Mr. Big en Barcelona: una lección de madurez hard rockera

Más de cuatro horas de música con unos Mr. Big tocados por los dioses. En las presentaciones personales por parte de Martin quedó claro que la gente ama al grupo, pero sobre todo a cada uno de los componentes que lo forman. Gracias a uno de los grupos más queridos del rock, demostrando que no son la banda sonora de los 90 sino que siguen en la brecha capaces de darnos muchas alegrías en estos tiempos oscuros.

Maravillosos… Mr. Big es de esas bandas que enamoran en disco y deleitan en directo. Pueden pasar los años pero la magia sigue estando en cada momento, en cada acorde. Nunca suele funcionar el concepto de “súperbanda”, pero ellos son la excepción que rompe la regla. Pop-hard comercial a manos de unos virtuosos que no se iban a cortar a la hora de experimentar o de dejar patentes sus virtudes por mucho de que los temas reposaran en canciones sencillas rozando el pop.. Y en 2017 su propuesta sigue tan vigente y tan fresca como a principios de los 90. La mayor de las Razz no se llenó pero sí registro una gran entrada a la que hay que sumarle las guindas con las que se hizo acompañar Mr. Big: Faster Pussycat y The Answer. Un cartel raro, pero si te gustan los tres grupos, estamos ante uno de los shows del año.

Faster Pussycat

Mejor olvidar el concierto de hace años en la Nau en el que se empeñaron en hacernos partícipes de su acercamiento al rock industrial. Taime Downe es uno de los padres del invento del sleazy y el combo que le acompaña lleva ya varios años con él. Enorme cartel con el logo del grupo para recibirnos con “Jack the Bastard” y un “Cathouse” que nos hizo menear la cintura. Clase y tablas por parte de la leyenda Danny Nordahl al bajo y un amigo de TMC como es Chad Stewart a la batería. Taime luce el look clásico con esas gafas de sol y nos regaló todo un “Sleep of the Tongue”. Buen sonido para lucir la más moderna “Number 1 with a Bullet”, pero los fans demandaban material clásico y la balada “House of Pain” fue el momento del concierto. Las clásicas “Bathroom Ball” y “Babylon” terminaron por hacernos cantar y revivir los buenos tiempos del hard rock angelino. ¡Nos quedamos con ganas de mucho más, pero no eran ni las 19:30!

The Answer

Son una gran banda pero lejos están del éxito que obtuvieron en sus primeros pasos.  Lo de “Rise” fue enorme, llevándoles incluso a ser teloneros de AC/DC en grandes arenas. Pero la cosa ha ido para abajo por mucho que quienes les seguimos pensamos que son una banda especial. Su rock con bases blues de aires norirlandeses han variado con su último disco pero con las sucesivas escuchas uno puede disfrutar de “Solas”. Cormac Neeson lució sombrero y garganta y el combo un excelente nivel de feeling y groove. “On and On” atrapa pero cuando convencieron ampliamente fue al final de tramo con la valiente versión de Rose Tattoo “Rock n’ Roll Outlaw” y sobre todo con “Spectacular”. “Preachin’” y “Come Follow Me” representaron su primera obra pero no termino de entender como dejan en el cajón algunos de sus himnos más logrados como son “Never Too Late” y “Under the Sky”. Buen muestra de lo que pueden ofrece…r pero corta. La gente disfrutó, y eso es mucho compartiendo cartel con Faster Pussycat y Mr. Big.

Mr. Big

Son enormes y siempre lo serán. Lo de Mr. Big es todo un espectáculo y desde que volvieran a juntarse estamos todos los fans enamorados. Los cuatro jinetes del virtuosismo aparecieron con una amplia sonrisa y sin Pat Torpey en escena. Está tras los parches un contundente y preciso Matt Star que dejó patente su clase ya desde “Daddy, Lover, Brother, Little Boy (The Electric Drill Song)”. Gran inicio que incluyó las taladradoras de púas para Gilbert y Sheehan. Perfecto inicio con show, con coros rutilantes y un Eric Martin encandilador. Muy buen sonido para una Razz que a veces nos deja a medias, para continuar luego con las maravillosas “American Beauty” y “Undertow”. Ambas canciones del maravilloso disco de retorno “What If…” Es impresionante que en su come back los chicos fueran capaces de volver a firmar himnos repletos de magia.

El combo fue de cara y sin pausa dejando patente que la fiesta no iba a dar respiro alguno con “Alive n’ Kickin’” y la portentosa “Temperamental”. Temas suaves tocados con una precisión quirúrgica y con adornos dactilares constantes. En “Just Take My Heart” Sheehan nos dice que falta alguien en el escenario y Pat Torpey, afectado de Parkinson, hace acto de entrada con otra inmensa sonrisa y el estruendoso estallido del público en aplausos. Todo el mundo lo sabe y se vuelca con él. Torpey tiene un set de percusión montado, hace coros y ejerce de pinche de batería para Matt. Se le vio cómodo y contento, y durante el show se atrevió a tocar alguna baladita, las de menos dificultad técnica. Entramos en una fase más pausada continuando con “Take Cover” (genial) y la preciosa “Green-Tinted Sixties Mind”. Lo realmente curioso es que tuvimos que esperar hasta 10 temas para escuchar algo de “Defying Gravity”. La sensación es que el nuevo material funciona y no desentona en directo, pero puede que no esté tan logrado como lo conseguido en “What If…”.

Y tras otro de los momentos de la noche, “Price You Gotta Pay”, el enorme Paul Gilbert hizo un espectacular y largo solo que ya habíamos visto el año pasado cuando estuvo de gira en solitario. Sheehan haría lo propio unos temas más tarde. Hay muchos fans que aborrecen esta parte más virtuosa y de lucimiento personal, pero en dos horas creo que hay tiempo suficiente para los solos a sabiendas de que es una parte inherente de lo que es el sonido Mr. Big. Y “Wild World” nos hizo vibrar. La versión de Cat Stevens alcanza cotas de perfección y sentimiento, y ya que estaban con las acústicas, atacaron “Damn I’m in Love Again”. Volvieron a sus comienzos con “Rock and Roll Over” y “Addicted to that Rush”, ese primer disco que puso los mimbres y les dio a conocer por todo el globo. Se volvió a demostrar por enésima vez que la voz de Martin es única y que “Around the World” es un nuevo clásico. Torpey hizo como el Guadiana, apareciendo y desapareciendo entre temas.

En la parte final brilló como siempre pasa ese “To Be with You”, la balada perfecta para el directo, que iría acompañada de “1992” de su nueva obra y un “Colorado Bulldog” que rompió con todo. Es sin duda uno de los temas más impresionantes que han grabado en toda su carrera. Compleja, pegadiza y con ese groove incesante. La sala estaba entregada desde hacía hora y media así que pudieron despedirse con material nuevo y que toda la parroquia lo respetase. “Defying Gravity” puso el cerrojo final a una velada de ensueño. Más de cuatro horas de música con unos Mr. Big tocados por los dioses. En las presentaciones personales por parte de Martin quedó claro que la gente ama al grupo, pero sobre todo a cada uno de los componentes que lo forman. Gracias a uno de los grupos más queridos del rock, demostrando que no son la banda sonora de los 90 sino que siguen en la brecha capaces de darnos muchas alegrías en estos tiempos oscuros.