La enésima visita de Europe no termina de conquistar
Musicalmente hablando fueron, como siempre, impecables. Eso, a Europe, no creo que se le pueda echar en cara en la vida. Pero después de un bolazo como el de Sant Jordi Club en la gira de ´Last Look At Eden´… pues la actuación de Europe este pasado sábado me ha dejado más bien fría. Lo achacaremos al cansancio de los suecos (espero) y lo volveremos a intentar la próxima vez!
El concierto que dió Europe este sábado en Barcelona no fue, ni de lejos, uno de sus mejores conciertos. No parecían tener ni el día ni las ganas. Vale que tienen una edad y llevan casi 15 fechas a todo trapo, pero todos hemos visto señores más viejos dar mucha más caña. Y por si su falta de fuerza fuera no fuese obvia ya de por si, salir a escena después de la energía desbordante de los Dirty Thrills hizo ese detalle más patente.
La entrada en escena de estos londinenses pilló a más de uno desprevenido. El público estaba disfrutando de una caña o charlando animadamente con el de detrás y apenas el técnico de sonido quitaba la música ambiente, los Dirty Thrills ya habían saltado al escenario con la energía al 100%. El show empezó tanto en su máximo apogeo (y así lo mantuvieron hasta el final) que casi te daba la impresión de haber llegado a la mitad de un concierto y no de llevar tus 20 minutos esperando entre el público. Con su rock blusero con patentes influencias de Rival Sons o The Black Keys, estos 4 chicos no podían ni estarse quietos ni dejar de interactuar con el público. Las pintas también forman parte del espectáculo de Dirty Thrills y así lo demuestran yendo cada uno de su padre y de su madre: el bajista totalmente setentero con un bigote a lo “Hook”. El cantante con un rollo indie, con sus pantalones de rayas blancas y negras y su fedora negro. El guitarra, ese guaperas a lo James Dean con su rubio tupé. Y el batería, que era el más sobrio del cuarteto, sin dejar de mostrar una sonrisa de oreja a oreja que casi pudo competir con la de Joey Tempest. Ahí sí que sigue ganando el sueco… Los londinenses despidieron el concierto con un “os esperamos en el stand de merchandising” y ahí se quedaron haciéndose fotos y firmando discos hasta mucho después de finalizado el evento. Los de seguridad andaban locos por el walkie “¡Alguien tiene que decirles que se vayan, nos están taponando la salida!”
En el mismo momento en que los pipas cambiaron el telón de los Dirty Thrills por el de Europe, el espacio que hasta ahora te envolvía se vio reducido a inexistene. Era patente la emoción de las primeras filas. Y es que si hay algo que Europe tiene son unos fans que los aman con todas sus fuerzas. El Club de Fans hervía de actividad, comunicándose de lado a lado del escenario dividos entre Norum y Leven.
Empezaron cómo era de esperar con su “War of Kings”, tema homónimo del disco y del tour. El setlist fue bastante acertado, variado y extenso. Tocaron unos 18 temas de los cuales 6 o 7 eran del ‘War of Kings’. De sus clásicos no faltaron ni “Carrie”, ni “Rock The Night”, ni “Superstitious” ni “The Final Countdown” que como siempre fue el bis y cierre. Pero echamos de menos “Cherokee”. Y hubo algunas despechadas que echaron de más “Carrie” y quisieron hacerselo saber al grupo dándoles la espalda durante toda la canción, abucheando al pobre Level y haciendo gestos con el pulgar hacia abajo. Alegaban que “me aburre mucho, les he visto 22 veces y la tocan siempre”. Menos mal que las perdimos de vista con “The Final Countdown”.
Desde el inicio del show, Joey Tempest (vocalista) fue el único que se movía. John Norum (guitarra) apenas se desplazó dos pasos más allá de su micro y parecía estar tocando en trance. O en un ensayo. Mucho entusiasmo no le puso. Eso sí, durante su solo acabó de rodillas en el suelo. John Leven (bajo) tampoco se movió demasiado de su sitio. Llegó en algún momento hasta la mitad del escenario, pero poco más. Sin embargo Level, aunque un poco estático, sí transmitía más que sus compañeros. Le seguía faltando fuerza pero no dejó en ningún momento de sonreír y estar por el público. Mientras que él tiraba púas cada dos canciones, Norum tiró un puñado al aire al acabar. La presencia en el escenario de Mic Michaeli (teclista) fue casi inexistente sino fuera porque los teclados en Europe suenan, y mucho. No llamó la atención en ningún momento excepto justo antes del solo de batería de Ian Haugland, y fue porque sólo estaban ellos dos en el escenario y Mic tenía un foco cenital blanco que iluminaba toda su persona. Pensabas que iba a ser su momento y… ¡no! Empieza a sonar la obertura de Guillermo Tell, cambian los focos para iluminar a Haugland y el sueco de las eternas gafas se lanza contra los parches. No fue un sólo demasiado exquisito o impactante. Con todo este conjunto de euforia y pasión, el eterno saltar, moverse, tirarse de rodillas, reír, cantar a los focos, señalar, hacer gestos al público y hacer el spagat de Joey Tempest quedaba un poco emborronado. No me llegó a quedar claro si toda esa energía era por estar disfrutando el momento, o si era tan solo parte de la actuación.
Musicalmente hablando fueron, como siempre, impecables. Eso, a Europe, no creo que se le pueda echar en cara en la vida. Pero después de un bolazo como el de Sant Jordi Club en la gira de ´Last Look At Eden´… pues la actuación de Europe este pasado sábado me ha dejado más bien fría. Lo achacaremos al cansancio de los suecos (espero) y lo volveremos a intentar la próxima vez!
Promotor:Rock N Rock
Día:05-12-2015
Hora:19:45
Sala:Razzmatazz
Ciudad:Barcelona
Teloneros:The Dirty Thrills
Puntuación:9
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