No son sólo tetas y machismo: Steel Panther hacen el concierto del año en Barcelona
Steel Panther consiguen algo que pocas bandas logran hoy en día. Que no estés pendiente de tu móvil, sino del concierto. A lo largo de una hora y media, pasan tantas cosas sobre el escenario y la banda es tan magnética en escena que es imposible quitarles el ojo de encima. No es un logro cualquiera: es el logro definitivo en los tiempos que corren.
Steel Panther consiguen algo que pocas bandas logran hoy en día. Que no estés pendiente de tu móvil, sino del concierto. A lo largo de una hora y media, pasan tantas cosas sobre el escenario y la banda es tan magnética en escena que es imposible quitarles el ojo de encima. No es un logro cualquiera: es el logro definitivo en los tiempos que corren. Que una sala con 700 personas en edades predominantemente jóvenes se concentren de una vez en el concierto y dejen de lado sus dispositivos es algo cada vez más difícil de ver. No es para menos. El show de Steel Panther es como una obra de teatro perfectamente coreografiada: desde las bromas a la música pasando por todo lo demás. Pero si no lo piensas, no te das cuenta. Salvo por ese iPad situado en la parte de derecha con una cuenta atrás que marca “1:30:00” y que nos recuerda que el show está perfectamente milimetrado.
Fozzy, la sorpresa de la noche
El público ya estaba caldeado cuando salieron las estrellas de la noche. Los americanos Fozzy, capitaneados por la estrella de la WWF Chris Jericho y el guitarrista Rich Ward venían por primera vez a España como acompañamiento de Steel Panther y, a juzgar por la reacción del público, alguien debería traerles urgentemente como cabezas de cartel. Con un show de 45 minutos rebosante de energía -especialmente en el caso de Ward, que bajó al público no se sabe cuantas veces- la banda interpretó todo lo que se esperaba de ellos. Desde la pegajosa “Judas”, que abrió el show, la banda tuvo al público totalmente encandilado. La también nueva “Drinkin With Jesus” terminó de situar a la banda en escena y a partir de ahí aquello fue una fiesta repleta de metal americano de nuevo cuño, machacón y repleto de buenos estribillos. La energía era totalmente infecciosa y no decayó en ninguno de los cuarenta y cinco minutos que duró el concierto. Especialmente bien recibidas fueron la versión de ABBA “SOS”, con su estribillo más propio de Journey que de Disturbed, lo cual sirvió para animar aún más a la concurrencia. Lamentablemente, el volumen atronador se cargaba parte de la finura melódica de algunos de los mejores estribillos de la banda, además de acrecentar la notoriedad de unos coros pre-grabados que no por ser comunes entre las bandas de todo tipo de pelaje molestan menos. Somos muchos los que preferimos una voz más espontánea y menos afinada que un recital de perfección que no es tal.
Fozzy finalizaron el show con “Bad Tattoo” y “Sandpaper”, que hizo saltar al público y sirvió de cierre a un show lleno de testosterona, músculos, carreras por el escenario y, sobretodo, metal actual de grandes estribillos pero sin sonar necesariamente añejo y repetitivo. Yo, si fuese promotor, los traía de nuevo antes de que acabe el año. El público quedó encantado y, de hecho, la banda se despidió mientras coreaban su nombre. Uno de esos síntomas de que el trabajo se ha hecho bien.
Recordando cuando el hard rock era divertido
Después de un paron algo largo para preparar el escenario de Steel Panther -que no era nada del otro mundo- salieron a escena las estrellas de la noche. Y lo hicieron, nada casualmente, con Van Halen como música de acompañamiento. “Everybody Wants Some” sonó a gloria mientras se iban colocando sobre el escenario unos tipos que, a nadie se le olvide, se labraron la fama siendo la mejor banda tributo al grupo californiano en todo el mundo, Atomic Punks. Es evidente que Michael Starr es un mejor David Lee Roth hoy en día que el propio Lee Roth. Tiene el lenguaje corporal tan estudiado que es como ver al original y, si algo se echaba de menos en las bandas de hard rock actuales, es la actitud de estrella y el alma de entertainer que tiene Starr y que tenía en los 80 Lee Roth. Salieron totalmente directos a matar con “Eyes of a Panther”, prácticamente enlazándola con “Goin’ In The Backdoor”. Tras esta vino el primer parón donde la banda se dedicó a alabar a las chicas de Barcelona y a asegurar que “Barcelona es la ciudad donde Lexxi ha tenido la mejor mamada de su vida”, para luego aclarar que “no recuerda el nombre del tío, pero fue la mejor, un aplauso para Barcelona”. Si alguien critica el teatrillo de bar de Steel Panther en directo es porque, o bien no pilla la mitad de las bromas o no pilla a la banda en si misma. El espectáculo de Steel Panther está integrado por ambas cosas.
