A una ubicación no demasiado habitual dentro del circuito clásico de conciertos
de metal estatal nos tocó desplazarnos un día entre semana para volver a disfrutar
de una descarga de pedregoso death metal tras la turgente lección magistral
que nos ofrecieran KRISIUN cuando tocaron por última vez en Barcelona acompañando
a los polacos BEHEMOTH. El resto de bandas que los acompañaban, si bien escasamente
conocidas, demostraron que lejos de ser formaciones de tercera regional, tienen
todas las cartas para pasar a ser todo unos referentes del metal underground
más moribundo.

La velada la abrieron los locales ENTROPIA, que comenzaron a descargar su
set ante poco más de 10 personas, aunque esas pocas almas tuvimos el placer
de empezar a supurar gustosa pus por nuestros poros a base de grind y su curioso
mensaje ácido anarkosatanista. En apenas 20 minutos se concentraron en emplearse
a fondo con sus supositorios anales más sentenciosos, léase “Mata El Teu Botxí”, “Hematomes
Tumefactes Rectovaginals” o “Takte Mòrbid”, entre otras refinadas perlas. Las
personas que se encontraban a primera hora animando a la banda ya sabían en
su mayoría lo que venían a ver y ello contribuyó a que se creara un buen ambiente
casi de inmediato, por mucho que los propietarios de la sala no permitieran
a la banda lanzar las vísceras que llevaban consigo al público esta vez. Otra
buena ración de grind a cargo de esas larvas sarnosas que son Karkassa, Uretra
y Selrak.

Los siguientes en aparecer serían nuestros amigos los podridos, los PUTREFIED,
que con sólo un disco, un EP y un directo en el mercado han podido engancharse
a una gira como esta para nuestro regocijo, pues estos señores de logo ininteligible
dieron uno de los conciertos de la noche, toda una ducha de mugre a base de
death metal con un sonido de guitarras que me hizo recordar a los primeros
ENTOMBED y con un grado de crudeza y calidad totalmente avasallador. No sé si
en Holanda han abierto las cavernas y se han escapado todos las bestias pero últimamente
se deja cada banda de por allí para mear y no echar gota. Personalmente me
gustó mucho la voz de Marcel Van Voorbergen, un personaje calvo que en pleno éxtasis
de guturalidad se ponía a oscilar de lado a lado a modo de tentetieso, como
si le estuviera cantando una nana a su hijo o algo así; ciertamente gracioso
verlo (y entenderlo, pues entre canción y canción no se cortó a la hora de
bromear). Sin inventar nada nuevo, pusieron los puntos sobre las íes: melodías
tan tiernas como un campo de bebés empalados, alternancia de ritmos rápidos
con partes con más groove al más puro estilo americano y una voz cavernosa
y malsana. Estos fueron los ingredientes de temas como “Black Steaming Cancerous
Entrails”, “Masses Of Lank White Bodies”, “Invocation” o “Grinding Bestiality”,
con la que finalizaron y que sonaron sencillamente avasalladores. Magistrales
los Putri.

