Cuando Kreator visitaron hace un par de años la ciudad condal, la sensación no pudo ser más agridulce: su concierto fue ubicado en una sala Salamandra de aforo más que insuficiente (850 personas), a lo cual se sumó una clarísima sobreventa de entradas y un problema con el sistema eléctrico que dejó a la banda sin poder tocar durante más de treinta minutos cuando tan sólo llevaban cinco canciones de repertorio. El cabreo de Mille era monumental (atención al vídeo), por lo cual era evidente que la banda cambiaría de promotora para su siguiente gira en salas. Los encargados de manejar las fechas españolas de los alemanes este año han sido Madness Live, y la mejoría ha sido evidente: de una sala demasiado pequeña para una banda de este calibre hemos pasado a llenar una Razzmatazz 1, con capacidad para dos mil personas. La excelente promoción habla por sí sola, y es evidente que tener a Arch Enemy como acompañantes ha sido un aliciente para que todo saliese a la perfección en cuanto a público esta vez.

Abriendo puertas a las 18:00, las dos primeras bandas de la noche tan sólo dispusieron de media hora sobre el escenario por tal de mantener la duración de los repertorios de los cabeza de cartel acorde a su estatus. Puede que con Drone esos treinta minutos bastasen y sobrasen, pero lo que está claro es que para Hell fueron un abrir y cerrar de ojos. Con espectáculo propio del mejor de los headliners, los británicos salieron a comerse el mundo en tan sólo cuatro canciones, dos de cada uno de sus álbumes. Si bien a nivel sonoro no gozaron de la calidad que se merecen, visualmente dieron un enorme golpe sobre la mesa. Algunos pensarán que tan intensa teatralidad no encaja con una propuesta musical tan llana como el metal de la NWOBHM, pero opino que sin lugar a dudas en ello han sabido encontrar algo que los hace únicos y muy atractivos en vivo. Atuendos sectarios, autoflagelación en vivo, una interpretación vocal que haría palidecer al mismísimo diablo y una instrumentación tremendamente sólida. ¿Cómo nos vamos a quejar? De diez.

Con montaje en escenario de headliner pero 30 minutos menos de repertorio que Petrozza y compañía salían a escena Arch Enemy, banda que probablemente hoy día tendría un tirón mucho menor de no ser por la novedad de presentar nueva vocalista. Desde el inicio con «War Eternal» y «Ravenous», Alissa estuvo explosiva en cuanto a actitud, demostrando que es capaz de liderar una banda como esta sin tener nada que envidiar escénicamente a Angela Gossow. Si hablamos de su voz será más difícil lanzar un veredicto, puesto que a lo largo de todo el concierto estuvo bastante enterrada en la mezcla y era realmente difícil adivinar cómo se las estaba apañando con el material anterior de la banda… pero por lo que fuimos capaces de oír, se le daría el aprobado sin llegar a lo espectacular. La otra novedad de la noche fue Jeff Loomis a la guitarra, quien daba apenas su tercer concierto con esta formación. Es innegable el hecho de que es triste ver a semejante virtuoso invertir su tiempo en una banda tan medianera como es esta hoy día, pero al menos pudimos verlo de nuevo sobre un escenario (seguiremos esperando una reunión de Nevermore). Concierto aceptable de los suecos, sin brillar especialmente pero cumpliendo con algunos buenos temas como «Dead Eyes See No Future».

Tras una rotación significativa entre los sectores del público mientras se preparaba el escenario para recibir a Kreator, le épica intro elaborada con imágenes históricas y «In the Year 2525» de Zager & Evans sonando fue proyectada para preceder a una explosiva «Violent Revolution» con la que llegaría el inicio del fin. «Civilization Collapse» y «From Flood Into Fire» ya suenan como nuevos himnos y sirvieron para seguir calentando a las dos mil almas que allí nos congregamos para estallar definitivamente en la abrumadora «Extreme Aggression»: el conservadurismo de esta banda en cuanto a setlist es más que conocido, pero en esta ocasión nos sorprendieron gratamente incluyendo algunas canciones inesperadas como «Suicide Terrorist» o «Impossible Brutality». Aún así, parece que tan sólo aceptan cambios en cuanto a material reciente… seguiremos esperando a que suene «No Reason to Exist» algún día de nuevo.

Si bien en su anterior visita fue más que evidente que sus compañeros de cartel Morbid Angel les pasaron la mano por la cara, en esta ocasión debo decir que el concierto de los alemanes estuvo a un nivel muchísimo más alto, probablemente el mejor que se les haya visto en muchos años. Energía increíble para unos músicos de su edad, excelente conexión con el público y un sonido simplemente demoledor. Se han incorporado algunos elementos llamativos a su puesta en escena, como la pistola de gas que manejó Petrozza en uno de los temas o la proyección que acompañó «Voices of the Dead» con imágenes de muchos de sus camaradas musicales fallecidos a lo largo de los años elaborando un enorme memorial a figuras como Phil Lynott o Ronnie James Dio entre muchos. Inesperado fue el cover de «The Number of the Beast» para arrancar el bis, pero resultó divertido verlos hacer algo así hoy día y lo disfrutamos como nunca. «People of the Lie» fue devastadora para encarar la recta final de la actuación, y el combo infalible de «Flag of Hate» y «Tormentor» puso punto y final a una noche gloriosa para el thrash alemán. Que sigan a este nivel muchos años.

Promotor:Madness Live

Día:2014-11-28

Hora:18:00

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Hell, Drone

Puntuación:8