Uno espera mucha caña de un concierto de MACHINE HEAD. Caña y más caña. Y si en hora y media nos deja con el cuello adobado y con un dolor de cervicales de mil pares de cojones, mejor. La idea del formato es muy buena, no vamos a negarlo. Pero los norteamericanos no son una banda de rock progresivo, y el riesgo de que durante el trayecto existan tiempos muertos está (y para mi gusto, estuvo) ahí.

Que MACHINE HEAD sea un referente en el metal en la actualidad, y que sin duda será parte de los anales de la historia por su trayectoria y sus grandes trabajos, es una realidad. Así que es de esperar que en una nueva gira por nuestro país, hagan sold out en la mayoría de las salas donde Robb Flynn y sus escuderos se dispongan a actuar. Vaya por delante nuestras disculpas por no poder mostraros el gran escenario y el magnífico juego de luces de su puesta en escena a través de fotos, ya que al igual que en su anterior gira, en la que venían presentando su último trabajo “Bloodstone & Diamonds”, los fotógrafos de todos los medios (incluyendo al de la propia sala, según nos informó la organización) estaban vetados.  La foto de portada, es de nuestro archivo. Pero aun así, no podíamos resistirnos a cubrir esta gira tan especial que nos traía los de Oakland, anunciada como “una noche con” MACHINE HEAD, en la que adivinábamos que harían un repaso a su carrera, además de incluir en un set temas inhabituales. Y así fue, pero a mi juicio, había letra pequeña.

Creo que muy poca gente saldría defraudada del concierto y espectáculo que ofreció la banda, pero alargar la duración del show hasta las dos horas, entrando al backstage cada dos o (como mucho) tres temas, con largos discursos de su vocalista y con un solo de guitarra y otro de batería, e incluir dos o tres canciones perfectamente imprescindibles, no es hacer una noche especial. Uno espera mucha caña de un concierto de MACHINE HEAD. Caña y más caña. Y si en hora y media nos deja con el cuello adobado y con un dolor de cervicales de mil pares de cojones, mejor. La idea del formato es muy buena, no vamos a negarlo. Pero los  norteamericanos no son una banda de rock progresivo, y el riesgo de que durante el trayecto existan tiempos muertos está (y para mi gusto, estuvo) ahí.

Eso sí; el arranque con “Imperium” ya te pone la piel de gallina y hace que la sala explote con un mar de cuerpos a un lado y al otro como consecuencia. Tampoco “Beautiful Morning” o  “Now We Die” ayudaron a que las aguas volvieran a su cauce. Pero ni es necesario, ni se desea. Y es que cuando MACHINE HEAD quieren, pueden. No les cuesta lo más mínimo hacernos temblar de emoción, y hacen que hasta canciones de su etapa menos popular como “Bulldozer” o “The Blood, The Sweat, The Tears”, ganen enteros en directo. Y qué decir lo que provocan cuando suenan las primeras notas de “Davidian”… ¡Un circle pit por todo lo alto!

Sobra decir que “Locust”, “This Is The End”,  o “Killers & Kings” gozan de buena una aceptación, como si de clásicos se tratase, pero es que es una norma que se está cumpliendo desde hace tiempo en MACHINE HEAD. Sus últimos trabajos escupen clásicos para toda su carrera, y que “Aesthetics of Hate” (y es que el cariño que sus seguidores le tienen a “The Blackening” es inmenso) y “Game Over” se encuentren en la recta final de su concierto, nos hace confirmarlo.

La banda se mostró como una máquina perfectamente engrasada, y aunque Phil Demmel parecía un tanto desganado (su guitarra con lunares fue su aportación más colorida, por decirlo de alguna manera), el resto de sus compañeros hicieron gala de una profesionalidad y una entrega sin fisuras. Su batería Dave McClain, ¡es una bestia!. Flynn estuvo bastante comunicativo con el público andaluz, y no paró de hacer referencias a Granada con cada presentación. Y si no quiere fotógrafos profesionales en su concierto, tampoco le gusta que el público esté constantemente grabando sus interpretaciones. Los gestos de resignación con algunos de los presentes en las primeras filas era más que palpable. Cerraron por todo lo alto con “Old” y “Halo”; dos cañonazos que hizo que se nos removiera toda la masa encefálica y que servían para equilibrar ciertos momentos de desidia de su show. En líneas generales demostraron que su status está ganado a pulso y que siempre viene acompañado de directos demoledores. Con un gran juego de luces y un sonido atronador, redondearon un concierto que dejó al público con una sonrisa de oreja a oreja, aunque el formato y el listado de canciones, no fuera del gusto de todos. Y sí; había mucha gente con camisetas de PANTERA. Por si alguno se lo preguntaba…

Promotor:Industrial Copera

Día:2016-02-10

Hora:22:00

Sala:Industrial Copera

Ciudad:Granada

Puntuación:8