Mr.Big siguen teniendo historias que contar en Madrid

Era la única fecha de Mr. Big en España y se notó. La Riviera madrileña tuvo uno de esos conciertos que tanto escasean, con ambiente mucho más allá de las primeras filas.

Era la única fecha de Mr. Big en España y se notó. La Riviera madrileña tuvo uno de esos conciertos que tanto escasean, con ambiente mucho más allá de las primeras filas. También era una segunda oportunidad para los fans de la capital, que en la última fecha no pudieron disfrutar al cien por cien del sonido de los californianos. Esta vez el sonido fue todo lo contrario a un problema, excelente en toda la sala desde los primeros acordes hasta el final. ¿Y qué más se puede decir para presentar un concierto de estos gigantes? Una puesta en escena envidiable desde la primera canción de esta banda que no necesita preparar el ambiente para su salida, una entrega total y sobre todo una actitud que se contagiaba por todos los rincones de la pista. La conocida energía de Eric Martin y compañía volvió a hacerse notar en esta presentación del nuevo disco.

Desde que aparecieron ante el público con “Daddy, Brother, Lover, Little Boy (The Electric Drill Song) todo fue rodado. “Gotta Love the Ride”, “American Beauty” y “Undertow” nos adelantaron que no iba a ser un concierto de clásicos, ya que la nueva cara de la banda les funciona muy bien. Siguieron con temas como “Alive and Kickin’”, “I Forget to Breathe”, “Take Cover”, y “Green-Tinted Sixties Mind” para dar paso a un Paul Gilbert enérgico y confiado, solo con sus seis cuerdas, que cumplió con creces en sus minutos de solo. Pero no fue el único que triunfó en solitario, ya que Billy Sheehan también enloqueció al público con sus virguerías en el bajo.

Entre estos dos momentos fueron sucediéndose temas como “The Monster In Me”,  “Rock n’ Roll Over”, las emotivas “Wild World” y “Just Take My Heart”, “East/West” entre otros, para finalizar con “Addicted to that Rush” metiéndose al público en el bolsillo. Pero ya nadie se cree el numerito de los bises, y por muy creativos que sean no tardaron ni cinco minutos en volver ante el público para la grandísima “To Be With You”, que convirtió a toda la sala en el coro de la banda. Para levantar este momento y volver al bailoteo Eric Martin dio lo que le quedaba de voz y de cuerpo en “Collorado Bulldog”. Con un cambio de instrumentos entre los músicos, sonaron las covers  “Livin’ After Midnight” y “Mr. Big”, que inevitablemente cerrarían el concierto.

Es en estos últimos cuatro temas dónde ves lo maravilloso de grupos como estos. Grupos que evolucionan y consiguen mantener a sus fans de siempre a los que se unen jóvenes enganchados a sus últimos discos. Y ver una pista con tantos contrastes de edad y de estilo bailando temas desde el primer al último disco es mágico. Es lo que demuestra la calidad de un grupo, y es lo que a este en concreto hace TAN GRANDE.