OBITUARY + EXQUISITE PUS + DAEVA + KUBLA KHAN

No son OBITUARY una banda que se prodigue mucho por nuestro país. Y mucho menos por el sur, por Andalucía. Así que, como era de esperar, una abarrotada sala El Tren era la prueba de que había ansias por ver el concierto de la banda de los hermanos Tardy en Granada. Muchas veces he criticado la pasividad del público andaluz a la hora de ir a los (pocos) conciertos que se suelen celebrar por estos lares, pero últimamente, sobre todo en las giras de bandas internacionales, la respuesta está siendo magnífica.

Abrían el concierto de los norteamericanos DAEVA y EXQUISITE PUS (quienes los acompañaban en toda la gira hispana). A los primeros no llegué a verlos, y a los murcianos, sólo durante el final de su actuación. Se notaba que ya gozan de tablas, y el público se lo estaba pasando de miedo con su brutal death metal que calentaba el ambiente antes de la descarga de los de Florida. Están finalizando la gira de su disco debut “Dead [Forgotten]”, y si siguen a ese ritmo de calidad y dejándose caer por todos los escenarios posibles, el tiempo les concederá el reconocimiento que merecen.

A la hora prevista, y de forma un tanto fría y distante, iniciaban OBITUARY su recital de metal extremo. Arrancaban con “Redneck Stomp” de “Frozen In Time”, y ya pudimos ver en escena al bajista Terry Butler (DEATH, SIX FEET UNFER), tal y como anunciaron pocos días antes de comenzar este gira por nuestro país. Continuaron con “On The Floor” y es cuando un barbudo John Tardy se presentaba ante el público. A los pocos minutos ya nos dimos cuenta que OPBITUARY no son una banda que se dediquen a buscar continuamente el contacto con el público. Van a lo suyo. A descargar tema tras tema, y con eso tienen de sobras.

También anunciaron días antes que iban a haber varias sorpresas basándose en material antiguo. Algo lógico porque, además de que es lo que el público más demanda, su último trabajo “Darknest Day” hace más de un año que se puso a la venta, y dicho sea de paso, no es la mejor pieza de su arsenal. Con “Rotting Ways” comenzaban el festín de clásicos, y con “Choped In Half” unida a “Turned Inside Out”, el público terminó de enloquecer. Las primeras filas era un hervidero de cuerpos que se tambaleaban de un lado a otro. Imposible acercarse si no era para participar en la fiesta. Siguieron desgranando su fantástico “Cause Of Death” con “Dying” y “Find The Arise”, y recuperaron su material actual con “List Of Dead” seguida de “Blood To Give”. Los asistentes comenzaron a caldearse, y varias personas subían al escenario para saltar al público acto seguido. Las medidas de seguridad eran mínimas, por no decir nulas, pero el comportamiento salvaje y cívico al mismo tiempo, es posible. Sólo a Ralph Santolla parecía molestarle estas acciones, pero sirvieron para comprobar que el guitarrista tiene sangre en las venas. Pasivo y serio durante todo el show. Sin conectar con el público que alucinaba con sus solos. Verle sonreir era una utopía. Caso contrario de Trevor Peres, que se dejó la piel en el escenario durante su poco más de una hora de actuación.

Volvieron a llevarnos al pasado de la mano de la speedica “Threatening Skies”, y nos retrotrajeron más rindiéndole pleitesía a CELTIC FROST con la versión del “Dethroned Emperor”.

Siguieron levantando ovaciones con “The End Complete”, y con “Contrast The Dead” dieron visos de que poca gasolina más quedaba en el tanque. Pero su reserva es grande, y Donald Tardy fue en primero en salir a escena para entretenernos con un solo. Finalizó cuando llegábamos al borde del aburrimiento, y llegó Santolla (al que por cierto, se le escuchó poco durante todo el concierto, y no se subsanó su pobre nivel de sonido), que terminó de rematarnos. Otro ejemplo más de cómo los solos restan intensidad a un concierto. Además de que, en mi opinión, la mayoría son absurdos y están fuera de lugar. De cara a los bises, OBITUARY sacaron pecho y en contra de lo que muchos pensaban, lucieron material más reciente con “Slow Death” y su magnífica “Evil Ways”. Y cómo no, cerraron con “Slowly We Rot”, tema clave de su carrera que siempre tocan antes de retirarse definitivamente. No entiendo porque muchos se empeñan en pedirla a las primeras de cambio…

OBITUARY hicieron lo que se espera de todo grupo de metal extremo. Tocar y sacudirnos sin demasiados aspavientos con lo más granado de su discografía rindiendo a gran nivel. Creo que muy pocos pudieron quedar decepcionaos después de tal desparrame de intensidad de principio a fin.

Pero quedaba otra banda, y claro, después del show de los de Florida, supuso un flaco favor. La sala se vació casi por completo, y muy pocos se quedaron a ver a los granadinos KUBLA KHAN. Eso sí, la banda lo dio todo como si la sala estuviera a reventar, y pudimos disfrutar de un death metal nada novedoso, pero muy dinámico y ejecutado con garra y ganas. Una lástima que más público no estuviera presente en su descarga.

Granada disfrutó de una gran noche de metal extremo. Y es que se echan de menos más giras de bandas internacionales aquí por el sur.