LOS SUAVES

Resurrección o vuelta a los 90, como ustedes prefieran, pero lo vivido el pasado sábado en la mayor de las Razz es sencillamente antológico, si más no, para todos aquellos que amamos a Los Suaves. Era la cuarta vez que podía verles este año y en más de una el caballero de la triste figura había tirado todo el trabajo de la banda por la borda. Si a eso le sumamos las muchas especulaciones sobre si Cereijo se largaba, pues claro, uno creía que los de Ourense se iban a quedar como un bonito recuerdo de lo que fueron: la mejor banda de rock duro hispana de los 90 sin nadie que les pudiera hacer sombra.

Pero las cosas cambiaron radicalmente. Dos horas y diez de directo, una banda apabullante y un Yosi renacido. Cuántas bocas llegó a callar esa noche, pues muchos habían enterrado prematuramente a ese luchador mostachudo.

Si os digo que cayeron “¿Sabes? ¡Phil Lynott murió!”, “Navidades Suaves” y “Viajando al fin de la noche” a más de uno se le caerá la lagrimita. Una maravilla, banda pletórica y gente entregada, ¿qué más podemos pedir?

Amenizando la velada estuvieron los ¡Sorprendente!, banda ya madura y que parece coetánea de los gallegos, pero de la cual hace pocos años que sabemos. Buen humor, un buen puñado de buenos temas y un líder que es todo un showman y al que se le nota que ha bebido mucho de Suaves. Cumplieron con creces y me parecen un grupo ideal para abrir lo que se avecinaba.

Y evidentemente, tras la pregunta de “¿Hay alguien ahí?” atacaron con “Preparado para el Rock and Roll”, todo se viene abajo y la sala, casi llena, cantó a pleno pulmón todos los versos que sonaron. Siguieron con la infaltable “San Francisco Exprés”, del disco con homónimo título y que es sin duda uno de sus cortes más netamente heavies que tienen en su haber. Llegó luego una de las grandes sorpresas: “¡Sabes, Phil Lynott murió!”, bañada en nostalgia y que curiosamente dejó algo fría a la sala. Sería el único momento.

Las incorporaciones de Tino y Fernando Calvo se notan enormemente ahora que Yosi está en plenas facultades. Su fiel escudero y hermano Charly sigue cumpliendo su papel algo más apartado, como siempre ha sido. Y Cerejo… como siempre: genial.

“Palabras para Julia” es ya todo un himno y fue otro de los grandes momentos. Pero ante una andanada tal que contiene “Dulce Castigo”, “Malas noticias” o la recuperada “Lisa” es difícil destacar un tema sobre otro. Sólo hubo un par de momentos en los que el Yosi desentonó, y la verdad es que fueron divertidos y salvados con elegancia. El primero de llamarle a la sala, Zeleste (como en los 90) y el perderse en la emotiva y grandiosa “Si pudiera”, aunque entonó un “maldita estrofa” y siguió con el tema. Cabe señalar que en el Leyendas le ocurrió lo mismo pero no reaccionó como esta vez.

“Ourense Bosnia” puso otro de los momentos más emotivos con ese crescendo y final metálico. El delirio volvió a pasearse con “Pardao”, otro momento digno de karaoke metal. La verdad es que Yosi no abusó en ningún momento del clásico dejar que el público cante mientras se pasea por las tablas abrazando y besando a sus compinches de manera afectuosa. “Viajando al fin de la noche” hizo que a muchos nos aflorara una lagrimita. Es genial cantar eso de “Alguien morirá esta noche”. Y terminando la primera parte ese himno llamado “Dolores se llamaba Lola” que hizo botar, otra vez, a la ya encendida y entregada sala.

Los primeros bises fueron tres maravillas de última hornada: “Mi casa”, “Chou chou, llega el tren” y la ya clásica “Ya nos vamos”. No desentonan, y es perfecto hacerlas sonar después de tantos clásicos.

Y cómo no, llegaron las “Navidades suaves” con el confeti, los gorros, chaquetas de Papa Noel y las tres banderas: la catalana, la gallega y la de Los Suaves. Ya despidiéndose nos regalaron esa maravilla de ecos Thin Lizzy llamda “El Afilador”, para muchos su mejor composición, y como cierre, la macarrilla y primeriza “Chaquetas de cuero”. Tras una larga despedida sonó de fondo “Dios es Suave”, poniendo la banda sonora mientras todos salíamos absolutamente convencidos de la descarga.

Otro detalle, don Yosi estaba a la salida agradeciendo y haciéndose fotos con todos, nada de esconderse, dando la cara y dejándole al fan un sabor de boca inolvidable. Posteriormente irían, como no, al bar Pepe’s, pero esta ya es otra historia… Podrían recuperar “Pobre jugador”, “Siempre igual”, “Tomás el tendero” o mi querida “Hotel”, pero vaya, esperemos que cuando vuelvan le den otro repaso al set-list al que poco le podemos achacar.

Soy de los que creía que Yosi estaba más para Cine de Barrio y para homenajes que para liderar conciertos como antaño, pero si como esta noche, es capaz de dejar la bebida y comportarse en el escenario, Los Suaves serán capacs de mantener esa magia de antaño y con dos grandes fichajes que incluso les hacen sonar más contundentes y compactos. Lo de ayer no fue una “Víspera de todos los Santos”, fue un domingo de resurrección. Un diez. El caballero de la triste figura vuelve a alzar su lanza pues todavía quedan muchos gigantes y molinos con los que pelear.