Un año más, la temporada de conciertos quedaba inaugurada con una apetecible
cita. El paso por nuestro país de una de las bandas punteras dentro de la escena
de metal gótico sinfónico, había levantado cierta expectación a pesar de que
el inicio del mes de Septiembre no suele augurar muy buenas perspectivas de
afluencia, en cualquier tipo de evento de las características del que nos ocupa.

De cualquier manera, la visita  de Liv Kristine y los suyos suponía un motivo
más que suficiente para desplazarnos bajo un calor asfixiante, a la ya de por
sí cálida Ritmo y Compás. Teníamos cita previa con la banda, hecho que supuso
que a nuestra llegada al recinto los cuatro músicos de LEAVES’ EYES – o de
ATROCITY, si se prefiere -, y la propia Liv se encontrasen ultimando los arreglos
en su prueba de sonido. Ni que decir tiene, que la supervisión constante corría
a cargo de Alex Krull, persona perfeccionista donde las haya, que chequeó hasta
el último detalle de cada instrumento.

Tras saludar de nuevo a la banda, a la que ya pudimos conocer en años anteriores
dentro de la gira que Napalm Records promovió, con un paquete de bandas de
su sello ( ATROCITY, LAVES’ EYES, BATTLELORE y DARKWELL, alternando citas con
los malogrados ELIS), completamos una amena entrevista que sirvió para corroborar
dos cosas: la sinceridad de Liv Kristine, y el cuidado que tanto ella como
Alex Krull ofrecen a los medios, mostrando una cara amable y encantadora. Sin
duda, los años de trayectoria de ambos, hacen que este tipo de cosas se noten
a las primeras de cambio. Y es que la experiencia es un grado.

El caso es que sería ésta la tercera vez que podría comprobar las maneras
de Liv Kristine sobre un escenario; y tras la actuación puedo decir que cada
una de ellas ha sido diferente. En primer lugar, por razones obvias; y es que
la primera visita de la noruega a nuestro país se produjo con THEATRE OF TRAGEDY.
En la gira del año 2004, la audiencia fue mínima y la banda apenas acababa
de sacar al mercado su primer disco. En esta ocasión, con dos discos editados
y un nuevo mini-cd, el repertorio se antojaba más amplio y las perspectivas
eran mejores.

El cartel de la noche se completaba con dos bandas de lo más destacado de
la escena estatal: EMBELLISH y WESTFALLENPARK. Fueron estos últimos los encargados
de abrir la velada ante un público, más que considerable en número, que en
esta ocasión si conectó con la banda. Desde luego el cartel era más propicio;
y es que LEAVES’ EYES quizás tienen un público más cercano al estilo practicado
por los madrileños, que el que puede tener MAR DE GRISES, por ejemplo. Pese
a todo, me sorprendió el endurecimiento y el giro hacia los terrenos del Gothic/Doom  que
la banda mostró sobre el escenario. Personalmente aprecio este hecho, aunque
también soy consciente de que el género tiene poca repercusión entre la gran
mayoría de los allí reunidos; por tanto la inclusión de la versión de WITHIN
TEMPTATION del archiconocido “Ice Queen”, es más que comprensible.

WESTFALLEN PARK disfrutaron de un sonido realmente bueno, con especial mención
a la batería, que sonó potente y compacta, siendo de lo más destacado de la
noche. Con un inspirado Antúnez y una adaptación más que satisfactoria del
nuevo teclista de la banda – procedente de ELDERDAWN, banda sobradamente conocida
en el circuito madrileño-, Grace Taylor comenzó a deleitarnos con el potente
chorro de voz con el que nos viene acostumbrando. Temas como “Alive in my heart”, “Scars
in the sand” o “Nothing but memories” sonaron mejor que otras veces, con un
público que aplaudió y jaleó en todo momento a la banda. De nuevo aquí noté la
diferencia de criterios, ya que los temas más lentos y pesados consiguieron
una respuesta mucho menos efusiva, que interpretaciones como la de la alegre
versión del “Ice Queen” de los holandeses. No hubo tiempo para más y llegaba
el turno de escuchar, una vez más, el directo de los catalanes EMBELLISH.

