Nadie se acuerda de Jake E. Lee

A Jake E. Lee se le perdió la pista hace muchos años. Entró en los 80 como elefante en una cacharrería siendo el guitarrista más solvente de Ozzy tras Randy Rhoads. Pero tras ser despedido de la banda del madman y pasar una temporada en BADLANDS, el tipo prefirió cambiar de tercio y llevar una vida discreta y alejado de los focos.

A Jake E. Lee se le perdió la pista hace muchos años. Entró en los 80 como elefante en una cacharrería siendo el guitarrista más solvente de Ozzy tras Randy Rhoads. Pero tras ser despedido de la banda del madman y pasar una temporada en BADLANDS, el tipo prefirió cambiar de tercio y llevar una vida discreta y alejado de los focos. No obstante, desde el año 2011, Jake no ha parado de dar señas de que quería volver a primera línea. Primero fue su aparición en el videoclip “We Come Undone” de Beggars & Thieves, y luego sus apariciones en televisión con Eddie Trunk y la puesta en marcha de una nueva banda llamada Red Dragon Cartel, con la que ha vuelto a coger las riendas de su carrera. Pese a que ha escogido un cantante algo caricaturesco en Darren James, lo cierto es que el peso de la banda lo lleva Jake. Podría poner a Miliki de vocalista. La gente seguiría teniendo ojos solo para el y su guitarra.

Lo que pasa es que Jake ha estado tantos años fuera de la órbita que ahora a nadie ya le importa, o nadie se acuerda. A fin de cuentas, fue un guitarrista de Ozzy. Si, tocó en “Bark at the Moon”. Pero de eso hace treinta años, y quien no renueva la confianza del público en treinta años, lo tiene crudo. Por eso, apenas ochenta personas se encontraban en la sala Salamandra esperando al guitarrista. Conscientes de que el concierto iba a ser grande, pero que también podía ser un absoluto bodrio, como ya pasó en el Whisky a Go Go de Los Angeles al inicio de la gira, culpa de la inoportuna borrachera de Darren.

Pese a que la banda se llame RED DRAGON CARTEL, todo el mundo estaba allí por un motivo. Y cuando el show comenzó con “The Ultimate Sin”, la espera tuvo recompensa. Escuchar los viejos temas de Ozzy que ni el mismo toca ya en directo, iba a ser genial. La cuestión es que apenas tres canciones sonaron: la mencionada, “Rock And Roll Rebel” (que fue una joya en directo) y “Bark at the Moon” cerrando el concierto. Lo demás fue un mix de BADLANDS (todo sea dicho: una banda que de haber nacido en otra época menos saturada no habría sido tan infravalorada) con temas como “In a Dream” o “High Wire” y canciones nuevas de RED DRAGON CARTEL, donde destacó especialmente “War Machine”, todo un homenaje a los BLACK SABBATH más enrevesados, con reminiscencias obvias a “N.I.B.” y a la voz de Ozzy en la tonalidad usada por Darren.

Eso sí, por todo su aspecto de vagabundo y la sensación de que la vida no le ha tratado demasiado bien, su destreza con la guitarra y sus movimientos imposibles sobre el escenario mostraban energía y determinación por volver a ser alguien en esta escena. El problema es que, como decíamos, ya nadie sabe quién es Jake E. Lee. Lamentablemente.