Moonspell y Cradle Of Filth abarrotan la Salamandra a golpe de metal extremo

Noche de eclipse la del jueves, ideal para disfrutar de MOONSPELL y del concierto que les traía nuevamente a L’Hospitalet de Llobregat, esta vez en compañía de otro referente del metal extremo como son CRADLE OF FILTH. El público que se congregó en la Salamandra se mostró muy entusiasta con ambas formaciones. El cartelazo lo valía.

Noche de eclipse la del jueves, ideal para disfrutar de MOONSPELL y del concierto que les traía nuevamente a L’Hospitalet de Llobregat, esta vez en compañía de otro referente del metal extremo como son CRADLE OF FILTH. Fernando Ribeiro y los suyos se marcaron un bolazo. La verdad es que el cartel estaba hecho a la medida, lástima que la actuación de los portugueses se nos hiciera tan corta. Aquí nos resulta imposible habar de telonero, ya que ambas bandas tienen suficiente prestigio como para encabezar sus propias giras, así que no hubiera estado de más dejar el mismo tiempo de actuación para MOONSPELL.

Moonspell (Foto: Lucas Korneya)

Su último disco, el conceptual “1755” (2017), que versa en torno al devastador terremoto que se produjo en la costa portuguesa y que originó un tsunami de terribles consecuencias para el país vecino, como era de esperar, tuvo bastante protagonismo en el repertorio. El telón de fondo recreaba el interior de una catedral gótica y el teclado quedaba escondido tras un decorado de tubos, imitando un solemne órgano. Ribeiro, a su vez, parecía the undertaker con su indumentaria, ese luchador que tantos buenos momentos nos regaló años atrás. Al vocalista se le queda pequeño el escenario, todo sea dicho. Es un frontman de diez. Esa voz grave pone los pelos de punta, y cuando coge el crucifijo que dispara infrarrojos ya ni te cuento. Fue concretamente durante la interpretación del tema “Todos Os Santos”, incluido en ese “1755”, y resultó uno de los mejores momentos de la velada, sin duda. Un show que terminó con “Alma Matter” y “Full Moon Madness”, clásicos imperecederos donde los haya.

Moonspell (Foto: Lucas Korneya)

Y tras los cambios pertinentes de escenario, turno para CRADLE OF FILTH. La batería de Martin Skaroupka ocupaba gran parte del escenario, parapetada tras unas placas de metacrilato, un recurso que no se acostumbra a ver en los conciertos de heavy metal pero de gran utilidad, sobre todo para los músicos que están cerca. El pequeño gran voceras, Dani Filth, salió con el rostro tapado, y de buenas a primeras se metió al respetable en el bolsillo. Resulta una gran experiencia escuchar todo el repertorio de tonos y matices que salen de la garganta de este curioso personaje. Asimismo, en el telón de fondo pudimos ver ese particular «Nacimiento de Venus» que da forma a la portada del último disco, “Cryptoriana – The Seductiveness Of Decay” (2017), arropando a una entregada banda, en la que destacó la teclista y cantante canadiense, Lindsay Schoolcraft, que apoyaba a Dani en las voces subida en un pedestal.

Cradle of Filth (Foto: Lucas Korneya)

Como decía, CRADLE OF FILTH dispuso de más tiempo para llevar a cabo su actuación, en concreto una hora y cuarenta minutos, en la que dieron un repaso a buena parte de su discografía, dejando espacio para el ya mítico “Cruelty And The Beast” (1998), que cumple veinte años este 2018. Aunque no lo parezca, el tiempo pasa, y cuando hablamos de CRADLE OF FILTH lo estamos haciendo de una banda veterana y referente mundial de todo un género. Por suerte, la voz de Dani apenas ha cambiado a lo largo de los años. El tipo, aparentemente, se conserva bien, y ese elemento sigue siendo lo más característico de la banda. De sus cuerdas vocales salieron temas como “Blackest Magick In Practice”, los tres actos de “Bathory Aria“, “Heartbreak And Seance”, “Nymphetamine Fix”, “The Death Of Love”, “You Will Know The Lion By His Claw” o “Born In A Burial Gown”, entre otros, sin desfallecer ni un solo momento.

Cradle of Filth(Foto: Lucas Korneya)

En contraste con MOONSPELL, que poseen un repertorio algo más “accesible”, el combo británico ofrece un conjunto de canciones cuyo disfrute depende del oído más o menos entrenado del espectador. A pesar de que, con el tiempo, CRADLE OF FILTH se ha ido depurando y adecuando hacia públicos de diversa índole, hay temas que cuestan. El blast-beat, según cómo, se te clava en el cerebro y no te suelta, así como los alaridos que el Sr. Filth deja ir por sus fauces, imposibles de descifrar si no tienes la letra a mano. Sin embargo, tenemos que agradecer que la banda se encuentre en tal estado de gracia, tras tantos años al pié del cañón. El público, que se congregó en la Salamandra de L’Hospitalet, se mostró muy entusiasta con ambas formaciones. Así que todos contentos. A pesar de ser jueves, la sala ofreció un aspecto prácticamente de “sold out”, muestra de que el cartelazo lo valía.