La fulgurante magia de Soul Aside se enfrenta a la baja asistencia

El pasado sábado 22 de de marzo, los barceloneses Soul Aside dieron un último concierto en su ciudad antes de retirarse temporalmente de los escenarios para centrarse en la composición de nuevos temas. Pero antes de su actuación podríamos ver sobre las tablas a dos bandas más: los zaragozanos The Fractal Sound y los madrileños Nohmada.

Todas las bandas dispusieron del mismo tiempo de actuación, y los primeros en salir bajo los focos fueron The Fractal Sound. No sabemos muy bien por qué, pero tan sólo tres personas subieron al escenario cuando en sus redes sociales y fotos vemos que son cuatro. Si realmente faltaba alguien, sus compañeros supieron suplirle a la perfección (al menos a los que no los conocíamos nos sonó perfecto). Así pues, en formato trío, durante tres cuartos de hora nos estuvieron brindado una bella y frágil combinación de post-rock, rock psicodélico y progresivo. Su discografía cuenta con un álbum y un EP («West West» y «East East», ambos publicados en 2013), y el montaje que llevan en directo es simplemente fantástico. Con tan sólo tres personas a los instrumentos supieron crear una atmósfera mágica a través de samples y loops combinados con sus habilidades al teclado, bajo y batería respectivamente. Sinceramente fueron la gran sorpresa de la noche, dado que ya había disfrutado de las delicias de Soul Aside en directo anteriormente, pero si hubiese sido la primera vez que viese a ambos, la cosa habría estado reñida. Al igual que con la actuación de los catalanes, se hizo excesivamente corto. A esto hay que añadirle que, cuando estaban en medio del último tema se cortó el sonido (no sabemos por qué), propiciando un final abrupto que nos dejó algo descolocados.

Los siguientes en actuar fueron Nohmada, que presentaban su álbum «Cenizas», también publicado el año pasado. Si bien la banda interpretó sus temas a un nivel bastante bueno, lo cierto es que estilísticamente estaban totalmente fuera de lugar en el cartel de aquella noche. Su rock n’ roll desenfadado estaba demasiado lejos de la propuesta del resto de bandas, y ya que ellos organizaron el evento, quizá deberían haber buscado a agrupaciones más acordes a su estilo para acompañarlos. Por lo que vimos, la mayoría del público era visiblemente más aficionada a música de un corte más moderno, atraída mayormente por la banda local. Su actuación se hizo larga y monótona, pero estoy convencido de que en otro ambiente en el que encajasen más habrían sido mucho mejor recibidos.

Por último, Soul Aside hicieron su aparición para ponerle el broche final a la noche. Interpretaron íntegro su primer y único EP hasta la fecha, trabajo homónimo publicado el pasado abril que podéis descargar de manera totalmente gratuita a través de su Bandcamp. Debo reconocer que con esta banda pasa algo realmente curioso, pienso que es una señal clara de que la agrupación tiene muchísimo talento, y es que su material grabado está realmente bien, pero en directo su música adquiere una dimensión totalmente nueva. La emotividad se multiplica por mil, consiguen transmitir muchísimo a los allí presentes y se colocan claramente por encima del grueso de bandas «post-rock» que podemos ver a menudo.

Totalmente entregados, cabe destacar sobretodo las impresionantes interpretaciones a la batería de Marc Prim, con unos ligeros toques a lo Gavin Harrison que hacen que sea difícil apartar la mirada del kit, así como la gran voz que luce Adam, que complementa el sonido «post» de la banda con un toque al estilo de A Perfect Circle o Deftones. Precisamente de estos segundos se marcaron un genial cover de «Tempest» a mitad de repertorio que les quedó de fábula. Para el cierre se reservaron una pequeña sorpresa, y es que nos ofrecieron un tema inédito, y debo reconocer que sonó de miedo. Hay muchísimas ganas de poder escuchar un larga duración de este prometedor conjunto, y también de que con más material puedan ofrecer actuaciones de más de esos escasos 45 minutos que nos dejaron la miel en los labios. ¿Lo peor del concierto? La asistencia. Es ridículo que con bandas de buen nivel hubiera tan poca gente en la sala. Sin duda, el apartado triste de una noche que musicalmente ofreció mucho a los que decidimos apostar por ellos aquel sábado.