Gran noche de metal vikingo y folklore nórdico de la mano de dos grandes bandas del estilo. Por un lado los ya consolidados fineses Korpiklaani, y por la otra los emergentes Metsatöll, de Estonia. Desgraciadamente los precios y la multitud de conciertos hacen que la crisis se note, y mucho, en la asistencia a los conciertos. El Razz 2 estaba en formato reducido, y a pesar de ello, tampoco estaba lleno precisamente. Pero eso no llegó a empañar una buena velada de folk umppa de primera, quitándonos un poco el resquemor que nos dejó el concierto de los Dropkick Murphys. Gente entregada, merchandising abundante y a precios razonables.

Cuando llegamos los estonios estaban dando buenas muestras de su metal, minado de referencias a la mitología nórdica y a los ritos paganos ancestrales. Es impresionante ver que entre cuatro pueden con todo, llegando a sonar realmente bien. Dos voces combinadas, una de muy profunda, y un multi-instrumentista que hace las veces de Dr. Pymonte en In Extremo. Varulven va sacando todo tipo de rarezas que le dan una dimensión folkie al combo de Tallinn. Espectacular la gaita estonia y ver que la flauta-whistle era real, no como en otras bandas… (no diremos nombres). Dieron mucha cancha a su último “Ulg”. Hubo momentos en los realmente sonaron a ritos ancestrales, pero el metal lo domina todo. A pesar del gran número de bandas del estilo poseen un estilo propio y son, hasta cierto punto, originales. Gran ovación de despedida y gran reacción por parte del público.

La fórmula de Korpiklaani funciona y es festiva al 100%. Los gigantones nórdicos hicieron bailar de lo lindo a una asistencia entregada desde el principio. Al ritmo de “Tuonelan Tuvilla” la cosa ya se desmadró. Enorme Jonne Järvelä con sus quilométricas rastas y el flanco folk liderado por Juho en el acordeón y Tuomas al violín. Evidentemente su nueva obra vertebró casi todo el setlist, pero sí que hubo sorpresas más que agradables. Funcionan de maravilla “Tuoppi Olta” y “Ruumiinmultaa”, con esos ritmos sincopados y esa fuerza y velocidad. Desprenden buen rollo y garra y los pogos fueron una constante. Curiosamente destacar que había un gran número de extranjeros, y uno de ello se quejaba de que en España la gente no sabía bailar pogos.

Gran momento con la genial “Metsämies”, pero de “Korven Kuningas” la que arrasó de verdad fue la otra que tocaron: “Kypumylly”. Enorme recepción y fiesta hermanada con danzas y empujones varios. De su nuevo disco destacar especialmente “Levan Polkka”, “Metsälle” y “Uni”. Fue interesante ver como en “Husky Sledge” hubo un momento de solo con Tuomas tocando el violín en el centro del escenario. Realmente étnico. Rescataron del “Tales Along This Road” las ya clásicas “Happy Little Boozer” y “Midsummer Night”. Una de sus grandes credenciales es la base rítmica del combo. Batería y bajo van a velocidades de vértigo. La enorme sorpresa fue la inclusión de la versión de Motörhead “Iron Fist”. Adaptada a su sonido habitual. No quedó nada mal.

Pero evidentemente los temas que más triunfarían en la noche de domingo fueron esos en lo que dan protagonismo a sus bebidas favoritas: “Tequila”, muy cachonda, “Beer, Beer”, su clásico por antonomasia, y “Vodka”, con la banda pegando lingotazos de la botella. La despedida la pusieron “Wooden Pints” y “Pellonpekko” de fondo. Pura adrenalina, baile y sudor. Fue sólo escasa hora y media, pero dudo que nadie saliera defraudado. El grupo se entrega y consigue transmitir el buen rollo y la fiesta. Tonadas que invitan a beber sin descanso y a empujar al primero que se te cruce por delante. En su estilo, siguen reinando, lástima que la asistencia a los conciertos cada vez esté peor. Quizá habría que bajar los precios en general, más que nada porque en otros países ya está pasando…

Jordi Zelig Tàrrega

Promotor:-

Asistentes:250

Día:10/02/2013

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Teloneros:METSATÖLL

Puntuación:8