La primera edición del Astral Fest superó todas las expectativas

STONE DEAD, ATAVISMO, ELEPHANT RIDERS y HAVALINA fueron los protagonistas, a partes iguales, de esta primera edición. Podemos adelantar que habrá una segunda edición, y que con total seguridad, si se cumplen las premisas y la filosofía de este capítulo piloto, habrá más temporadas y llegará a convertirse en una cita anual para marcar con rojo en el calendario.

No se prodigan mucho los festivales donde el stoner y el rock más ecléctico se unen de la mano. Y es más que comprensible, porque la apuesta no está exenta de riesgos. Pero esta primera edición del Astral Fest ha demostrado que esta mezcolanza de estilo es posible. Que con una buena selección de bandas (muchas de ellas a descubrir) y su correspondiente promoción, el público lo acepta y es capaz de reconocer su atractivo. STONE DEAD, ATAVISMO, ELEPHANT RIDERS y HAVALINA fueron los protagonistas, a partes iguales, de una primera edición que superó con creces todas las expectativas.

El buen ambiente en la sala Eventual ya estaba presente antes de que los portugueses STONE DEAD salieran a escena con su rock de corte clásico, pero de sonoridad contemporánea. Aunque con un poco de retraso sobre la hora estipulada, el cuarteto de Alcobaça comenzó a hilvanar temas de grandes melodías vocales, logrando que los asistentes se sumaran a sus ritmos bailables con muchos dejes a THE WHO. Esa desventaja de ser unos desconocidos por estos lares, la supieron eliminar con una intensidad en escena de fácil recepción. “Moonchild” o “Silver Ball” fueron algunos ejemplos de la entrega que son capaces de ofrecer sobre el escenario. Cerraron con una versión del clásico de T-REX “20th Century Boy”, con bastantes gargantas del público participando en el estribillo. No gozaron de mucho tiempo de actuación, pero les resultó más que suficiente para ganarse bastantes amigos.

Muchas ganas había de disfrutar del directo de ATAVISMO, porque aunque en estudio sorprenda esa mezcla de rock progresivo y psicodélico con un peculiar u original toque de raíces andaluzas, uno tiende a imaginar que esas notas flotantes en vivo pueden dar mucho más de sí. Desconozco si el nombre del festival se basa en algún concepto en concreto, pero si hubiera que ponerle banda sonora, “Meeh” u “Oceánica” de los de Algeciras, vendrían más que al pelo. ¡Vaya viaje astral! Esos cambios de ambientaciones y de atmósferas, y esos golpes de riffs intercalándose con punteados  de guitarras cuasi espaciales, fueron toda una delicia para un público que quedó embrujado ante su descarga. Cuatro temas de larga duración fueron suficientes para que el trío gaditano nos sumergiera en su particular cosmos musical. Una carta de presentación ante el público malagueño intachable. No habrá que perderle la pista a esta banda con miembros de VIAJE A 800 y MIND!. Si ya lo hacían bien en el pasado y lo hacen de sobresaliente en el presente, no es difícil pensar que les queda un enorme futuro.

Y de la placidez melódica pasamos a la rotundidad con ELEPHANT RIDERS. Era la única formación que jugaba en casa, y eso les servía de excusa para dejarse el pellejo sobre la tarima. ¡Vaya si lo hicieron! Arrancaron, metieron primera, segunda, tercera y al poco estaban acelerando al máximo de revoluciones. El público les arropó y fueron partícipes de su vendaval al ritmo de “Supernova”, “End Of The Road” o ese poderoso y robusto “Unbreakable”. Pero también hicieron uso de este concierto para presentarnos tres temas nuevos, que siguen manteniendo esa esencia arenosa al más puro stoner rock, y que formarán parte de un nuevo trabajo a publicar a corto plazo. El trío no frenó en su actuación en ningún momento, y los asistentes se volcaron con ellos con la misma energía e intensidad que lograron comunicar. Una solicitada “Escape From Planet Earth” fue el cierre de un concierto en el que la banda echó mano de toda su musculatura, demostrando que el directo es su mejor campo de batalla.

La guinda del pastel de esta fenomenal primera edición la pondría HAVALINA. Aunque son bastantes asiduos a tocar por Málaga, la demanda de sus visitas no hace más que crecer, y encabezar este festival era otra oportunidad de disfrutar de su potente directo. “Cristales rotos sobre el asfalto mojado”, “La Antártida empieza aquí” y “Norte” fueron metiéndonos en un estado de éxtasis e hipnotismo del que no se quiere ni se desea salir. Y con cada canción, el concierto se iba convirtiendo en una sustancia adictiva. Todo el público se entregó casi de inmediato, e “Imperfección”, “Islas de Cemento”, “Incursiones” o “Viaje al Sol” iban lubricando un show de bandera. Sus temas más clásicos como “Desierto”, se iban intercalando con canciones de nueva hornada como “Un reloj de pulsera con esfera rota”, con gran resultado y una mayor aceptación de sus seguidores más fieles. Pero sin duda, uno de los momentos de más clímax fue ese muro sónico que nos reservaban casi al final con “Cementerio de Coches”. Esos riffs sabbathicos fueron demoledores y lograron que nos rindiéramos  a sus pies. A pesar de que muchos temas clásicos se quedaron fuera, ante la petición del público volvieron para regalarnos “Sueños de Esquimal”. Pero es que a estas alturas de su carrera, ya tienen en su arsenal numerosas balas para disparar, y aunque las elijan al azar, nunca fallan el tiro.

La primera edición del Astral Fest se puede considerar todo un éxito. No sólo por las grandes actuaciones de las que el público fue testigo, sino por la organización y todo el buen ambiente del que disfrutamos. Podemos adelantar que habrá una segunda edición, y que con total seguridad, si se cumplen las premisas y la filosofía de este capítulo piloto, habrá más temporadas y llegará a convertirse en una cita anual para marcar con rojo en el calendario.