LORDI

Después de haber presenciado el show de LORDI hace escasos cinco meses en Rovaniemi,
su ciudad natal, el hecho de volver a verlos me llamaba la atención por un hecho
no demasiado musical, sino simplemente escénico: ver como se las ingenian LORDI
sin su espectaculo pirotécnico en países en los cuales no les conocen demasiado.

Al llegar a la sala Razzmatazz 2 me encontré con bastante más gente de la que
me esperaba para un concierto como este. De hecho, esperaba encontrarme una
sala medio vacía, con 40 o 50 curiosos esparcidos por la sala, viendo distantemente
el concierto de la banda esperando a ver qué diabluras podían llegar a hacer.
De hecho, fue eso lo que pasó con sus teloneros, AMSET, en su anterior actuación
en la Sala Mephisto en Octubre, y ese silencio penetrante que hay en estos casos,
es capaz de arruinar una actuación de pies a cabeza. Por suerte, en el concierto
de los teloneros y de las estrellas hubo un buen numero de fans, alrededor de
los trescientos, que se acercaron para ver de cerca la espectacularidad de la
banda finesa y sobretodo –y esto es lo que menos me esperaba -, corear sus temas
con histerico fanatismo.

Tenía mis serias dudas acerca del impacto de una banda como LORDI en un país
como España. Pensaba que “fantoches” era lo más suave que les soltaría el público
durante su actuación, pero en la sala se reunieron unos cuantos curiosos que,
animados por el ambiente festivo general del show, acabaron uniéndose a la fiesta
y disfrutando del salvaje espectáculo de Lordi, Kita, Enari y la madre que los
trajo.

A las 22:15 salieron a escena los fineses con la intro “Theatrical Trailer”
que abre su disco-compilación “The Monster Show”.  En cuestión de segundos aparecieron
sobre el escenario todos los miembros de la banda, con especial atención al
guitarrista-momia Amen, el cual es una especie de Ace Frehley monstruoso, salvando
las comparaciones. De hecho, ambos son igual de feos, aunque con la diferencia
de que uno de ellos se tiene que poner una mascara y el otro la lleva de manera
perpetua.

El show dio inicio cuando Lordi, el vocalista de la banda, apareció en escena,
con sus dos metros y pico de altura –plataformas incluidas. El single “Bring
It On” dio inicio a un espectacular show, con una escenario trabajado en el
cual había una especie de jaula para la batería de Kita, y un decorado de casa
de peli de medio con trozos de carne de atrezzo colgando por todos lados.

El set list duró aproximadamente una hora, dando un repaso a los mejores y
más conocidos temas de la banda, incluyendo “Rock The Hell Outta You”, “The
Children Of The Night” y el especialmente celebrado “Devil Is a Loser”. En “Wake
The Snake”, Lordi repartió sangre a todas las primeras filas –fotógrafos de
esta web incluídos- a través de una sierra radial con un curioso mecanismo para
que salpicara sangre a todo cristo.

Vocalmente, Lordi es un cruce entre Lemmy con anginas y Blackie Lawless afónico,
pero el propio hombre ya me comentó que lo de ser cantante le trae bastante
sin cuidado, pues él es un showman en toda regla. Otro de los momentos más celebrados
del show, y de los más coreados, fueron “My Heaven Is Your Hell” y el practicamente
imprescindible “Would You Love a Monsterman” que sonó ya en los bises.  Hubo
un pequeño amago de hacer el “Strutter” de KISS por parte del batería Kita,
pero la cosa se quedó en agua de borrajas.

Pese a todo su gimmick escénico, tengo la impresión de que LORDI son una banda
verdaderamente validad, respaldada por una organización bastante profesional
y unos músicos muy conscientes de sus funciones sobre el escenario. Tomárselos
como una broma sería subestimarlos, y a fin de cuentas, actualmente hay muy
pocas bandas capaces de hacerte pasar un buen rato y no aburrirte.