Moonloop triunfan en Barcelona tras 15 años de lucha
A diferencia de muchas otras bandas parecidas a ellos, MOONLOOP no han refinado y suavizado su propuesta con el paso de los años, una baza que juega a su favor en directo donde la gente por lo general, prefiere música movidita que ejercicios infinitos de tecnicismo que en muchas ocasiones no conducen a ningún lado.
Siempre he creído que quien siembra y riega con esfuerzo y tesón, acaba recogiendo sus frutos tarde o temprano. En estos tiempos convulsos que vivimos donde todo es tan rápido y fugaz que apenas tenemos tiempo para saborear nada, donde lo queremos todo de forma absolutamente inmediata y donde rige la ley del mínimo esfuerzo, es de agradecer comprobar como bandas currantes y trabajadoras como MOONLOOP han acabado posicionándose muy favorablemente tras 15 años de incesante trabajo, yendo poco a poco pero con paso firme hacia un objetivo muy claro; profesionalizarse como banda. Y no me refiero a poder vivir de ello -algo utópico actualmente- sino a llevar al límite todo lo que tiene que ver con el grupo, ya sean las composiciones, la producción de sus discos, el acabado de los mismos, la presencia escénica y lógicamente el contar con un sello discográfico potente detrás que valida tu propuesta. A día de hoy, por desgracia es tan común ver a bandas formadas 6 meses atrás grabando discos y presentándolos a modo de gran evento cuando apenas han aprendido siquiera a afinar sus instrumentos. Todo es paja, envoltorio, engalanado y presentado debidamente en redes sociales creando una falsa expectación que en nada se corresponde con la realidad que no es otra que una banda en la que en otras épocas habría necesitado de 10 años para hacer lo que en actualmente han hecho en apenas uno. Toda banda necesita años de engranaje, de vivir experiencias musicales y personales de forma conjunta, de adquirir rodaje a base de patearse mil garitos y de grabar un buen arsenal de maquetas obteniendo así experiencia de estudio antes de plantearse grabar un disco en toda regla. Así ha sido siempre y así debería seguir siendo, algo que ya apenas sucede y que juega en contra de la calidad y credibilidad de una escena musical.
MOONLOOP en ese sentido han sabido hacer las cosas de forma correcta, labrándose una reputación a lo largo de 15 años, editando 4 o 5 demos, antes de dar el gran paso que supone fichar por un sello de cierta envergadura -Listenable Records- y editar su disco debut “Deeply from the Earth” en el 2012. Justo un lustro después, la banda retorna con “Devocean”, editado también bajo los auspicios del famoso sello galo, presentándolo en Barcelona ante su público con dos bandas teloneras FACE THE MAYBE y PERENNIAL ISOLATION ante una sala que presentaba un aforo considerable con cerca de 200 personas.
PERENNIAL ISOLATION fueron los encargados de abrir la velada presentando también nuevo disco, “Epiphanies of the Orphaned Land” (editado a finales del pasado 2016). Por desgracia no pude ver su actuación por los mismos motivos por los que muchas veces me pierdo a grupos teloneros teniendo que venir de fuera de Barcelona en horas punta tragándome todo el tráfico que se acumula entorno a las 7 u 8 de la tarde de entrada a la capital. Llegué justo cuando FACE THE MAYBE arrancaban su segundo tema. No estoy familiarizado con su propuesta, siquiera con su nombre, pero está claro que poseen cierto seguimiento a tenor de lo visto pues fueron capaces de congregar a varios seguidores en las primeras filas. Venían los catalanes presentando su segundo trabajo “The Wanderer” que imagino debió conformar el gran grueso de su actuación, moviéndose cómodamente entre el metal progresivo de corte más moderno y el metalcore más rabioso y actual, bastante dado a los tecnicismos, sobre todo por parte de su guitarra que no andaba cojo precisamente. Uno a uno, fueron FACE THE MAYBE desgranando los temas de ambos trabajos discográficos mostrando unas tablas considerables y un gusto exquisito por el detalle y la ejecución casi quirúrgica tan necesaria y aplaudida en estos estilos musicales. Emparedados entre dos propuestas de corte más extremo, la banda puso el contrapunto progresivo dándole color y diversidad a la velada.
