Como decía en algún artículo de opinión, este es el cartel que veíamos en un Rock Machina en el año 2000, y todos estábamos hiperventilando de excitación. La competición europea es dura, pero en España no aguantas un festival con las 600 personas que hay dispuestas a ir a Hellfest y Wacken dejándose 500 o 600 Euros en el proceso. Eso es así.

Cuando a las 15:00 se abrían puertas del Rock Fest Bcn, uno no podía creer que ya hubiese valientes dispuestos a irse a primera fila con el sol de justicia que estaba cayendo. Por suerte, una oportuna tormenta esa mañana había limpiado el aire un poco y la cosa era llevadera Por un momento, cuando un trueno madrugador despertó a toda la ciudad de Barcelona, pensamos en lo peor: otro festival pasado por agua o con problemas derivados. Pero Rock Fest Bcn se llevó a cabo con normalidad, por suerte. Y hasta que no estuvimos allí no nos dimos cuenta del lujo que es tener un festival de dos días al lado del metro y la Ronda de Dalt, en una ciudad como Santa Coloma de Gramenet, en un espacio amplio y sin aglomeraciones y bien acondicionado. Después de muchos años de ir a pueblos perdidos de la mano de Dios, a zonas industriales inhóspitas o descampados alejados de la civilización, es un placer salir del metro y entrar en un festival como este.
Lógicamente hay que tener en cuenta muchas consideraciones respecto al cartel, que ha sido algo apresurado –o esa es la impresión que da- pero que se puede perdonar teniendo en cuenta que hablamos de una primera edición y de un clima de crisis que hace plantear con mucha cautela las grandes inversiones de este tipo. Es obvio que faltan más nombres y más atractivos, pero no creo que haya quedado un festival precisamente mediocre. Como decía en algún artículo de opinión, este es el cartel que veíamos en un Rock Machina en el año 2000, y todos estábamos hiperventilando de excitación. La competición europea es dura, pero en España no aguantas un festival con las 600 personas que hay dispuestas a ir a Hellfest y Wacken dejándose 500 o 600 Euros en el proceso.  Eso es así.

Aún así, ayer el festival presentó una buena entrada a lo largo de la tarde-noche, con unas 7.000 personas dentro del recinto de Can Zam, posiblemente algunas más contando el gran número de invitaciones que se repartieron entre vecinos de la localidad barcelonesa. El cartel era más propio de una fiesta de presentación que otra cosa y realmente esa era la intención original del festival. Un festival de un día el sábado 5 de julio que contase con un calentamiento previo el día anterior. Pero se fueron añadiendo y reubicando bandas y la cosa quedó más repartida. El principal problema que esto plantea es que la gente necesita una zona de acampada si ha de hacer noche y en este primer año no la ha habido. Las quejas se han sucedido en ese sentido, pero por otra parte, la cercanía de Barcelona con toda su oferta de alojamientos baratos para las personas que vienen de fuera de la ciudad debería haber sido suficiente para satisfacer las necesidades. La organización posiblemente ha escuchado las peticiones para una zona de acampada y ojalá se materialice en próximas ocasiones.

La tarde comenzó con los locales KAPICHE CLU, una banda local de Santa Coloma, que mezcla rock, mestizaje, fusión y que no pegaba demasiado en el festival. No obstante, como guiño a la escena local es un gesto correcto. Pero vaya, la cosa fue distinta cuando salieron a escena LACUNA COIL a las 16:30. El público se volcó con ellos, aunque dio la impresión de que la banda se ha quedado estancada en directo. No me entendáis mal: Cristina Scabbia y Andrea Ferro llevan el peso del grupo con maestría, pero apenas tocan nada de sus primeros trabajos, los que moldearon su sonido, y lo que tocan de los más recientes no es precisamente espectacular. Es como si hubiesen encontrado una fórmula y no se desviasen ni un milímetro de esta. “Trip the Darkness”,”Kill the Light” y otras sonaron a lo largo de su hora de actuación, pero pasaron sin pena ni gloria.

