Nueve meses han pasado desde que presencié  el último
concierto de Marea en el Palau Olímpic de Badalona en el festival Ruta Rock.
Advertí en ese momento que la banda podía haber dado mucho más de sí, no lo
hizo del todo mal pero sabía que el grupo era capaz de concedernos una noche
más satisfactoria. El pasado 12 de Marzo fue esa noche.

Antes de explicaros como fue la noche quiero disculparme
por el retraso de esta crítica, que hace ya más de un mes que tenía que haber
sido publicada, pero la vida da muchas vueltas y a veces nos pilla desprevenidos
y “en bragas”. En fin.

Marea cerraba gira en Barcelona, una gira que ha
dado muchas vueltas al país y ha recorrido cada rincón y casi cada escenario
disponible, y es que su último álbum, 28.000 puñaladas, aunque peque de poco
imaginativo, no es una razón para que no fuese accesible justo en un punto de
la carrera de la banda donde poco debían hacer para recoger la cosecha que sembraron
hace tiempo.

Con una Vall d’Hebrón llena hasta los topes y un
público entregado como pocas veces he visto, empezaba a sonar el tema de Los
Chichos que abre cada velada de la banda. Sin más dilación La Rueca y Virgen
del fracaso ponen a la gente “a tope” casi casi callando al propio Kutxi, el
cual no ocultaba su sorpresa por ver a tanta gente corear sus letras sílaba
por sílaba.

Un repertorio muy centrado, demasiado,  en su disco
más vendido, y se echó de menos quizás haberle dado más margen a los dos primeros
discos.

Curioso era el escenario y el montaje que llevaban,
nada complejo, algo verdaderamente simple pero con un técnico de luces que hizo
un trabajo excelente, si señor, y como la misma banda, simple pero efectiva.
Sorprendió presentando Kutxi a un amigo suyo que de vez en cuando aparecía para
rendir tributo a Camarón él solo en el escenario con su guitarra flamenca e
hizo que el show de esta noche se convirtiera en algo más ameno y original.

Seguían cayendo los hits de la banda tales como
Manuela canta saetas, Ya lo dijo el Camarón, Alfileres y la fantástica Corazón
de Mimbre entre otras. Colaboraciones incluídas en algunos temas como el líder
de Reincidentes obviamente en Como el viento de poniente (se la debían).  Los
temas más aplaudidos eso sí, los correspondientes a su mejor obra, Besos de
perro. El mismo tema que abría ese magnifico álbum marcaba el comienzo del final,
seguido de su último single Como los trileros y Perro verde para acabar espectacularmente
con el tema que da título al grupo, por un momento pensé que la Vall d’Hebrón
se venía abajo.

Magnífico concierto que quedará grabado para la
posteridad en DVD y que servirá para calmar el hambre a todos los seguidores
de la banda, ya que esta a día de hoy sólo tiene un tema compuesto y han advertido
que no saben cuando volverán a la escena, quizás en un año, dos o diez, lo importante
es que recuperen el talento perdido en 28.000 puñaladas.

Texto y Fotos: Marruan Anaboussi

Datos:Palau de la Vall d'Hebró
Barcelona
Promotor: Rock N' Rock
Publico: Lleno

Día:12/03/2005

Puntuación:8