Con cierto retraso sobre la hora a la que suelen aparecer los cabezas de cartel en la sala Bóveda (desconozco los motivos), salieron MOONLOOP a prisa y corriendo conscientes de que el reloj jugaba en su contra. El sonido, al igual que el resto de la noche, dejó bastante que desear evidenciando que el Bóveda, a diferencia de otras salas, suele ser muy irregular en cuanto a calidad sonora se refiere. MOONLOOP no empezaron a sonar decentemente hasta bien entrada su actuación y eso desluce, sobre todo en propuestas como la suya donde la gente quiere escuchar con claridad lo que cada instrumento hace. La pelota de graves realmente no amainó en ningún momento pero acabó por hacerse soportable. Pese a ello, MOONLOOP sabían que jugaban en casa, presentando disco ante su público, y no podían fallar así que fueron por faena y lejos de intimidarse fueron creciéndose poco a poco, mostrando un nivel estratosférico que muy pocas bandas de la ciudad condal poseen a día de hoy. Ya no es solo lo que tocan sino la soltura con la que lo tocan. Pese a la naturaleza compleja de su música, MOONLOOP logran que su actuación resulte amena para el espectador y eso se logra a base de muchas tablas y años. Por muy bien que toques, si estás estático sobre un escenario mirando tu mástil no vas a llegar a ningún lado. Menos comunicativos que en otras ocasiones (imagino que por las limitaciones de tiempo), los catalanes fueron desgranando su nueva obra “Devocean” casi en su totalidad, recreando al detalle lo que podemos escuchar en el disco, algo que cada vez cuesta más de ver sobre un escenario a sabiendas de las facilidades para editar los discos en estudio y dejarlos niquelados. La banda, ensayada y rodada, ejercía su labor sin fisura alguna dotando a sus temas del hermetismo necesario para desarrollar la brutalidad que las partes más extremas de su música requieren y demandan, brutalidad que se veía equilibrada con los pasajes más tranquilos y sosegados a los que nos tienen acostumbrados, mostrando sendas caras del grupo, la más bruta y la más calmada e introspectiva. Eric Baule, su frontman, sabe como acaparar la atención gracias a una ejecución magistral tanto instrumental como vocal y una presencia escénica tan intimidatoria como cercana que hace que el relativo inmovilismo del resto de miembros no afecte apenas al conjunto.
A diferencia de muchas otras bandas parecidas a ellos, MOONLOOP no han refinado y suavizado su propuesta con el paso de los años, una baza que juega a su favor en directo donde la gente por lo general, prefiere música movidita que ejercicios infinitos de tecnicismo que en muchas ocasiones no conducen a ningún lado. MOONLOOP logran un equilibrio perfecto que no los hace ni empalagosos para los detractores del progresivo ni simplones a ojos de los muy puestos en la materia. Tanto pueden recordar a los viejos DEATH, MORBID ANGEL, CYINIC o ATHEIST que a los más tranquilos y actuales OPETH o PORCUPINE TREE, gracias a su forma de entender la música que me da a mi más tiene que ver con la capacidad de crear sensaciones sonoras que de demostrar a nadie la cantidad de notas por minuto o los compases 13/8 que eres capaz de tocar.
Tras cerca de una hora de actuación, MOONLOOP se despedían con “Medusa”, single y videoclip del disco, dejando un muy buen sabor de boca y evidenciando que son a día de hoy una de las bandas más profesionales a todos los niveles de nuestra escena.
Promotor:Moonloop
Día:12-05-2017
Hora:20:00
Sala:Bóveda
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Face The Maybe + Perennial Isolation
Puntuación:8
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