Obviamente, uno de los momentos álgidos del show fue “Into the Arena”, hoy en día sin largo solo de batería cortando el tema. Apenas un breve solo de Bucholz y una pequeña improvisación de Schenker alargaron unos segundos más el tema. La gente quiere canciones y el guitarrista lo sabe. Del mismo modo que sabe que solos como el de “Into the Arena” se corean nota a nota y no puede fallar ni un lick. Y no lo hace.

Michael Schenker tocó fondo en algún punto de mitad de la década pasada. Llegó un momento en el que ya no podía seguir como estaba y de los chándals de yonki y la pinta de homeless pasó a un aspecto muy mejorado, a relacionarse de nuevo con su hermano Rudolf en algunos conciertos especiales de los Scorpions y a tomar el toro por los cuernos en su carrera en solitario. Ahora, el Schenker que no llenaba la sala Faktoria d’Arts de Terrassa tiene que cambiar sus conciertos de recinto a un espacio más grande debido a la demanda de entradas. Eso es lo que ha pasado esta semana, pasando del Bikini (600 personas) a la configuración sencilla de Razzmatazz (1200 personas). Todo un testimonio del resurgimiento profesional y personal de un guitarrista que siempre tuvo un punto de atormentado y que hoy en día toca mejor que nunca.

En Barcelona, el ambiente alrededor de Razzmatazz era el propio de las grandes citas. Colas y bares con movimiento, algo que no siempre se ve en tiempos recientes. Tanta era la muchedumbre que la siempre colaboradora seguridad de la sala (nótese la ironía) pretendía que hiciésemos cola para recoger nuestro pase, con lo cual llegamos ligeramente tarde al inicio de los teloneros, Fyre.

Fyre es una banda a la que prestar atención. Vienen de telonear a Anastacia en su gira europea, pero no penséis que tienen nada de pop en sus canciones. En la banda están Tolo Grimalt y Lars Ratz, ex-miembros de Metalium, quienes sientan las bases para que la cantante argentina Alejandra Burgos muestre su carisma y dotes como vocalista y guitarrista. Si en disco las canciones tienen gancho (os recomendamos que escuchéis “Missy Powerful” aquí) en directo cobran nueva vida por la actitud y voz hard rockera y a ratos punk-rock de Burgos. Temas como “We Are Here” tienen potencia y actitud – con elementos de bandas modernas como Halestorm en coros y melodías. Por otra parte, “Get The Hell Out” es juguetona y hace partícipe al público de los coros, con una Alejandra que se lo lleva de calle con su actitud. Terminaron el show con la potente “Front Row Kids”, que tan pronto tiene de Hanoi Rocks que de Guns N’ Roses que de The Donnas, por hacernos una idea de la mezcla de la que estamos hablando. No os dejéis confundir por el hecho de que haya ex- Metalium en la banda: esto no tiene nada de power metal. Es rock, bien ejecutado y con mucha energía.

Tras una espera de media hora, salió a escena Michael Schenker y lo hizo de la mejor manera que podía hacerlo: Wayne Findlay teclea los primeros acordes de la intro de “Doctor Doctor” y el público estalla. Tocar el tema más reconocido de tu carrera musical para empezar el show es algo que muy pocas bandas hacen y parece querer decir algo así como “bueno, aquí tenéis el hit que queréis, ahora vamos a por lo demás”. Hay que tener mucha confianza en ti mismo para sacar el hit a relucir a la primera de cambio. Schenker tenía un setlist muy consistente bajo el brazo y sabía que era una buena decisión.

El guitarrista alemán hizo gala de maestría desde un buen principio: la tranquilidad con la que ejecuta los solos más míticos es insultante. Además, tuvo muchos clásicos en los que probar sus capacidades, porque menos cuatro canciones nuevas, todo lo demás fue un recopilatorio de Scorpions, Ufo y Michael Schenker Group. Y cabe decir que el público toleró muy bien “Where the Wild Wind Blows”, “Lord of the Lost And Lonely” o la inédita “Vigilante Man”. Pero al final, los brazos en alto llegaban con “Armed and Ready”, “Coast to Coast”, “Let It Roll” -con los pelos como escarpias en la parte central- o “Too Hot to Handle”. Es bueno ver que el bueno de Schenker está reconciliado con su pasado, incluso el de Scorpions y le rinde tributo debidamente. Ayuda, obviamente, que en su banda milite Herman Rarebell a la batería y Francis Bucholz, dos ex-Scorpions que le dan más significado si cabe a los temas ejecutados. Escuchar “Rock You Like a Hurricane” de mano de estos tres músicos es un privilegio.

Obviamente, uno de los momentos álgidos del show fue “Into the Arena”, hoy en día sin largo solo de batería cortando el tema. Apenas un breve solo de Bucholz y una pequeña improvisación de Schenker alargaron unos segundos más el tema. La gente quiere canciones y el guitarrista lo sabe. Del mismo modo que sabe que solos como el de “Into the Arena” se corean nota a nota y no puede fallar ni un lick. Y no lo hace.

La nota discordante la pone un Doogie White que no termina de encajar vocalmente con Schenker. Su voz es demasiado fina para el estilo del alemán y a veces da la impresión de que resta más que suma. Sobre el escenario es enérgico y entregado, pero la voz no termina de casar con los temas, especialmente en el caso de los de UFO o los más ochenteros del Michael Schenker Group.

Para finalizar el show, no podían faltar “Lights Out” y “Blackout”. Dos auténticos clasicazos de la historia del hard rock que sirvieron como broche de oro a una noche de domingo entre viejos guerreros del metal (muy poca gente joven en el show, dato a tener en cuenta) que buscaban evocar tiempos pasados. Y salieron contentos.

Promotor:RM Concert

Día:23-11-2014

Hora:20:00

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Fyre

Puntuación:8