NORTHER + CRYSTALMOORS + LAMENTS OF SILENCE
Sábado gélido en la Comunidad de Madrid, sábado en que los finlandeses NORTHER nos visitaban por vez primera como cabezas de cartel para presentar su nuevo trabajo titulado simplemente "N". Teniendo en cuenta que no pasaban por España desde aquella mítica gira junto a DIMMU BORGIR e HYPOCRISY, los datos en cuestión de asistencia tendían a ser esperanzadores.
La hora de aperturas de puertas se cumplió a rajatabla, y ya desde los primeros momentos se hizo cola en la entrada de la sala. Seguía entrando gente, de hecho, cuando la primera banda de la noche, LAMENTS OF SILENCE, comenzaba su actuación.
Laments of Silence es una formación tarraconense que practica un ya muy habitual MetalCore que ellos, entiendo que con afán de dar un punto de originalidad, han mezclado de manera acertada con toques electrónicos. Salieron de uniforme, es decir, con unas camisas negras con el logo de la banda, detalle que me pareció un puntazo. No obstante, si bien la propuesta musical es interesante, no puedo decir lo mismo de su directo. Sin ser una mala banda, creo que no tuvieron su mejor momento: se enfrentaron a un sonido bastante problemático (nota habitual en los tres conciertos, todo hay que decirlo) y además tuvieron dificultades con sus guitarras, lo que incluso les llevó a tener que parar la actuación en algún momento. Su vocalista, Starchild, plantó cara a la adversidad con entrega y decisión, pero el resto de miembros de la banda parecieron quedarse amilanados detrás de sus instrumentos, sin mostrar excesivo entusiasmo por lo que hacían y desarrollando un directo lineal y un poco aburrido. Con este panorama, se comprende que la conexión con el público fallara estrepitosamente.
De todas maneras, no me dio la impresión de que esta sea una banda que se tome las cosas a la ligera, entiendo que una mala noche la puede tener cualquiera, así que espero poder cruzarme de nuevo con ellos, pues estoy convencido de que son capaces de mucho más.
Con otra actitud llegaron, sin embargo, los cántabros CRYSTALMOORS. Ellos, su Death Black con toques folk y sus ya famosas cotas de malla llevaban más de un año sin aparecer en una ciudad donde ya son perros viejos y donde siempre han cosechado muy buenos resultados en cuanto a crítica y a afluencia de público. De hecho, no fue raro encontrar gente que afirmaba haber ido al concierto por los teloneros y no por la banda principal, como unos chavales de Canarias que se pegaron el viaje para asistir a su directo, detalle que me dejó bastante sorprendido.
Los cántabros salieron con mucha fuera al escenario para presentar al público madrileño su primer Lp, "Antiqvam Exqvirite Matrem", que ha salido a la luz después de más de diez años de carrera en la que ha dado tiempo a publicar varias demos, splits y mini cds. Comenzaron de forma un tanto accidental, primero porque parecía que el público no iba a responder y segundo porque el bajo de Thorgen sonaba por encima de todo lo demás. Pero tras romper el hielo con "Corocotta" la situación cambió, el ambiente se caldeó muchísimo y la banda no dejó de tocar, una tras otra, algunos de los temas que más éxito han tenido siempre en directo, como la melódica "Since Old Times", con otros de su reciente trabajo que fueron muy bien acogidos, véase "Brotherhood of the Three Banners" o "Heatenwood". Lo que más destacó fue, sin duda, la propia actitud de los músicos: entregados, solemnes, agitando las melenas sin descanso, y comandados por su temible vocalista, Uruksoth, quien hizo una perfecta labor de frontman llevando al público a mantener los cuernos en alto durante casi toda la actuación. El sonido en general tampoco fue muy bueno, también hay que decirlo, ya que según donde te colocaras sólo se oía el teclado, o el bajo, o resultaba que en otros las guitarras eran inaudibles, pero esto no fue un problema para que tras el último corte, el épico "Bellvm Cantabricvm", los asistentes pidieran con insistencia un bis que no llegó por falta de tiempo, que no de ganas.
En este punto de la noche, con NORTHER a punto de tomar las tablas, el público estaba en su salsa, no había más que echar un vistazo a una sala llena hasta la cocina donde en el cambio de grupos las miradas de impaciencia hacia el escenario se sucedían incansablemente. Tras ese breve periodo de tiempo, los de Norther salieron por fin a calmar –o a exaltar aún más, según se mire- las ansias de sus seguidores, bastante jovencitos todos por lo que me pude fijar. Los herederos de CHILDREN OF BODOM, que es como ya les consideran algunos y que les debe gustar, pues les copian detalles como el poner el teclado en una posición estrambótica, presentaron batalla con un show en el que lo dieron todo y más. Pueden gustarte, pueden no gustarte, pero lo que cualquiera ha de reconocer es que los chicos se curraron un directo muy bueno tanto a nivel técnico –destacando los solos de su guitarra Kristian Ranta- como en cuanto a actitud se refiere. Abrieron fuego con cortes de ese último "N" que antes mencioné: "My Antichrist", "Down" y más tarde "Black Gold" fueron bastante bien acogidas a pesar de la novedad, o quizá gracias a ella, quién sabe.
También es verdad que todo el show fue bastante previsible en cuanto a música: riffs muy heavies, teclados ultra veloces por doquier, incesantes melodías y destacando sobre todas las cosas la voz rasgada de Petri Lindroos, quien demostró una vez más ser un excelente maestro de ceremonias (militando en dos bandas, esta y Ensiferum, es normal que el chico tenga ya práctica). Esta explosiva mezcla fue el reclamo perfecto para unos asistentes que sabían de memoria muchas canciones y que respondieron al desparpajo y extroversión de sus admirados finlandeses organizando un pogo detrás de otro. Y los de arriba, como contrapartida, no pararon ni un segundo de moverse de un lado a otro a pesar de las reducidas dimensiones del recinto. Es más, incluso mientras tocaban "Omen", su bajista Jukka Koskinen tuvo la peculiar ocurrencia –cortesía de su equipo inalámbrico- de bajarse del escenario y darse un garbeo por la zona del merchandising ante las miradas atónitas de los presentes, quienes aprovecharon para sacarle cuarenta millones de fotos.
En medio de tanto espectáculo, no faltaron temas antiguos como "Released" o "Blackhearted", de sus primeros trabajos. ¿Pegas? Alguna hay, claro. Por ejemplo, y ya creo que me repito, que el sonido tampoco acompañó, ya de paso aprovecho para preguntar qué es lo que pasa en la Ritmo & Compás, porque últimamente todo lo que escucho allí suena fatal. Pero salvo esto y el hecho de que no me gusta escuchar tantas partes grabadas en una actuación donde opino que no hubieran sido necesarias, todo lo demás, bien. Pasaron con nota, el público se divirtió mucho, creo, y ellos se han debido volver a su país bastante satisfechos, así que todos contentos.
Texto: Julián Carax/Fotos: Lola Hierro
Promotor:ScaryNoise
Asistentes:200
Día:29/11/2008
Sala:Ritmo & Compás
Ciudad:Madrid
Puntuación:8
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