Poco después llegó el turno de STRATOVARIUS, quienes fueron algo muy distinto. Si, tocaron mucho material nuevo, pero es imposible no rendirse al encanto escénico de Timo Kotipelto y a las buenas canciones que han generado desde que volvieron a la actividad con una nueva formación. Sonaron compactos y potentes, aunque es una pena que tan solo quede Jens Johansson y el propio Kotipelto de la formación clásica. Aún así hicieron un buen concierto donde hubo espacio a lo nuevo (“Under Flaming Skies”, “Deep Unknown”), a los villancicos (“Eagleheart”) y a los arcoíris metalizados (“Hunting High and Low”). Al final, creo que todos nos quedamos con lo que les hizo grandes: el veloz power metal de “Speed of Light”.

Muchos criticaron la inclusión de bandas como MEDINA AZAHARA o MOJINOS ESCOZIOS en el festival, como si no tuvieran las suficientes credenciales para participar. Recordemos que se llama Rock Fest Bcn y no MetalFest (especialmente si tenemos en cuenta que el Barcelona Metal Fest de este domingo tampoco es muy heavy que digamos…). Y dentro del Rock, pues oye, MEDINA AZAHARA casi encajan, por muchos devaneos andaluces y arábigos que contenga su música. Son una gran banda en directo, posiblemente una de las más compactas del país, y cuando tocan “Favorita de un Sultán”, uno se calla y admira. Manuel Martinez lleva al público como quiere y una vez vistos sobre el terreno no desencajan en absoluto. Dicho sea de paso: prefiero ver a MEDINA AZAHARA haciendo saltar al público que a GRAVE aburriendolos a media tarde. Por muy auténticos y underground que sean unos respecto a los otros.

No están en su mejor momento desde hace años, pero BARÓN ROJO siempre son resultones en directo. Los hermanos de Castro salieron a escena sobre las nueve de la noche y pusieron en marcha el tren de los clásicos una vez más. Tan solo algún guiño a su último disco, “Tommybarón”, con “El Rey del Pinball”, pero lo demás fueron los de siempre: “Las Flores del Mal”, “Resistiré”, “Concierto para ellos”…y lo de siempre, vaya. Al menos, Carlos de Castro estaba en mejor forma vocal en esta ocasión y el escenario no se les hizo tan grande como en el Costa de Fuego del 2012. Aún así, podrían ser mucho más de lo que son y parece que ellos mismos son los primeros interesados en no serlo. Y a juzgar por el documental famoso, tiene toda la pinta.

La banda más bruta del día en el escenario principal era KREATOR y casi todo el mundo estuvo ante el escenario viéndolos. La banda trajo algo de montaje escénico (con cañones de confeti, columnas de Co2 y un buen juego de luces) y se dedicó a ejecutar lo que pudimos ver en su último DVD con tremenda fidelidad. “Phantom Antichrist” abrió la noche y “From Flood to the Fire” siguió. Fue entonces cuando Mille Petrozza decidió hacer el moshpit más grande del festival al son de “Endless Pain”, todo un espectáculo. La banda estuvo más que correcta y tuvieron un buen sonido y show al ser ya de noche. No siempre es habitual verles a horas correctas como esta y aprovecharon la ocasión para dar todo lo que llevaban encima. El bis con  “Violent Revolution”, “Flag of Hate” y “Tormentor” fue épico y justo lo que el público necesitaba.

Era un cierto bajón encontrarte con MOJINOS ESCOZIOS después de un concierto tan cañero como el de los alemanes, pero cabe decir que mucha gente quería verles y el público se llevó unas buenas risas a costa del blues-rock cerdo de los de Mollet. No hay nadie con más ingenio que El Sevilla encima de un escenario hoy en día y el tipo lo sabe. Es un frontman de altura y lleva al público comiendo de la palma de su mano durante todo el concierto, aunque la banda siempre ha sido muy solvente. No dan para grandes sorpresas, pero “El Cura”, “Mucho Gay”, “Por el Culo oé”, “Las niñas del colegio de La Salle” y, sobretodo, el clásico himno “No Vale Pa Na’” con el que cerraron fueron los grandes momentos de su actuación.

