La música, con locura, se vive mejor: Cancer Bats

La música de CANCER BATS es intensa y divertida. Quedó demostrado que es el fiel reflejo del carácter personal de sus componentes. Pocas resacas dejan un tan buen recuerdo.

Los grupos que se lanzan a la carretera durante meses, haciendo conciertos casi todos los días sin descanso, están hechos de otra pasta. Es uno de los caminos más habituales para que tu nombre aparezca hasta en la sopa. Y en eso de intentarlo, disco tras disco, CANCER BATS son fieles a esta reincidente filosofía. Hemos perdido la cuenta de las veces que han hecho gira en nuestro país y en los festivales que han tocado. E incluso algún que otro concierto sorpresa haciendo tributo a BLACK SABBATH podemos apuntar. El caso es que, a comienzos de este mismo año, ya tenían en la calle otro nuevo trabajo, “Searching For Zero”. Tocaba presentarlo en directo. Coincidiendo con el décimo aniversario de la revista Rockzone, llegaban con varias fechas en la península a comienzos de septiembre, y Málaga era uno de los puntos marcados en el territorio español de su recorrido. Pero antes de la primera descarga de los canadienses por estos lares, los barceloneses WILDERNESS y los tinerfeños THIS DRAMA, actuarían en calidad de teloneros para caldear al personal cada uno en su estilo.

Los de la ciudad Condal fueron un torrente en directo, un muro sónico sin fisuras con muchas variantes en sus canciones enmarcadas en el hardcore, pero con muchos toques stoner e incluso de post rock, que los hace bastante llamativos del resto del montante. Ese cierre, tras un aprovechado tiempo en escena defendiendo su debut “No Room For Fools”, con luces casi apagadas y todos los miembros tirados por el suelo, reflejaba a la perfección la calma tras la tormenta que desataron. Tirando más del hard rock nórdico, y ese desenfado del punk rock, salieron a escena los isleños, demostrando que sus diez años de carrera no han sido en balde, y que poseen tablas para conseguir tener expectante a un público que no es necesariamente el suyo. Lo consiguieron, y con creces. El quinteto canario regaló una buena colección de temas, al igual que su último lanzamiento en directo “Vive Siempre”. Además, con su estilo, hicieron que el cartel de la noche tuviera más variedad de cara a un público más polifacético.

Poco tardaron en aparecer CANCER BATS encima del escenario. Es más, juraría que fue antes de la hora fijada, y desde el primer segundo fueron un vendaval en escena. Un viento huracano movido por la intensidad de todo el cuarteto en general, y en particular por la entrega de su vocalista Liam Carmier. Puro nervio al que no le resulta difícil transmitir esa rabia a todos los asistentes y ganarse la complicidad del mismo. Desde la primera interpretación con “True Zero” se metieron al público en el bolsillo, y a base de canciones intensas como “Bricks & Mortar” o “Sorceress”, no permitieron que el concierto decayera en ningún momento.

Aunque su nueva entrega discográfica gozaría del protagonismo que le corresponde, todos sus cinco trabajos de estudio tuvieron representantes en el set-list. “RATS” o “Pray for Darkness” sirven de ejemplo de más descargas que ayudaron a subir la temperatura, y a crear más de un circle pit para que el show tuviera el carácter festivo que estos cuatro locos canadienses reflejan a cada instante. Era tanta la potencia de su concierto, que fue difícil percatarse que en el ecuador del show la calidad de sonido inicial se perdió un poco, pero se volvió a recuperar en el tramo final. “Beelzebub” fue el indicador de que llegábamos al mismo, pero todavía quedaban algunas balas por descargar. “Lucifer’s Rocking Chair” y “All Hail” (con el circle pit más duradero del show) sacaba toda la fuerza que le quedaba al respetable para un final de fiesta con la versión de BEASTIE BOYS “Sabotage”, y ese single de nueva hornada que tiene pintas de convertirse en todo un himno: “Satellites”.

Y hasta aquí un concierto lleno de energía y poderío que dejaron más que satisfechos a los allí presentes. Aunque más de uno, además, se llevó a su casa fotografías o merchandising firmado por la propia banda, porque tras finalizar, sin cambiarse siquiera de ropa y con sus cuerpos empapados en sudor, no dudaron en mezclarse con el público en una muestra de humildad y agradecimiento que algunas veces de echan en falta por parte de muchas bandas. La música de CANCER BATS es intensa y divertida. Quedó demostrado que es el fiel reflejo del carácter personal de sus componentes. Pocas resacas dejan un tan buen recuerdo.