No me tiembla el pulso escribiendo que (Leprous) probablemente sean una de las bandas con mejor directo actualmente. La agrupación se salía por todos lados, y uno se sentía afortunado de estar disfrutando del directo de una banda con tanto futuro cuando el huevo está a punto de eclosionar. Espero que pronto den el gran salto pese a que tengamos que pasar a recordar con nostalgia aquellos conciertos para cien personas.

Casi justo un año después de su última visita y con un nuevo álbum a la espalda, el 29 de octubre era la fecha de volver a vernos las caras con Leprous, la siempre creciente promesa (y cada vez más realidad) del metal progresivo europeo. Y es que, si con la publicación de Coal han demostrado con un tremendo acto de madurez que son capaces de mutar en cada álbum para renovar el interés de sus seguidores, sobre el escenario tocaba también seguir mejorando. Y francamente, lo han hecho.

El lugar de encuentro era el mismo que en la ocasión anterior: una Razzmatazz 3 a la que le consiguen sacar un sonido bastante aceptable pese a ser una sala pequeña y que les viene como un guante, ya que el público en sus conciertos aquí suele ser de unas 150 personas. Pese a que el lugar era el mismo, había una diferencia muy atractiva, y era que esta vez, en vez de venir con 3 teloneros, tan sólo traían 2 (lo cual quería decir más tiempo para Leprous). Los primeros fueron los andorranos Nami, con lo que no había demasiada gente todavía, intuyo que probablemente debido a que en la entrada (no sabemos por qué) ponía que el evento empezaba a las 20:00 cuando ellos tocaban a las 19:30 y apenas tenían más de 30 minutos… Yo mismo tan sólo pude ver una canción de ellos, debido a que el tren en el que iba atropelló algo en el camino (me gustaría saber qué fue) y perdimos bastante tiempo parados. Estas cosas siempre pasan cuando más prisa tienes, pero yo y muchos otros podremos quitarnos la espina viéndolos en acústico este sábado en la FNAC Arenes de Barcelona. En lo poco que pude ver de ellos se les notó algo nerviosos y poco cómodos sobre el escenario, además de las obvias deficiencias de sonido (¿será por el deporte internacional de putear al telonero?) que no acompañaron demasiado. Todo el mundo puede tener un mal día, así que antes de juzgar me esperaré a verlos en un concierto donde sean cabezas de cartel. Mientras tanto disfrutaré de su nuevo álbum «The Eternal Light of the Unconscious Mind», el cual podéis escuchar aquí.

Acabada la actuación de los andorranos, era turno de Blindead, que venían presentando su cuarto álbum «Absence». Lo interpretaron prácticamente en su integridad (salvo dos canciones) y pudimos disfrutar de un directo sólido con una puesta en escena muy compacta pese a estar como sardinas en lata en ese escenario tan pequeño. A los polacos se les veía muy seguros de sí mismos sobre el escenario, y eso hizo que ganaran muchos enteros. Aderezaron su interpretación con samples pre-grabados y unas deliciosas proyecciones de fondo que ayudaban a ambientar perfectamente sus temas. Maravilloso cómo cerraron su actuación, con el apoteósico final del tema título acompañado por la imagen de una chica que poco a poco se convirtió en una mortífera silueta para acabar dibujando la portada del álbum. ¡Los pelos de punta! Musicalmente en ocasiones recuerdan a Katatonia, y en parte creo que se les puede achacar que pese a haber pasado siete años desde su álbum debut todavía no han encontrado un rasgo personal que los defina inequívocamente. No obstante, disfruté bastante de su actuación (pese a que se me hiciera un poco pesada a ratos) y sin dudarlo volveré a escuchar su último trabajo.

