Si en Madrid lo partieron en La Riviera, al dia siguiente en Barcelona no iban a ser menos. LAMB OF GOD están en un gran momento de su carrera, muy engrasados tras todos estos años de giras, discos y ensayos continuos. Aunque en aquel momento Randy Blythe no se esperaba ni por asomo que días después acabaría detenido en la República Checa acusado de ser el causante de un supuesto homicidio, claro. De haberlo sabido probablemente a)no habría puesto un pie en Praga b)habría sido un poco menos enérgico en los shows previos. Pero aquel día todo marchaba bien (aún) en la tierra de LAMB OF GOD y Barcelona estaba dispuesta a mojarse el culo con ellos en un antológico concierto en la sala Razzmatazz 2. Y es que el nivel de agresión de los de Richmond, Virginia, en una sala de 1000 personas no tiene nada que ver con la intensidad de su bilis en un festival ante 40.000 personas. Para bien o para mal, la experiencia previa en Barcelona era justamente esa: el Sonisphere del 2009, un concierto breve de apenas una hora,  y un recinto gigante y superpoblado. Barcelona tenía pendiente una bomba de relojería colocada dentro de una caja de zapatos. Y así fue.

A las 21:30 exactas, LAMB OF GOD saltaron al escenario del Razzmatazz 2 decididos a matar en el sentido más figurado del término. Will Adler a la izquierda con John Campbell, Mark Morton a la derecha, Chris Adler detrás soltando matraca y Randy Blythe en medio, fuera de control. El público les recibió como Dioses y ellos nos recibieron como receptáculos de su rabia contenida. “Desolation” marcó el camino, seguida de “Ghost Walking” –con un Blythe ya cubierto de sudor y salpicando a todo el mundo con sus molinillos- y “Walk With Me In Hell”, probablemente uno de los temas que mejor definen el estilo de la banda. Este último, tuve el placer de verlo desde el kit de batería de Chris Adler y no cabe duda de que, en 2012, es una de las amenazas más serias que existen para los fabricantes de platos, baquetas y parches. Su estilo es como un terremoto controlado, lleno de clichés del metal extremo en lo veloz, pero rebosando la variedad, el colorido y la técnica pura del jazz. La máquina Adler es el baterista del momento, sin duda, aunque solo sea porque finalmente el mundo ha decidido que LAMB OF GOD son LA banda de metal más importante dela actualidad, dejando de lado a los viejos clásicos.

Parece que incluso las comparaciones con PANTERA han ido apagándose con el paso del tiempo, demostrando que lo único que las dos bandas tienen en común son las raíces sureñas y el alcance de su brutalidad. El estilo compositivo tiene matices distintos, así como las construcciones musicales, siempre más progresivas y con estructuras más complejas. Conquistaron en ese sentido con “Now You Got Something To Die For” y “Omerta”, esa bonita oda a la ley del silencio de la mafia. Con la sala a una temperatura cercana al punto de ebullición sonaron “Contractor”, “The Number Six” y un brutal “Laid to Rest” que dieron paso a los bises. Tras una hora y veinte de concierto, la banda se despidió con “In Your words”, “Redneck” y “Black Label”. Era una noche en la que Barcelona estaba repleta de conciertos (con Sebastian Bach en otra sala y Exodus en otra un poco más allá) y aun así, la costilla de Dios fue quien más gente congregó, alrededor de 750 personas. De lo que estoy plenamente seguro es que, de haber habido menos oferta esa noche, habrían petado la sala y dejado gente fuera. Ah, el aparentemente inexplicable mundo de los promotores de conciertos…

Texto y fotos: Sergi Ramos

Promotor:Last Tour International

Asistentes:750

Día:20/06/2012

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9