Pese a que no queríamos que acabaran (esto siempre pasa con los grandes conciertos), todo tiene un final, y como de nuevo las tablas se notan, su fin fue por todo lo alto, con The Boys Are Back in Town (no podía ser de otra forma, uno de los temas más característicos y alabados de Thin Lizzy), seguido por Whiskey in the Jar y Rosalie, que sirvió de recordatorio al gran Phil Lynott (el genio de Thin Lizzy) fallecido en 1986.

En ocasiones solo es necesario embarcarse en un nuevo proyecto para revitalizarse. Cada pequeño paso que se da para conseguir un fin, ayuda a mantenerse activo, fresco y en continua renovación. Con esta simple teoría (fácil sobre el lienzo y no tanto en su realización) han basado su nuevo nombre y su nueva etapa como grupo Black Star Riders (recordemos que son la última formación de Thin Lizzy) y lo han conseguido. No sólo queda patente en su álbum debut: All Hell Breaks Loose, sino también en las ganas, en la fuerza que quedan plasmadas en su directo estelar que dejó boquiabiertos a más de uno en la Sala Postbahnhof de Berlin.

Pero pese a que, por supuesto, Black Star Riders fueron el reclamo, no tocaron solos. Red´s Cool hicieron un grandísimo trabajo abriendo una velada de puro Rockn´Roll. Los rusos no son precisamente nuevos a la hora de compartir escenario, habiendo trabajado para grandes nombres como Joe Lynn Turner, Doro Pesch, Grave Digger, W.A.S.P o Whitesnake. Con dos discos en su haber titulados Attraction y Bad Story, nos transportaron en cuarenta y cinco minutos a su mundo de Hardrock con tintes de Blues y una voz central potente y rasgada. Todo un acierto y todo un reclamo para que los berlineses abandonara el Biergarten de la sala y prestaran atención a lo que ocurría sobre las tablas.

Veinte minutos tras los rusos hicieron falta para que Scott Gorham saliera entre sonrisas y choque de puños seguido por sus compañeros. La actuación comenzaba con el tema que da nombre a su álbum, All Hell Breaks Loose. Su sonido fue contundente, limpio y cristalino y esto no se debe más que a años y años sobre un escenario. Esa experiencia no sólo queda plasmada en su presencia, sino también en la profesionalidad con la que se trata cada uno de los elementos que hacen que un show funcione. Teniendo un único álbum publicado, era de esperar que rellenaran setlist mirando al pasado, a la época de Thin Lizzy, siguiendo con Are Your Ready, para volver al presente con Bloodshot y de nuevo al pasado con Bad Reputation, una de las más aclamadas de la noche.

Gorham no es sólo un grandísimo guitarrista, sino también un gran ojeador (llamémoslo así) ya que ha sabido rodearse de músicos que hacen que la maquinaria funcione con gran dinamismo. Por un lado, su frontman Ricky Warwick dota de carisma, entusiasmo y entrega; por otro, Marco Mendoza interactúa con el público de manera sobresaliente (llegó a conseguir que un hombre, muletas en mano, bailara alzando éstas al aire durante gran parte del concierto); Jimmy DeGrasso no se queda atrás pese a ser su posición tras una batería (en ocasiones los grandes olvidados) y por supuesto, la última incorporación Damon Johnson, el hombre que recorre el escenario levantando aquellas partes del público menos activas.

Teniendo este equipo, y pese a estar la sala medio llena, no dieron tregua con Before the War, de nuevo una cover de Lizzy en forma de Jailbreak, Hoodo Voodo y otra vez una vuelta al pasado con Massacre. La selección de temas parecía completamente estudiada para mantener en vilo al público, pero ellos mismos saben que no pueden basar un setlist al completo intercalando nuevos temas con antiguos. Centrándose en su nuevo álbum por un tiempo nos presentaron Kingdom of the Last, Hey Judas (su primer single), Kissin The Ground y Valley of The Stones. Pero  reservando Emerald (vuelta al pasado) y Bound For Glory para el final.

Pese a que no queríamos que acabaran (esto siempre pasa con los grandes conciertos), todo tiene un final, y como de nuevo las tablas se notan, su fin fue por todo lo alto, con The Boys Are Back in Town (no podía ser de otra forma, uno de los temas más característicos y alabados de Thin Lizzy), seguido por Whiskey in the Jar  y Rosalie, que sirvió de recordatorio al gran Phil Lynott (el genio de Thin Lizzy) fallecido en 1986.

Una de las controversias de nuestro tiempo es la continua pregunta de cuánto puede afectar la salida de un miembro de una banda a ésta. ¿Todos los miembros tienen el mismo valor dentro de una? ¿La esencia de la banda se pierde o se mantiene? ¿Podemos seguir llamando por su nombre a esa agrupación o por el contrario es otra completamente distinta? De todo ello quisieron huir Black Star Riders, según su propio vocalista Ricky Warwick, ya que un nuevo disco hubiera supuesto el desinterés instantáneo de aquellos fervientes fans que todavía recuerdan los años dorados. La esencia sigue ahí, bajo otra denominación, con caras nuevas, bajo otro proyecto, bajo otro logo, bajo una nueva etapa en la que han conseguido satisfacer tanto a antiguos fans como a los que suponen su relevo en Black Star Riders.

Promotor:Trinity Music

Día:2013-10-30

Hora:20:00

Sala:Postbahnhof

Ciudad:Berlin

Teloneros:Red's Cool

Puntuación:10