Jerry Only es gato viejo. Misfits ya murieron en 1984 después
de que él y Glen Danzig partieran caminos de forma no muy amigable y, viendo
que la carrera de su exvocalista no le ha marchado nada mal, estaba difícil
una reunión futura. En 1997 resucitó a sus monstruítos bajo su batuta pero con
un resultado algo irregular. Está claro quién tiene los derechos del nombre
Misfits y, orgulloso de ello, ha montado su particular All-Stars of Punk y hasta
se ha dedicado a hacer realidad viejos proyectos y sueños. De hecho, la velada
de esta noche servía de presentación de su último Project 1950, una decena de
versiones clásicas de los años 60 pasadas por el filtro Misfitiano. Only ha
sido siempre un enamorado de la era de las películas de la Hammer y de los clásicos
que sonaban en el tocadiscos de su madre en su tierna infancia.

Sabedor que hoy en día Misfits no tienen más que el estatus
de banda de culto pero que difícilmente podrían llenar salas de medio aforo,
decidió acertadamente llamar a dos pesos pesados de la escena punk más clásica
y americana. Dos iconos tan celebérrimos como Marky Ramone (Ramones, con esto
ya está todo dicho) a la batería y con Dez Cadena (Black Flag) a la guitarra,
permiten a Only capitanear una apetitosa banda “revival” capaz de bombardear
en una misma descarga a Ramones, Black Flag y a Misfits. ¿Qué más puede pedir
un fan del mítico punk fogueado en el CBGB’s?. Evidentemente este formato trío
queda bajo el nombre de Misfits y es Jerry quién debe tomar el timón en las
voces.

No hacía ni un año que habían aterrizado en la misma sala
consiguiendo un llenazo hasta la bandera y dejando a un nada desdeñable número
de fans a las puertas del Razz II. Evidentemente esta segunda ocasión ya no
fue tan excepcional como la primera, pero si que se rozó el sold-out. Curioso
si recordamos que hace dos años Marky Ramone visitó la sala Magik con sus Speedkings
y ni tirando de catálogo Ramone llegó a meter más que a cuatro gatos mal contados,
dos de ellos de prensa. Abrían fuego los Vietcongs, grupo al cual no pude ver
por motivos derivados de esta misma web. Apoyados en el clásico telón con el
monstruo de los Misfits aparecía el trío All Star con más ganas que suerte.
El 1,2,3,4 encabezaba todos los temas, siempre a una velocidad bastante más
elevada de lo que nos tienen acostumbrados en estudio. Jerry Only dejó claro
que pese al horroroso sonido que gastaban en esos primeros compases no es un
vocalista suficientemente válido como para escupir temas tan legendarios. La
primera ráfaga pertenecía en su totalidad a Misfits, así pues cayeron “Teenagers
From Mars”, “Bullet”, “Attitude”, “Halloween” y “Skulls”, muy coreadas por el
público pero muy deslucidas por el pésimo sonido. Dez Cadena lucía los ojos
sombreados y vestía una camiseta de Misfits, pero el bueno de Marky estaba enfundado
en la clásica camiseta Ramones y ni rastro de Margareth Astor por su faz. La
leyenda tiene claro que sus orígenes son incorruptibles. Dez Cadena escudaba
a Only en los coros y demostraba cada vez que abría la boca que sus cuerdas
vocales lucen más que las de Only. “Last Caress” puso patas para arriba el local.
Está claro que si Metallica hacen una versión de tu banda pasas a ser grupo
de culto y el tema versionado pasa a ser himno por antonomasia de tu repertorio.
Turno para el legado Ramone con “I Don’t Care”, “Teenage Lobotomy”, “Sheena
Is A Punk Rocker” y una rápida mención al difunto Dee Dee Ramone. Black Flag
son los siguientes en caer con un Cadena que toma más protagonismo. El sonido
mejora bastante y la incursión a su nuevo Project 1950 aporta algo más de melododía
de la mano de “This Magic Moment” y “Dream Lover”. El experimento resulta muy
logrado y atractivo recordándome a esos locos daneses de Nekromantix y su Psycho
Billy particular. Llevan disparados ya más de veinte temas y parece que no tengan
intención ninguna de frenar. El set-list que cuelga cercano al kit de Marky
es kilométrico. Mucho más lucida resulta esta noche que la catastrófica velada
con los Speedkings. Otra ráfaga de Ramones y esta vez con algunos de sus cortes
más comerciales: “The KKK Took My Baby Away” y “Pet Cemetary” vuelven a encender
a los presentes. El surf humano y el pogo caen a cuentagotas pero se mantienen
fieles a la cita con el punk. “I Wanna Be Sadated” es otra de las imprescindibles
y viene acompañada de clásicos de los Misfits como “All Hell Breaks Loose” y
como no: “Die, Die My Darling”. Apenas una hora frenética y extasiante pero
sólo eso, ya sólo quedan los bises. Marky se dirige a la masa y presenta otra
vez a sus compañeros que piden un “Hey Ho Let’s Go”. Turno para la inmortal
“Blitzkrieg Bop” y para la cafre “Beat On The Brat”. Para sorpresa de todos
la despedida no la pone otro clásico de los Misfits y si la canción que más
esperaba yo: otra incursión a su nuevo Project 1950, la archiconocida “Runaway”
(de Paul Anka creo), uno de esos temas que hagas como la hagas, toques como
la toques queda de maravilla, pues la canción por si sola ya es un temazo. La
bordan y se perfila como single seguro. A ver cuando llega este dichoso disco
a las tiendas del país…

Poco más, entrega de muñequeras, baquetas y púas entre los
asistentes y ovaciones algo tímidas. La verdad es que el público de esta noche
no estuvo muy entregado con sus héroes, excepción claro de las siempre bulliciosas
primeras filas.

Interesante concierto a manos de un combo con grandes posibilidades
de repertorio, si bien previsible, y algo criticable en cuanto a filosofía.
Si bien Jerry Only cuajó una actuación a mejor en cuanto a voz se refiere, está
claro que por mucho carisma que atesore necesita de un vocalista más nato. Su
protagonismo o ego deja como corista a un Dez Cadena que si bien tiene garganta
de cantante de thrash y no lo hace mal, tampoco parece ser el adecuado frontman.
Ramones y Misfits están por encima de Black Flag y eso le relega a ocupar su
sitio. Está claro que el tinglado funciona pero podría marchar mejor. Son músicos
que por separado soñarían por tener a una audiencia de estas dimensiones, pero
necesitan de la simbiosis entre ellos. Por mucha leyenda que sean estoy seguro
que cualquier fan de Misfits preferiría una reunión clásica con Danzig, otro
de Ramones preferiría ver a Marky con Johnny (tan difícil como la otra) y otro
de Black Flag se inclinaría por verlos en solitario y con su show al completo.

Este trío All Star es un parche interesante pero que difícilmente
va a tener continuidad en estudio a no ser que sea con proyectos estilo Project
1950. Ya van dos giras “revival” en dos años y tanto va el cántaro a la fuente
que al final se rompe.

Texto:Jordi Tàrrega
Fotos: Sergi Ramos

Datos:

Razzmatazz 2
Barcelona
Promotor: Robert Mills
Publico: 500 personas

Día:08/02/2004

Puntuación:8