La fiesta de White Cowbell Oklahoma

Para ciertos estilos musicales, no podemos concebir el directo como algo estático y frío. Tiene que ser movido. Ardiente. Dinámico. Que hasta el último cuerpo de la sala tiemble de emoción. Eso sí; el grupo de marras debe de tener un arsenal de temas por bandera para que la fiesta sea inolvidable.

Para ciertos estilos musicales, no podemos concebir el directo como algo estático y frío. Tiene que ser movido. Ardiente. Dinámico. Que hasta el último cuerpo de la sala tiemble de emoción. Eso sí; el grupo de marras debe de tener un arsenal de temas por bandera para que la fiesta sea inolvidable. White Cowbell Oklahoma son de esos grupos. Muchos conocíamos las bondades de su directo, así que el motivo de presenciar su primera fecha en esta nueva gira por el país con “Buenas Nachas” -¡tremendo disco!-  bajo el brazo, estaba más que justificado. Y la verdad, no defraudaron lo más mínimo.

Pocos minutos necesitaron los canadienses para comenzar a remover a los presentes. Ataviados al más puro estilo redneck, salieron a morder con “Shot A Glambin’ Man” y “Cheerleader” de su debut “Cencerro Blanco”. Así, a bocajarro. Son imparables en escena, y no solo se dedican a aporrear rock salvaje sin sentido. Sus canciones tienen estructuras muy cuidadas, voces dobladas, coros y alternancia de ritmos y melodías de guitarras que quitan el sentido, entre otras cualidades. Aunque el espectáculo visual esté ahí presente durante todo su concierto, su base musical es bastante sólida.

Como era obvio, hicieron especial hincapié en su nuevo trabajo, descargando “Flush In The Poket”, su single “Get Back To The Groove” y “Diabla, Diabla” en el ecuador del concierto, así como “Bully Black”. Su vocalista y guitarrista principal Clem C. Clemsen, es todo un torbellino al que su renovaba formación sigue a pasos no menos comedidos. No tuvo reparos en salir a mitad de la sala y subirse a la barra para animar uno a uno al poco más de medio centenar de personas al son de “Cencerro Blanco”. Una de tantas maniobras de un repertorio que siempre busca la participación de los asistentes. Y ni qué decir de Charles Chainsaw; puro cowboy que toca el cencerro, hace saltar chispas del mismo, enciende algún que otro fuego y con una moto sierra hace añicos una piña o un enorme rollo de papel ¿higiénico?. También es un gran maestro de ceremonias a la hora de vender su merchandise en mitad de su actuación, hemos de admitir.

“Magic Fingers”, “(Tears You) A New One”, “Southern Grace” o “Monster Railroad”, fueron otras enérgicas descargas que no dejaban títere sin cabeza. Todo iba fluyendo de menos a más, hasta finalizar, tras la insistente petición de los asistentes para su vuelta a escena, con una gran versión del “Speed King” de Deep Purple y su ya clásica “Put The South In Your Mouth” con la presencia de casi todas las chicas de la sala sobre el escenario. Si tenéis la ocasión de saborear el rock sureño con White Cowbell Oklahoma, no dejéis de escapar esta oportunidad. ¡Es una auténtica fiesta!