Tras ellos, en el escenario principal solo quedaban OBÚS, que hicieron un concierto correcto, pero menos espectacular que el de la sala Bóveda hace unos meses. OBÚS funcionan muy bien en sala, pero en los grandes escenarios pierden mágia y fuerza. Después de esa reciente entrevista a Fortu hablando de sus problemas anales, uno podía concentrarse correctamente en el show de la banda, pero si eso hace que más gente los descubra pues oye…es más barato que poner anuncios en la tele. No se fueron por los cerros de Úbeda y dieron exactamente lo que el público quería: “Te Visitará la Muerte”, “Dinero”, “Vamos muy Bien”, “Prepárate” y demás. Un concierto de libro de texto.

LA CARPA

La carpa Rock Tent tuvo actuaciones de multitud de bandas desde media tarde, cuando CRETINS salieron a escena con su repertorio ramoniano en català. Punk-rock a mil velocidades que anima a cualquiera, especialmente a esas horas. Los legendarios KTULU también actuaron, con mucha gente viéndoles y un resultado tremendo. Posiblemente en el escenario grande habrían quedado deslucidos, pero aquí fueron una locomotora, pese a algo de rebote sónico por parte de la carpa. Hubo tributo a DEEP PURPLE con CASINO MONTREUX, que fueron quienes más gente reunieron y quienes consiguieron una mejor reacción del público. Terminaron con “Smoke on the Water”, como no podía ser de otro modo.

La racha de tributos la rompieron los brutos NAPALM DEATH, que hicieron un show despampanante. Los británicos, con un Shane Embury brutal, hicieron gala de sus honores como reyes del grindcore. Seguramente el concierto más bestia de todo el festi, con temas como “Suffer the Children”, “When All is Said and Done” y clasicazos varios. Lo curioso era cuando se mezclaba el sonido con el de los MOJINOS, creando una contrariedad sónica que te dejaba perplejo.

El mejor tributo de la noche, junto al de DEEP PURPLE fue el de BON JOVI que hicieron BOUNCE. No se dejaron nada en el tintero: “Runaway”, “Born to be My Baby”, “Livin’ on a Prayer”, “You Give Love a Bad Name” y muchos otros clásicos de los de New Jersey. El cantante tiene el mismo gancho escénico que Jon y se nota que tiene trabajados los movimientos. Y, por suerte, canta mejor que el propio Jon hoy en día. Todo lo contrario que KISS OF DEATH, seguramente el tributo más malo, porque esa es la palabra, que jamás he visto sobre un escenario. Es indignante que una banda suba al escenario a imitar a KISS cuando la persona que hace de Paul Stanley ni pronuncia, ni toca, ni está afinado. Y podemos argumentar que KISS nunca fueron buenos músicos. Pero al menos están afinados unos con otros. Olvidables a más no poder.

El fin de fiesta llegó con PARTY HARD, la fiesta metalera que montamos desde esta web y que tiene residencia habitual en la sala Bóveda de Barcelona. Hasta más de las cinco estuvimos pinchando clásicos y no tan clásicos de la historia del heavy metal para unos trescientos irreductibles que se negaban a marcharse a sus casas.

Y hoy, más.

Promotor:Rock N Rock

Día:2014-07-04

Hora:15:00

Sala:Parc de Can Zam

Ciudad:Santa Coloma de Gramenet

Teloneros:Kapiche Clu Lacuna Coil Stratovarius Medina Azahara Baron Rojo Kreator Mojinos Escozios Obus Cretins Ktulu Casino Montreux Napalm Death Bounce Kiss Of Death Party Hard

Puntuación:8