La vigencia del viking metal de Turisas
De la locura folk/viking de hace seis o siete años, pocas bandas han mantenido el tipo ante los envites del negocio de la música. Tan solo Korpiklaani, Amon Amarth, Equilibrium, Ensiferum y quienes nos ocupan, Turisas han permanecido como valedores de un género tan nicho que no sorprende la asistencia de solo 300 personas a su show en Barcelona.
De la locura folk/viking de hace seis o siete años, pocas bandas han mantenido el tipo ante los envites del negocio de la música. Tan solo Korpiklaani, Amon Amarth, Equilibrium, Ensiferum y quienes nos ocupan, Turisas han permanecido como valedores de un género tan nicho que no sorprende la asistencia de solo 300 personas a su show en Barcelona. El caso de Amon Amarth es distinto: la gente los ve como unos semi-pioneros y acuden en masa a sus shows, pero el resto de grupos se debaten entre salas pequeñas y muy pequeñas. El caso de Turisas es el más raro de los mencionados, pues cuentan con el empuje de Century Media y un puñado de buenos discos a sus espaldas. Si bien es cierto que el más reciente “Turisas 2013” es un poco más duro de tragar que los tres anteriores, no es para nada un mal trabajo como demostraron tocando varios temas en directo.
En cualquier caso, la banda llegó a España para convencer a los ya convencidos. El precio de la entrada, algo caro para tratarse de una banda de metal de segunda/tercera fila en el panorama internacional, obligaba a pensárselo dos veces. Y visto lo visto al llegar a la sala, no se pueden pedir ciertos precios cuando la sala suena como suena o el técnico tiene la poca idea que tiene (escojan la que más se adapte de las dos aquellos que lo sepan). La voz de Mathias Nygard fue ininteligible durante la mayor parte del show, casi tanto como el violín de Olli Vänskä. La maraña de instrumentos solo se deshizo cuando de cara al final del show la banda tocó “Rex Regi Rebellis”, con la que parece que comenzó a intuirse con cierta claridad lo que la banda estaba tocando. Pero por aquel entonces, apenas quedaban ya tres o cuatro temas en el set-list.
El show se inició con “Ten More Miles” y “Take The Day”, una nueva y otra reciente, que sirvieron para poner al público en situación. La gente no necesitó muchos argumentos por parte de Turisas para perder la cabeza. Fue bastante instantáneo, de hecho. La banda cuenta con una base de seguidores muy fanática y muy joven y eso se nota en el ambiente que se creó para este concierto. No obstante fue la clásica “To Holmgrad and Beyond” con la que acabaron de asentarse, un recuerdo al mítico y exitoso “The Varangian Way”, editado en pleno momentazo viking de la década pasada.
Hubo tiempo de que cayesen hasta tres temas más del nuevo disco, como fueron “Greek Fire”, “For Your Own Good” y ya en los bises “We Ride Together”. En los temas nuevos, menos celebrados por el público, la cosa se mantuvo en pie gracias a la energía de Mathias, que es una maquina sobre el escenario. Sobre su perfecto inglés había espacio para la broma, la arenga e incluso una petición para que el público cantase una canción catalana (a lo cual 300 jovenzuelos respondieron con la infantil “El Joan Petit Quan Balla” mientras el vocalista se tragaba de un sorbo una cerveza Estrella). En medio de esas arengas, remarcando siempre que estaba en “Catalonia”, Mathias nos recordó que en esta gira están cambiando algunos temas entre ciudad y ciudad y en Barcelona optaron por regalarnos la añeja “Rex Regi Rebellis”, que fue muy celebrada por el público.
El final del show llegó, como manda la legislación vigente, con “Stand up and Fight” y la eterna “Rasputin”, que hizo explotar la sala hasta puntos insospechados. Pogo por doquier, saltos, cánticos y mucha felicidad para tratarse de una noche de jueves frío de febrero. Y tuvieron que ser Turisas, los hombres de la tierra del frío, quienes la calentaron.
Promotor:Madness Live
Día:2014-02-13
Hora:21:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Puntuación:8
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