Para su actuación, Leprous colocaron un gran telón con la portada de su último álbum y subieron cuatro televisores al escenario, por donde se iba a mostrar todo el acompañamiento visual del que hacen gala. Tranquilamente se subieron al escenario y… ¡zas! Creo que más de uno se asustó por lo imprevisible del latigazo sonoro que supuso el inicio de «Foe», uno de los temas más increíbles de su último plástico. Se lucieron con el juego de voces al final del tema, pese a que sólo pudieran interpretar en directo tres de ellas y el resto las tuvieran que llevar grabadas. En el estribillo de «The Valley» veíamos cómo por primera vez aquella noche Einar se subía a un punto más elevado para transmitirnos toda la epicidad de ese maravilloso estribillo. Aquí pudimos empezar a gozar del buen trabajo que está haciendo el recién incorporado Martin Skrebergene al bajo, quien nos deleitó con una gran técnica y un sonido monstruoso que además se veía complementado por los descomunales bass drops que se lanzaban en las partes clave. A la batería se echaba de menos a nuestro adorado Tobias (siempre insistiré, probablemente uno de los mejores baterías jóvenes de hoy día), quien no se ha podido embarcar en la gira de «Coal» con su banda por estar tocando con Shining en estas mismas fechas. En su lugar teníamos a un también jovencísimo Baar Kolstad, quien a sus escasos dieciocho años es el batería de ICS Vortex y también miembro en directo de In Vain, Solefald e Ihsahn. Pese a que apunta maneras y tiene un talento indudable, no se le puede comparar con Tobias y a este se le echó en falta aún haciendo Baar un gran trabajo como sustituto.

Después de cuatro temas nuevos interpretados casi a la perfección (diría que hubo algunos misterios con las guitarras durante «Chronic») nos fuimos directos a la siempre agradecida «Restless» de aquel «Bilateral» que los dio a conocer a la muchos de los que estábamos allí. «Dare You» se presentó arrolladora con sus modificaciones ya establecidas (creo que casi ningún tema de «Tall Poppy Syndrome» hoy día es tocado en directo tal cual se grabó), y para cuando llegó la mitad del concierto con «Thorn», Einar ya tenía toda la camisa empapada en sudor. Y es que si hay algo que se puede decir de Leprous en directo, es que son apasionados (siempre que no toquen a las diez de la mañana). Son capaces de transmitirte toda su energía, todas sus ganas de comerse el mundo, y harán que hasta el más emocionalmente obtuso sienta la intensidad de su música tanto como ellos. Con «Forced Entry» la casa se vino abajo, y es que aquello era de escándalo. Si apenas 12 meses antes ya estábamos pasmados ante semejante torrente de potencial, parecía increíble que en un año hubieran mejorado de esa manera. Si lo de antes era genial, lo de este martes fue supremo. No me tiembla el pulso escribiendo que probablemente sean una de las bandas con mejor directo actualmente. La agrupación se salía por todos lados, y uno se sentía afortunado de estar disfrutando del directo de una banda con tanto futuro cuando el huevo está a punto de eclosionar. Espero que pronto den el gran salto pese a que tengamos que pasar a recordar con nostalgia aquellos conciertos para cien personas.

Las modificaciones no se quedaron en «Dare You» y llegaron a «Acquired Taste» para mi pesar, dado que en directo han suprimido mi parte favorita de la canción… pero nunca llueve a gusto de todos. Hacia el final de la actuación me percaté de algo, y era que el joven batería estaba rompiendo completamente la estética trajeada de la banda habiéndose quitado la camiseta. Incauto, estas cosas hay que tenerlas en cuenta. En una banda con las cosas tan planeadas (hasta las curvas de intensidad durante el setlist están perfectamente trazadas) sobre el escenario no caben este tipo de descuidos. En otro orden de hechos, agradable fue ver cómo las giras largas sientan bien a la voz de Einar, dado que durante la gira intermitente de verano se le veía mucho menos cómodo en su rango habitual. Dio una actuación ejemplar, clavando casi todas sus partes a excepción de los gritos agudos más difíciles, los cuales los sustituía por unos falsetes suaves que, pese a no encajar del todo en las canciones, hacían que jugase sobre seguro. No se le puede achacar mucho, y menos viendo el i-m-p-r-e-s-o-n-a-n-t-e trabajo que hizo con las partes de Ihsahn en «Contaminate Me».  Sinceramente, tenía mis dudas de cómo interpretarían en vivo ese final ad libitum, pero gracias a una genial coordinación consiguieron llevar al escenario el que probablemente sea el momento más desgarrador de todo «Coal». Bravo. Después de ese catatónico final nadie podía imaginar cómo iban a superar aquella bestialidad… pero lo hicieron. «Waste of Air» vino y lo arrasó todo. Y nos quedamos con ganas de más, mucho más. Esperamos tenerlos de vuelta el año que viene.

Fotos: Leandro García

Promotor:Madness Live

Día:2013-10-29

Hora:19:30

Sala:Razzmatazz 3

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Nami

Puntuación:9