Turno para los italianos HOUR OF PENANCE y su cortés ración de caña también
por su parte. Más enrevesados y técnicos que los PUTREFIED, nos hicieron gozar
con esta otra vertiente que de vez en cuando nos brinda la escena death metal,
dejando también patentes que en su campo se manejan como peces en el agua (o
cómo cerdos en el barro, mejor dicho). El concierto comenzó con “Towards our
Store”, dejándonos claro que venían a presentar su última obra de estudio,
con la que dicho tema da comienzo. A pesar de ello la selección de temas estuvo
equilibrada y cayeron cortes tanto de “Pageantry for Martyrs” como de “Disturbance”,
sus dos obras editadas hasta la fecha. El sonido volvió a ser bastante bueno,
por lo cual pudimos disfrutar de las mejores armas del grupo, destacando especialmente
los solos a velocidad de vértigo que se marcó el guitarrista Giulio Moschini,
todo un hacha. De lo que sí pude percatarme es de que, al igual que ocurrió en
PUTREFIED, el sonido del bajo tuvo más presencia de lo habitual en la mezcla
final que salía por la PA, lo cual no empañó, ya digo, la nitidez con la que
sonaron los grupos, sino que contribuyó a que la base rítmica nos sacudiera
de forma más asaz, pues el sonido de las guitarras no se vio acusado por ello. “Celebrating
Collective Terror”, “End Of Relief”, “Inhaling Disbelief”, “Shreds Of Martyr” fueron
algunos de los abrasivos temas que sonaron antes de que decidieran finalizar
su actuación con la torturadora “Life In A Pain Amplifier”, dando por finalizado
otro concierto ejemplar y bien llevado a cabo, sobretodo teniendo en cuenta
la ausencia de su segundo guitarra, Enrico, que no hizo acto de presencia por
motivos que se me escapan.

Finalmente, y sin hacernos esperar en exceso, allá estaban de nuevo los brasileños
KRISIUN para dejar claro que si alguien ha de recoger el testigo de la caña
que desde hace años dejaron caer SEPULTURA, éstos han de ser ellos (siempre
considerando a los señores de SARCOFAGO como un caso a parte). Venían a presentarnos
su último disco “AssassiNation”, pero comenzaron el show con carácter añejo,
siendo la encargada de abrirlo “Kings of Killing”, no siendo hasta bastante
más tarde cuando empezarían a caer temas de su última obra, precisamente en
un orden inverso a como suelen plantear el set list la mayoría de bandas. Con
la mala hostia que les caracteriza, fueron soltando tema tras tema con una
intensidad constante, amparados por un buen sonido, aunque no espectacular
y un Álex Camargo que anunció que iba a hacer el esfuerzo de hablarnos en castellano,
ya que veía vergonzoso dirigirse a nosotros en inglés siendo el portugués y
el español de una naturaleza semblante. Con “Murderer”, “Slain Fate”, “Thorns
Of Heaven” y “Vengeance’s Revelation” el trío demostró que funcionan como una
máquina bien engrasada, apoyándose unos en otros para conseguir alzar una muralla
de contundencia death metal con la suficiente credibilidad como para que el
respetable no parase de cabecear, aunque eso sí, en toda la noche no vimos
prácticamente ningún mosh, posiblemente debido a la poca afluencia de público.
Tras la interpretación de “Ominous”, “Hatred Inherit” y “Vicious Wrath” (que
sonó brutal, con todos esos parones que le dan el toque “técnico”), Álex volvió a
dirigirse a nosotros para dejarnos claro que “sin vosotros no somos nada”,
así como arremeter contra el bastardo de Jesús de Nazareth y su jodido Dios
panfletario.

La calidad de los hermanos Kolesne quedó también contrastada, tanto durante
el devenir de los temas como por los puntuales lucimientos individuales con
los que nos brindaron, y es que sin ese componente de técnica sería absurdo
hablar de un grupo como KRISIUN. La traca final, muy acertada, sería completada
con los pesos pesados – “Ethereal World”, “Bloodcraft”, “Conquerors Of Armageddon” y “Wolfen
Tyranny”, que lograron corrompernos hasta las entrañas, dado el marcado carácter
avasallador con el que dota el trío a todo lo que tocan. A título personal,
disfruté más de su descarga en Mephisto no hace mucho, en la cual gozaron de
un buen sonido, más público y un entorno algo más propicio que les arropó para
que consiguieran su cenit de incisiva brutalidad. A pesar de ello, la actuación
de los brasileños no dejó margen a la duda, y es que KRISIUN es una de las
mayores instituciones de territorio sudamericano por derecho propio.

Texto y Fotos: Penumbra

Datos:Salamandra
Hospitalet
Público: 120 personas
Promotor: DR Produccions

Día:22/03/2006

Puntuación:7