Y ya van cuatro en mi cuenta particular. Tres de ellas en apenas seis meses.
Sin visos de ninguna sorpresa, todo se desarrolló de manera casi mecánica.
Desde las fotos hasta el análisis de los temas. Ni que decir tiene, que el
set-list se basó en su primer álbum de estudio “Black Tears And Deep Songs
For Lost Lovers”. Fue en su actuación cuando comenzaron los primeros problemas
de la noche. Y es que el sonido comenzó a fallar y esta situación empeoraría
mucho más durante la actuación de los cabezas de cartel. Miguel, guitarrista
de EMBELLISH, apenas se oía; y ni un cambio de guitarra le permitió gozar en
ningún momento de un sonido aceptable. La batería tuvo también algunos percances
y todo ello, unido a algunas deficiencias técnicas de la sala, desembocó en
que la actuación de los “Lost Lovers” no fuese todo lo buena que esperábamos.
Aún así sacaron la garra y un David más acertado que en su última visita, lideró de
nuevo a la banda que recibió, una vez más, una gran acogida. Y es que lo de
tener el público a tu favor de antemano ayuda. Esto se empieza a notar en el
caso de EMBELLISH, simplemente observando el número de personas que consiguen
atraer por sí mismos.

Poco a poco, fueron cayendo temas como “Romeo’s dead”, “I don’t believe in
you” o “Black tears and deep songs for lost lovers”. Con algunos problemas
en los teclados y sin la presencia de Sara en los coros, la banda se limitó a
hacerlo lo mejor que pudo, soportando un calor que ya era insufrible dentro
del recinto. Con “Nothing to promise” David dedicó unas palabras a aquellos
que critican el tema argumentando que suena diferente del resto de canciones
del álbum, y regalando sonrisas y gestos muy en la onda de cualquier “Goth
star” que se precie, presentó el siguiente tema “Your ghost dancing”. “Alone”, “False
illusions” y “Falling” dieron fin al tiempo de la banda sobre el escenario,
que los seis músicos abandonarían tras haber hecho la ya clásica reverencia.

Llegaba el turno de los más esperados del día. El público era inusitadamente
activo y eso quedó patente a lo largo de la actuación de LEAVES’ EYES, en la
que los gritos del respetable creó un ambiente ensordecedor. Aprovecho para
hacer una pequeña reflexión al respecto, y es que sí, generalmente en un concierto
los ánimos están subidos, y bien es cierto que en muchas otras actuaciones
se suelen dar los típicos berridos o alaridos  guturales con objeto de animar
y poner en situación a la banda; pero los gritos histéricos y actitudes excesivas
son verdaderamente molestas, sobre todo cuando se produce a lo largo de ¡TODO
UNO CONCIERTO SIN PARAR NI UN MINUTO!.

Con todo y con eso, nos colocamos en una posición privilegiada y esperamos
pacientemente hasta que Liv y los suyos estuvieron listos. La espera fue larga,
y es que los problemas con los monitores y los inalámbricos no paraban de crecer.
La banda no se oía, y esto demoró bastante la actuación. Pese a los problemas
en la mesa de mezclas, la formación decidió dar comienzo a su actuación, y
empezaron los  problemas. Tras la intro que abre el segundo trabajo “Vinland
Saga” y al poco tiempo de estar en escena, el concierto se detuvo y comenzaron
las especulaciones. El sonido fallaba, ellos no se oían y por tanto parecía
difícil realizar un concierto así. Idas y venidas, Alexander desesperado, Liv
que decide sentarse tras repartir mil y una sonrisas y pedir disculpas cargando
contra la tecnología – mítico ese “Fuck the technics”, que repetiría un par
de veces – y el resto de músicos que tratan de salir del paso improvisando
con fragmentos de THE WHITE STRIPES, PULP FICTION e incluso del “Keep The Faith” de
BON JOVI. La sala en aquel momento era una auténtica caldera, y aquello podría
haber estallado si tanto público, como banda, no se hubiese comportado de la
manera que lo hicieron. Excelente ambas partes, que esperaron pacientemente
hasta que finalmente y sin que nada se arreglase definitivamente, la banda
volviese a la palestra para ofrecer uno de los mejores conciertos que se pueden
hacer en esas condiciones. Me consta que muchos de los músicos se quedaron
sorprendidos con tal respuesta. Y es que a poco de reanudarse el concierto,
ya había mucha gente saltando y coreando de nuevo. “Farewell proud men”, “Ocean’s
way”, “Tale of the sea maid”, “Legend land”, “Into your light” o “The thorn” fueron
los temas escogidos en el primer tramo del concierto, con una LIv espléndida,
enfundada en el traje rojo que ya emplease para la portada de su último mini-cd  “Legend
Land”. Los temas de “Vinland Saga” y “Lovelorn” se alternaban, y sería “For
Amelie” la que llegaría a continuación. Tema, por cierto, que Liv dedicó a
su marido y a su hijo León. Desde luego, se puede decir que la familia está unida,
y fueron muchas las muestras de cariño de la pareja, dándose algún que otro
beso sobre el escenario.

