Mi querido y bienamado Javi Metal ya ha tenido suficiente ración de MARILLION
este año. Para los que no lo recordéis nos marcamos un acústico de esos que
a uno se le escapa el pipí en nuestro programa de radio, Electric Circus, con
los señores de MARILLION y por ende, se han convertido, como PRIDE OF LIONS,
en una banda por la que tengo una especial simpatía, ya que los he visto como
ensayan, como se entregan y como lo dan todo a escasos centímetros de distancia.
En las distancias cortas es donde una gran banda se la juega…Y MARILLION siempre
han salido victoriosos ante mis ojos. He tenido posibilidad de entrevistarles
cuatro veces en este pasado año, y de verles en directo un par de veces y solo
me resta decir que son la profesionalidad personificada. Todo a tiempo, bien
hecho, con ganas, y sin un solo error.

Entiendo que la legión de seguidores que adoran a MARILLION sea tan numerosa
y dedicada. Son una de esas bandas que realmente agradece el trato con los fans
y que se acercan a ellos sin miedo para que lo que les transmiten con su música
cobre un significado aún mayor en sus vidas. Sin embargo, en ésta última ocasión
note a una banda algo cansada y un poco hartos unos de otros. Recién llegados
de una extenuante gira americana, es más que comprensible que Steve Hogarth,
Steve Rothery y Pete Trewavas deseen no verse en un par de meses. Además, Steve
Hogarth parecía encontrarse bajo la influencia de alguna sustancia, aunque simplemente
fue mi impresión (no lo estoy acusando de absolutamente nada). Trewavas y Rothery
se miraban cuando Hogarth comenzaba sus largos discursos sobre su infancia,
la poesía o el precio de los tomates, casi compadeciendose con la mirada de
las parrafadas que estaba soltando el vocalista a un público que hacia esfuerzos
por entenderle y reirle alguna que otra gracia. Sin embargo, sigo creyendo que
una aparición repentina del Señor Mojón para secuestrar a Hogarth podria haber
sido lo mejor que hubiera sucedido esa noche.

Pues si, me dejaron frio. Y fue culpa de Hogarth, que lo noté raro. Hasta mi
buen amigo Rolo admitía que estaba algo raro el vocalista, pero diantres, peguense
ustedes giras de muchos meses y a ver si mantienen el carácter igual de pomposo
y felizón. Aceptamos barco, va…

El susodicho fue el primero que apareció en escena para interpretar solito
con su teclado “Cover My Eyes” de manera muy emotiva. La expresividad facial
de H cuando canta es algo digno de estudio. Si fuera David Coverdale el que
hiciera esos gestos, estaríamos hablando de liftings saltando a diestro y siniestro
por la sala, pero como es Hogarth pues nada, queda bien y todo. La verdad es
que los primeros temas fueron increíbles, siguiendo con “Marbles I” y mi favorito
de su nuevo disco: “Don’t Hurt Yourself”. Fue a partir de ahí que Hogarth comenzó
a alargarse hasta el punto de darse cuenta el solo y mandarse callar a sí mismo
para poder empezar un tema. Hubo momentos de complicidad, como cuando miró a
Pete y dijo “y ahora Pete os va a explicar un chiste” ante lo cual Trewavas
se quedó con cara de pánico escenico y se negó a explicar ningún chiste.

“This Is The 21st Century” y el también nuevo “You’re Gone” dieron paso a una
encantadora versión del “Hollow Man” con Hogarth solito con su piano sobre el
escenario. Tras “Answering Machine”, el concierto recobró el ritmo con “Easter”,
“80 Days”, y desde el “Season’s End”, “King of Sunset Town”. El final llegó
con “Sugar Mice”, el cual fue reclamado casi por decreto por parte de un público
deseoso de recuperar piezas de la historia más antigua de MARILLION.

Para el bis aparecieron Aziz y Dal, el guitarra y el percusionista que suelen
acompañar a Hogarth en sus aventuras en solitario. Con ellos interpretaron un
insultantemente bueno “Man of a Thousand Faces” y tras una interminable ronda
de aplausos que tuvo su punto álgido con el regalo de una botella de champagne
al presidente de su club de fans –Ivan Frauca-, sonó “Sugar Mice”, cerrando
definitvamente la noche.

Bravo por los británicos, los cuales demostraron una vez más que valen su peso
en oro y que no tienen rivales en lo que a feeling se refiere sobre el escenario.
Sin embargo, ha sido un año demasiado intenso, y necesitan descansar una más
que buena temporada.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Datos:Razzmatazz 2
Barcelona
Publico: 400 personas
Promotor: The Web Spain

Día:20/11/2004

Puntuación:7