La tradición de MOTÖRHEAD con la sala Zeleste / Razzmatazz viene de lejos, muy lejos. Por su condición de clásico con poca vigencia y relevancia actual y su poder de convocatoria, la banda de Lemmy y cía siempre estuvo abonada a tocar frente a audiencias medias lejos de los pabellones que llenaban y llenan muchas de sus bandas contemporáneas o los propios MOTÖRHEAD en tiempos pretéritos (Años 80, por supuesto). Pero todo esto ha cambiado. En pleno 2010 –la cosa ya viene de unos pocos años para acá- la institución MOTÖRHEAD se ha revalorizado como la espuma. Ya sea por el reconocimiento mediático que rodea a Lemmy en los últimos años o por la necesidad de la chavalería de identificarse con un tipo arrugado de 65 años (muy en breve 66), la banda británica a día de hoy puede prácticamente codearse con nombres que hace 5 o 10 años les triplicaban en lo que a audiencias se refiere. Y eso es un hecho innegable, irrefutable, indiscutible.

Durante la segunda mitad de los 90’s y los primeros años del nuevo milenio, MOTÖRHEAD no era más que un grupo clásico, de culto, de los de toda la vida, algo venido a menos (en popularidad, que no en calidad), apto básicamente para toda aquella generación de gente ya entradita en edad que se resistía a ver a Lemmy y sus camaradas por última vez. Pero visto lo visto en el anexo al Palau Sant Jordi el pasado viernes, uno ya no sabe que pensar. Según tengo entendido, unas 4500 personas esperaban a la banda en una sala enormemente poblada y con un entusiasmo desmedido, como si de la primera visita del grupo a España se tratase. Y lo más curioso del caso es que entre la audiencia se podía ver por igual a chavales que apenas tenían 20 años así como a treintañeros y cuarentones que probablemente nunca habrían sopesado poder presenciar algo parecido. Porque es evidente que ni se trataba de un festival, ni se contaba con un telonero de peso que arrastre a las masas, ni mucho menos estábamos frente a una banda que rara vez se deja ver por aquí. Por todo ello –más allá de que el concierto fuera mejor o peor- la venida de MOTÖRHEAD a Barcelona en este 2010 podría considerarse todo un éxito sin precedentes.

Si bien es cierto que la banda no se dejaba caer por Barcelona en salas desde el 2002 –si mal no recuerdo- (Mi memoria empieza a mostrar claros signos de deterioro), cualquier persona mínimamente intrépida seguramente haya visto a MOTÖRHEAD en los mil y un festivales españoles donde han tocado, aquel esperpento de Primavera Sound del 2006, el show de Vigo de hace unos meses o algún que otro show puntual del grupo como su actuación de Valencia con SEPULTURA de teloneros hace algunos años. Por no hablar de su presencia constante en los festivales guiris. Vamos, que por poco que te muevas, seguramente hayas podido ver a MOTÖRHEAD en diversas ocasiones, muchas de ellas incluso ocasionales.

De todos modos una cosa no quita la otra. Por muy bonito que parezca todo, me parece una jugarreta un tanto criticable que al día siguiente del concierto más o menos, se anuncie que MOTÖRHEAD van a volver a venir este verano a varias ciudades españolas, incluida Barcelona, como teloneros de la gira de despedida de JUDAS PRIEST. Esa información, de haberse sabido antes, muy seguramente habría condicionado a cientos de personas para esperarse unos pocos meses a ver al grupo. Más aún cuando esta gira no contaba con ningún telonero de peso y la entrada costaba la friolera de 40 euros. Pero bueno, así funciona este mundillo, las cosas son como son le pese a quién le pese. Los promotores no dejan de ser empresarios a fin de cuentas y aprovechan las ocasiones del mismo modo que lo haría tu jefe, el mío o el de cualquier otro.

Si en anterior visita del 2002 MOTÖRHEAD contaron con la Bon Scott Band a modo de teloneros, en esta ocasión fueron también los locales BAD WAY los encargados de calentar motores. Apenas pude presenciar los último minutos de su actuación y la verdad es que el sonido no les hizo mucha justicia. Y es una lástima porque dentro de su rollo –Hard Rock y Rock’n’Roll- BAD WAY es una banda bastante válida que lleva ya unos cuantos añitos en esto, se mueve, posee los contactos y esa profesionalidad necesaria para jugar en la “otra liga”…etc… Pero está claro que a veces talonear a una banda de las gordas puede ser un arma de doble filo: si te van bien las cosas sales victorioso por todo lo grande, pero como algo salga mal miles de personas se llevaran esa impresión a casa, algo realmente injusto, sobretodo cuando la culpa procede de factores ajenos al grupo, caso del mal sonido.