La temperatura ya rozaba los límites de lo perjudicial, y esto produjo que
una chica, justo en nuestra posición, presentase síntomas de sofoco y necesitase
la ayuda de los miembros de la sala para recuperarse. Este hecho no pasó desapercibido
para Liv, que entre saludo y saludo se dirigió a ella para cerciorarse de que
todo marchaba bien. Mientras tanto los músicos hacían de las suyas, y es que
de no ser por la categoría de Mathias Röeder, Thorsen Bauer o Chris Laukhaup,
aquello no habría salido de tal manera. Curtidos en el Death metal y siendo
unos músicos todo terreno, demostraron su enorme profesionalidad. También lo
hizo Moritz (DARKWELL, GRAVEWORM), que cada día está más adaptado.

La que permanece intacta es la melena del señor Krull. Su larga cabellera
rubia se agitaba con los saltos y movimientos del enorme vocalista. Es un gran
front-man y lo dejó claro. Su potente voz grave retumbaba en toda la sala,
y es que la contraposición de papeles de ambos cantantes daba bastante juego.
No es lo mismo que tenía y que hizo famosos a THEATRE OF TRAGEDY, pero no es
tampoco malo.

“Senses capture”, “Temptation” y la interpretación de “Solem sea” sirvió para
que la banda abandonase el escenario por unos instantes. No por mucho tiempo,
y es que los gritos no paraban y en unos minutos vimos como LEAVES’ EYES tomaban
sus instrumentos, y tras la intro de rigor, sonaría “Norwegian lovesong”. Buen
tema y buena ejecución.

La banda se retiraba de nuevo y saldría por última vez para poner el punto
y final con uno de los temas más aclamados de la noche: “Elegy”. Aplausos,
reverencias y saludos y tras despedirse, la banda entró en los camerinos dando
por terminada su actuación. Habían prometido fotografiarse con el público y
pacientemente fueron desfilando uno por uno posando para todo aquel que lo
pidió. Por nuestra parte, decidimos obsequiarnos con una cerveza que supo a
gloria después de haber sufrido ese calor infernal. Era la ocasión para saludar
a los amigos, y es que por allí andaba Tana, de AVULSED que no se pierde una,
aunque simplemente sea por curiosidad. Gente de SILVER FIST o el propio Óscar
de Lujuria rondaban también por la sala. La verdad es que se notó que la audiencia
fue de lo más heterogénea en esta ocasión.

En definitiva, un concierto que salió adelante gracias al empeño de la banda
y público. Quizá por eso dejó un buen sabor de boca, aunque personalmente los
recuerdos de álbumes como el de debut de THEATRE OF TRAGEDY o “Velvet Darkness
They Fear” pesen mucho en la memoria. Desde luego, LEAVES’ EYES es otra historia
y hay que afrontar esta situación con el chip cambiado. Buen concierto, en
cualquier caso, que hizo las delicias de los seguidores más acérrimos de la
banda y que al menos captó la curiosidad de muchos otros.

Texto: Alejandro Pérez / Fotos: Katia Navarro

Datos:Ritmo y Compás
Madrid
Público: 200 personas
Promotor: Goi Music

Día:01/09/2006

Puntuación:8