A pesar de que el año pasado estuvieron por aquí repasando su larga lista de éxitos no pude asistir a verles pues al otro lado de la Ciudad Condal actuaba el colosal Leonard Cohen y había que elegir entre uno u otro. Cohen estuvo inhumano y nos regaló uno de esos conciertos que te llevas a la otra vida, pero… el hecho de haberme perdido a Mr Big era un puñal clavado que me tenía que sacar. Volvían esta vez los Big, pero presentando su nuevo “What If…”, una obra que gana con sucesivas escuchas y la verdad es que está a la altura de su leyenda. Para bien o para mal, este disco fue el gran protagonista de la velada, y así tiene que ser, pues con ello queda patente que el grupo confía en el presente y no vive de las rentas del pasado.

 

Mr Big siguen siendo una banda insultante en lo técnico y espectacular en directo. La unión de las cuatro personalidades y la gracia de aparcar egos ha hecho de ellos uno de los pocos supergrupos que han funcionado. El concierto fue alucinante y todos y cada uno de sus miembros destacó en su cometido. Sorpresivamente empezaron con “Undertow” y “American Beauty”, dos de los mejores temas de su nueva obra y que ganan y mucho sobre las tablas. Sonaron muy metálicos y muy melódicos, pero descolocaron un poco al personal que desconocía dicha obra. La sala Bikini estaba llena hasta la bandera. Me recordó la vez que estuvo Ritchie Blackmore en el 97, que no cabía ni un alfiler.

 

Empalmaron con “Daddy, Brother, Lover, Little Boy” y fue a partir de entonces cuando todo se vino abajo. Coreo masivo y movimientos ininterrumpidos en las primeras filas que hacían salir a aquellos que ya no aguantaban el calor. Espectacular sonido y un Eric Martin bordándolo, mucho mejor que en su anterior visita que nos hizo tocando en solitario. El cantante sacó el taladro de púas para “ayudar” a Sheehan a realizar el solo. “Take Cover” fue de lo más aplaudido y coreado de la velada, un medio tiempo exquisito.”Green-Tinted Sixties Mind” supuso el momento dulce y melódico de la velada. Es espectacular ver los malabarismos de Pat Torpey a la batería y ver cómo trabaja Gilbert a las seis cuerdas, siempre enchufado a sus inseparables auriculares gigantes.

 

Continuaron con temas del nuevo disco, que si bien funcionan perfectamente, cuando son dos seguidos los que suenan dejaban a la abarrotada sal aun poco fría. Cayó “A Little too Loose” del “Lean Into It” y v olvió a elevar el nivel de entrega del público. El de la banda siempre estaba en todo lo alto. “Road to Ruin” precedió a la imprescindible “Price You Gotta Pay”, uno de esos clásicos ineludibles. En ese momento empezarían a sucederse los solos, siendo bastante entretenido y con mucho feeling el de Gilbert, pero tedioso y largo el de Sheehan antes de los bises. “Still Aint Enough for Me” nos volvió a recordar que presentaban disco Nuevo y “Around the World” y especialmente “Addicted to that Rush” nos terminaron de convencer de que este grupo juega en otra liga. Entrega total y siempre con una sonrisa dibujada en los labios y la satisfacción de verles motivadísimos. Los bises empezaron con la hímnica “To Be with You”. Qué bien están trabajados los coros del grupo; en todos los temas, pero en este corte es cuando alcanzan el súmum. La banda disfruta con la recta final del show hasta el punto que se cambian los instrumentos. Atacaron la ya habitual “Smoke on the Water” cantada por Sheehan, pero tras el solo de guitarra del mismo fue Torpey quien entró a escena como un ciclón y se llevó una de las ovaciones de la noche. Es un gran vocalista. Pidió Martín que qué tema queríamos, y a pesar de que muchos pidieron “Wild World”, terminaron con una sorpresiva versión de los Who: “Baba ORiley”. Magistral…

 

Tras dos horas y cuarto de show nos preguntamos por qué nos han dejado tantos años sin su presencia. Son una banda absoluta, capaz de comerse a cualquier cabeza de cartel en un festival y vuelven a disfrutar estando juntos y tocando juntos. Hoy en día un show de Mr Big es de lo mejor que se puede ver dentro del mundo del rock, y ese martes de mayo fue testigo de ello. Hay tantas bandas que deberían aprender de ellos… Profesionalidad, entrega, ángel, sorpresa, diversión… y música; música en mayúsculas.

Texto: Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Robert Mills

Asistentes:800

Día:23/05/2011

Sala:Bikini

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9