto”, “Dinero, dinero”, o “Vamos muy bien”, con Fortu repartiendo whisky en las primeras filas, fueron algunos de los temas que formaron parte de un concierto convertido en fiesta. El final se acercaba, y “Va a estallar el Obús”, y “Esta Ronda la paga Obús”, fueron las dos interpretaciones finales. Como es costumbre en los shows de OBUS, Fortu invitó a parte del público a subir a escena, para que fuera ellos quienes animaran el cotarro, y se sintieran parte de un concierto en el que lo dieron todo desde el primer minuto. Serpentinas y globos adornaron un final colorido no sólo en lo musical, sino en una demostración de relación público.-grupo como pocas. OBUS demostraron porqué siguen formando parte de una escena de la que fueron pioneros. Y que sea por muchos años más.