Para hacer honor a sus orígenes y recordar que ese mismo domingo se celebraba el 40º Aniversario de la edición del primer disco de Van Halen, la banda se lanzó a tocar una versión impromptu de “You Really Got Me” de los Kinks, que con ese disco popularizaría la banda de los hermanos Van Halen. El público sencillamente estalló en cuanto sonaron los primeros acordes, pero la banda solo llevó el tema hasta la parte central para luego lanzarse a por su clásico “Asian Hooker” y un gran “Party Like Tomorrow is the End of the World”.
Cabe decir que el sonido de Steel Panther a lo largo de todo el concierto fue mucho más equilibrado que el de Fozzy. Se les acusa mucho de llevar muchas partes pregrabadas pero es evidente que la banda está tocando en directo y que lo único que suena grabado son los coros. Son músicos que llevan tres décadas pateándose clubs de todo tipo y tocando cada día de la semana. Son buenos. Es más, son espectaculares como músicos. Y aquí no hablamos de virtuosismo, sino de recursos y capacidad para transmitir a través de sus instrumentos. Los de cuerda, vaya.
Que las tetas no os distraigan
Uno de los puntos álgidos del show fue el solo de guitarra de Satchel que demostró como se puede reinventar un cliché tan trillado como ese y hacerlo divertido. Se subió a la plataforma de batería, puso su pie en el pedal de bombo y fue marcando su propio ritmo a medida que tocaba, acabando el solo con fragmentos de “Master of Puppets”, “The Trooper” y muchos otros hits clásicos del heavy metal.
Uno de los puntos más controvertidos del show de Steel Panther es la presencia de chicas en el escenario. Su último paso por el Leyendas del Rock desató una gran polémica en las redes precisamente por ese motivo: que si hacen de la mujer un objeto, que si son machistas… El hard rock de los ochenta era machista por definición. Es tan solo lógico que si replican aquella época, las letras y su actitud hacia la mujer va a ser calcada a la que tenían Vince Neil, David Lee Roth o Stephen Pearcy. Me consta que, fuera del escenario, son tipos muy equilibrados que tratan con mucho respeto a sus ‘groupies’ y que son muy sanos. Que a nadie se le olvide que las chicas que invaden el escenario en “17 Girls in a Row” lo hacen muy voluntariamente. ¿Que la banda las trata como ganado para enseñar a sus fans masculinos? Hay que ser muy rebuscado para sacar esa lectura. La de tomar decisiones libres en un entorno libre debería ser la lectura que se sacase de todo esto. Podrían llenar la sala de la misma manera sin hacer eso. La gente no va a un concierto de Steel Panther a ver pechos. La gente va a escuchar buen hard rock ochentero y reír y disfrutar con una actitud desenfadada que muchas bandas han perdido y que es lo que hace de aquella época algo a recordar para muchos.
El final del show llegó con “Gloryhole” y la manowariana “Death to All But Metal”. No tardaron en volver para acabar con “Community Property”, coreada a voz de grito por toda la sala y la enorme “Party all Day (Fuck All Night)” para cerrar, su ‘Livin’ on a Prayer’ particular. Cuando la banda se estaba despidiendo del público, Michael Starr nos hizo saber que la banda tiene una fundación y que todo lo que se recaude con la venta de merchandise va destinado a financiar su afición a la cocaína. Al menos son sinceros.
Una gran noche que todo el mundo debería disfrutar al menos una vez en la vida.
Promotor:Bring the Noise
Día:2018-02-11
Hora:20:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Fozzy
Puntuación:9
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