La hermandad del Thrash toma Madrid
No hay mejor manera de empezar la semana que con una buena dosis de Thrash Metal potente y convincente.
TESTAMENT, ANNIHILATOR y DEATH ANGEL despertaron del letargo del lunes a los madrileños, en una poderosa noche de Thrash Metal que dejó muy buen sabor de boca, en una semana donde la gente estaba contando los días para el puente, la banda sonora no fueron villancicos.
Death Angel: el thrash metal de las 18:30
Con puntualidad americana y con mucha s expectativas, a pesar de ser un lunes y con la ola de frío congelando cerebros en la capital, las puertas de La Riviera se abrieron para recibir a los metaleros que no distinguen día de la semana a la hora de honrar a la música que nos mueve. Media hora después, era el momento de recibir a los primeros teloneros, DEATH ANGEL, que como aperitivo de las 18:30 fueron un manjar para el paladar. Lo cierto es que contaron con muy poco tiempo y en un espacio muy reducido sobre el escenario.
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Death Angel (Foto: Javier Bragado)
Salieron con ganas, ante un público que iba entrando poco a poco en la sala y que tenía ganas de caña desde el principio, y los californianos venían dispuestos a caldear el ambiente. “Father of Lies” fue el pistoletazo de salida con un Quesada muy activo desde el primer minuto, moviéndose de un lado al otro del escenario y transmitiendo muy buen rollo al respetable. A medida que avanzaba su actuación, la sala empezaba a presentar una estampa propia de fin de semana, cuesta menos la resaca de concierto un martes si el miércoles se libra.
Conscientes del poco tiempo del que disponían, aceleraron motores e imprimieron velocidad de crucero a su show, enlazando vertiginosamente “The Dream Call for Blood”, “Claws in So Deep” y “The Ultra-Violence”, que levantó la ovación de los asistentes, que ya amagaban con los primeros pogos en el centro de la pista.
Fueron de menos a más, y cuando nos quisimos dar cuenta, anunciaban última canción y cerraban un nuevo paso por la capital con la archicoreada “The Moth”, dejando el listón bien preparado para dos trallazos más que venían a continuación.
Annihilator: mucho talento para tan poco espacio
Rápido cambio de backline y paso a ANNIHILATOR, un grupo que nunca falla y que esta vez venían con ese buen álbum que acaban de editar, “Fort he Demented”, y que presentaban, aunque de forma muy breve, con su ya característico carisma. Dos grandes paneles con la cara del demonio cíclope, uno a cada lado del escenario, les apretujaron hacia la parte delantera del escenario, algo que empieza a ser una falta de respeto hacia los teloneros, ya no sé si por parte de los cabezas de cartel o del tour manager de turno, pero resulta vergonzoso.
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Annihilator (Foto: Javier Bragado)
Lejos de dejarse afectar por las circunstancias, los canadienses salieron con una sonrisa en la cara y con la confianza que da tener 16 discos de estudio editados, y con Jeff en plena forma, no defraudaron a un público que ahora sí ya abarrotaba la sala. En un suspiro cayeron como lozas “Crystal Ann” y “One to Kill”, subiendo el nivel tanto del sonido como de la puesta en escena, mucho más firmes y contundentes que sus predecesores sobre el escenario. Con mucho cachondeo y buena vibra, el alegre vocalista se dirigía constantemente a la audiencia, animando y poniendo las cosas en su sitio con “King of the Kill”.
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Annihilator (Foto: Javier Bragado)
Los nuevos temas fueron muy bien recibidos, sobre todo “Twisted Lobotomy”, marca registrada de la casa y que en directo fue un auténtico yunque, sonando rápida y contundente y siendo, en mi opinión, el buque insignia de este nuevo álbum. Con el público en la palma de la mano, no faltó la clásica broma de cómo se pronuncia el nombre de la banda, pidiendo que por favor no la llamaran “Anal y Nator”, ante las risas de la gente, entre los que muchos se miraban pensando en cómo los llamaban.
Pero nuevamente la velada se acortaba, y aunque se pasaron de su hora, retrasando el comienzo estimado de la actuación de Testament, lo cierto es que cuando cerraron con broche de oro su performance con “Phantasmagoria”, quedó la sensación de que habían dado un bolazo, corto, pero intenso.
Testament: los que nunca fallan
Tras veinte minutos de cambio de escenario y con la impaciencia que provoca la expectación, saltaban al frente los esperados TESTAMENT, con escenario propio en honor a su más reciente disco, “Brotherhood of the Snake”, protegidos por la torre de vigilancia que era la batería, aupada en una plataforma y con la portada del disco adornando el fondo. Muy diferente a la última vez que los vi, como teloneros de Amon Amarth y sufriendo la estrechez a la que habían sometido a sus teloneros esta vez.
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Testament (Foto: Javier Bragado)
Los americanos no venían de paseo, y dejaron claro desde un primer momento quien era “El Jefe”. Y el mandamás no era otro que Chuck Billy, que con sus ya clásicos paseítos en escena y su tan característica manera de cantar, puso el nivel por todo lo alto. Nunca fallan, son de esas bandas que los veas donde los veas, cumplen, y en ocasiones, con creces.
Un setlist variado, con gran presencia de “The Brotherhood Of The Snake”, fue la carta de presentación en Madrid de los de San Francisco, que dieron buena cuenta de las ganas que tenía la gente, clavando “Rise Up” y “The Pale King” y con Chuck demostrando una vez más que es uno de los vocalistas más versátiles del Thrash Metal americano. Eso sí como siempre, no estaba sólo, y con la labor que hizo Gene Hoglan en los platos, el éxito estaba asegurado. Una apisonadora, un máquina a las baquetas que puso el tempo y la furia en la actuación de esa noche, haciendo que temas como “More Than Meets the Eye” sonaran más bestias si puede.
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Testament (Foto: Javier Bragado)
A pesar de ser cabezas de cartel, la actuación se hizo corta e incluso tuvo un pequeño altibajo con los solos de Alex Skoinick y Eric Peterson, que frenaron en seco la velocidad del concierto, y dieron un respiro a la banda. Pero todo lo bueno se acaba, y tras “Soul of Black y “Over the Wall”, llegó el final con “Disciples Of The Watch”, que marcó el cierre de una actuación que en su conjunto resultó más que satisfactoria, lo dicho, nunca fallan o rara vez lo hacen, yo aún no he visto un mal concierto de ellos.
Con la gente desfilando a sus hogares, la sensación era clara: no hay mejor manera de empezar la semana que con una buena dosis de Thrash Metal potente y convincente.
Texto: Kaylo Minnou / Fotos: Javier Bragado
Promotor:Madness Live
Día:04-12-2017
Hora:18:30
Sala:La Riviera
Ciudad:Madrid
Teloneros:Death Angel Annihilator
Puntuación:9
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