Sin mayores pretensiones escénicas y con la sobriedad que siempre caracterizó a MOTÖRHEAD sobre el escenario, Lemmy, Phil y Mikkey, aparecieron con un simple telón de fondo y un público completamente enloquecido. De primeras, no sabría muy bien decirles si el bolo sonó bien o mal como en el caso de BAD WAY. Con una sala reventada –y uno que ya no tiene ni edad ni ganas de meterse en el fregado de las primeras filas- nos vimos abocados a situarnos de media sala para atrás, justo donde uno podía charlar con los amigos y tomarse unas cervezas sin temor a que ésta saliera volando a causa de un codazo (deja deja que a 7 euros el vaso de medio litro, no está la cosa como para que tengas que acabar lamiendo el suelo…). Desde la distancia media, MOTÖRHEAD sonaron flojos, muy flojos, ¡Y se supone que ellos ostentan el record de decibelios sobre un escenario!. Con tal ínfimo volumen, difícil resultaba ver si la calidad del sonido era la adecuada o no.

Miren, Internet ha jodido la magia de la música en directo. Ok, viendo los setlists por Internet de ante mano uno puede decidir si ir o no a un bolo en función de su gusto por éste. ¿Pero que hay de los que preferimos ir a ver un concierto sin saber qué va a tocar y qué no la banda en cuestión?, ¿Por qué narices la gente tiene que desvelarte los setlist justo minutos antes de que salga el grupo a tocar?, ¿Qué mierda de primicia o exclusividad te da eso?. Por lo visto había bastante gente ofendida de que MOTÖRHEAD hicieran caso omiso de ciertos clásicos del pasado. Esos ni son fans de MOTÖRHEAD ni nada por el estilo. Porque si lo único que te interesa es escuchar el “Ace of Spades”, el “Bomber” y el “Overkill” por trillonésima vez, cómprate mejor un DVD de MOTÖRHEAD de alguna actuación del 82 en vez de gastarte 40 euros en ver a MOTÖRHEAD en el 2010. La jodida manía estúpida que tiene la gente con los “clásicos”, nunca acabaré de entenderlo… Además, ¿Qué setlist sino tocan siempre MOTÖRHEAD en los festivales?. Sino te gusta nada de lo que MOTÖRHEAD hizo en los últimos 28 años pues te jodes, porque tú no eres fan de MOTÖRHEAD sino de un 5% de MOTÖRHEAD, que no es lo mismo.

Bajo el ya clásico lema de “Somos MOTÖRHEAD y tocamos Rock’n’Roll”, Lemmy arrancó los primeros acordes del ya clásico “We’re Motörhead” para engancharlo de inmediato a “Stay Clean”, cuya letra seguramente nunca comprendieron el 75% de los allí presentes (¡Servidor incluido!). El show prosiguió con la nueva “Get Back in Line”, un muy buen tema que demuestra la salud musical del grupo 35 años después de su gestación. MOTÖRHEAD prosiguieron en su línea, es decir, tema nuevo tema viejo tema nuevo tema viejo… Al son de “Metropolis”, un inmenso tema que si bien no incita al despilfarro energético, siempre sabe a gloria. Tras él, la cañera “Over the Top” y la más pausada y reciente “One Night Stand” que dieron paso a “Rock Out”, uno de los mejores temas de MOTÖRHEAD de los últimos años. El setlist prosiguió con temas nuevos como “Ten Thousand Names of God”, “I know how to Die”, “In the Name of Tragedy” (con solo de batería incluido) o “Just cos’ you got the Power” que se fueron intercalando con otros clásicos como “The Chase is Better than the Catch” o “I Got Mine”, para dejar paso a la traca final de la mano de “Going to Brazil”, “Overkill”, “Killed by Death” y “Ace of Spades”.

Por supuesto, es obvio que faltaron muchos clásicos, muchísimos, y en su lugar hubo mogollón de material nuevo, caso de “Born to Raise Hell”, “Motorhead”, “No Class”, “Stone Deaf Forever”, “Orgasmatron”, “Bomber”, “We’re the Roadcrew”,  “Rock’n’Roll”, “Shine”, “Iron Fist”… Pero no se preocupen, para la gira de despedida de JUDAS PRIEST me juego un brazo a que tirarán de repertorio mega clásico. Tiempo al tiempo.

Texto: Javi Félez / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:RocknRock

Asistentes:4500

Día:17/12/2010

Sala:Anexo Palau Sant Jordi

Ciudad:Barcelona

Puntuación:7