Como dice un anuncio publicitario de un refresco, la gente, es cierto, que
hace lo que le da la gana. O eso, o soy un iluso y un completo ignorante sobre
el poder de captación de público que puede tener una banda del denominado movimiento
musical Nü-Metal. ¿Pero esto no era una moda de mediados de los 90 que ya venía
a menos? ¿Quién me iba a mí a decir que KORN arrastraría más público que los
alemanes SCORPIONS pocas semanas después en el mismo sitio y el mismo día de
la semana (Martes)? Esto, amigos míos, hace que muchos metálicos de pura cepa
se tengan que rendir ante la evidencia: el Nü-Metal SI ha tenido, tiene, y tendrá
algo de repercusión en los estilos aledaños a nuestro rollo. Aunque a muchos
le cueste reconocerlo. Cierto es que estamos hablando de KORN, banda que fue
pionera y fuertemente influyente con su disco debut y epónimo de lo que se calificaría
posteriormente como Nü-metal, metal de nuevo cuño, y nombres similares, y que
llevan vendido alrededor más de 20 millones de copias en todo el mundo, que
se dice pronto para los tiempos que corren. No estamos hablando, por tanto,
de un grupejo de segunda división dentro de este estilo.

Antes de que los de California tomaran posesión del escenario, los madrileños
XXL descargarían temas de sus dos trabajos editados hasta la fecha: “117 dB”
y “(12.0) Richter”, haciendo especial hincapié en el segundo, último y recientemente
publicado, con temas como “Alto y Claro”, “Incompleto”, “Absolución” y “Ni Un
Paso Atrás”. Las primeras filas parecían pasárselo realmente bien, pero para
servidor el show de XXL fue puro entretenimiento, y para muchos fue un placer
e incluso recibieron aplausos (no fue muy buena señal), al anunciar su fin de
actuación con una última canción tras treinta minutos aproximadamente en escena.
A ver…los chicos no lo hacen mal (un poco de desordenamiento y caos escénico
con tanto brinco sin ton ni son) también tengo que confesar que no es mi estilo
predilecto (demasiado nü y poco metal para mi gusto), pero su música no aporta
nada más que un rato de diversión.

Tardarían una media hora en salir KORN mientras se preparaba su puesta en escena.
Las portadas de sus seis discos en estudio, “Korn”, “Life Is Peachy”, “Follow
The Leader”, “Issues”, “Untouchables” y “Take A Look In The Mirror” se repartían
en igual numero a ambos lados de un tándem de mayor dimensiones con la portada
de su último recopilatorio “Greatest Hits Vol.1”, coronado por la inmensa batería
de David Silveria. También a ambos lados dos grandes jaulas repletas de seguidores
de la banda (privilegiados ganadores de algún concurso o del club de fans o
algo así supongo) formaban parte del decorado. El fondo lo cubría tres grandes
telones negros en forma de cortina, que al inicio con “Here To Stay”, se encendieron
en ellos multitud de bombillas que a lo largo del show irían cambiando de colores,
modulaciones, etc…y que junto a un buenísimo juego de luces y humos hacían muy
vistosa la puesta en escena de los norteamericanos.

Como se hace evidente al tener un recopilatorio como última novedad publicada,
su set se basó en sus grandes clásicos y singles de gran tirón comercial, dígase
“Twist”, “A.D.I.D.A.S.”, “Did My Time”, o una especialmente recibida “Freak
On A Leash” por decir algunas. Jonathan Davis fue menos rock stars de lo que
me imaginaba  y más frontman por derecho propio, que  sin parar de moverse a
un lado y a otro, doblar su torso unas cinco veces por segundo con una rabia
despiadada, y mostrar con total credibilidad su versatilidad vocal, logró desplegar
y al mismo tiempo transmitir, su energía a un público en multitud que de principio
a fin no paró de botar al unísono dejando para la memoria una bonita estampa.
Eso si, poca comunicación, por no decir nula, con el público entre tema y tema,
al inicio del concierto y al final del mismo. Por suerte para los posibles traumas
de servidor (ya tenemos bastante con Txus), no salió ataviado con su falda al
estilo escocés y sus no menos llamativas calcetas cual jugador de fútbol, solo
con un simple chándal de deporte haciendo honor a un estilo también denominado
chándal metal o Adidas metal entre otros nombres despectivos. El resto de músico
pasaron más desapercibidos, no porque su trabajo no fuera realizado con total
corrección, sino porque sobre Davis recaía todo el peso de la atención dejando
opaco los movimientos de sus compañeros. Aunque, al igual que en estudio, la
base rítmica formada por el batería Silveria y el bajo de Fieldy sonaron de
forma compacta y contundente. Caso especial el del guitarrista  James “Munky”
Shaffer que se las arregló de buenas maneras sin otra guitarra en escena al
abandonar la banda por motivos excesivamente religiosos (como muchos sabréis)
su compañero y miembro fundador Bryan “Head” Welch, más entretenido actualmente
en mostrar fotos de su bautismo en el río Jordán, y en hacerse un bonito tatuaje
con el rostro de Jesucristo en la mano derecha para evitar así la tentación
humana de la masturbación. Y digo otra guitarra en escena, porque sí había casi
escondido en una esquina del backstage otro guitarrista anónimo que apoyaba
las canciones ejecutando las partes del ahora nuevo hijo de Dios.

Los momentos más destacables a modo personal fue la introducción de una parte
del “One” de METALLICA dentro de “Shorts And Ladders” y una acertada versión
(al igual que en su último recopilatorio) del “Another Brick In The Wall” de
PINK FLOYD antes de llegar al bis, teniendo una respuesta mucho mayor de la
que yo esperaba. Momento llamativo fue también cuando Jonathan Davis salió a
escena con gaita en mano para interpretar “Let Do This Now”. El bis se hizo
esperar, pero con descargas de más temas esperados como su mítico “Blind” y
su ya convertido en todo un clásico para el grupo “Y’all Want A Single” para
cerrar, dejaron más que satisfecha a toda la concurrencia allí reunida.

Un concierto de sobresaliente fue lo de KORN, tengo que reconocerlo. El abajo
firmante no es que sea un ardiente seguidor de esta banda pero como decía al
principio de esta crónica, hay que rendirse a la evidencia. No se si es que
los norteamericanos salieron inspirados esa noche, o si es que la fogosidad
del público al recibir tales descargas de distorsión se transmitía con facilidad….lo
cierto es que el concierto llegó a dimensiones memorables.

Sirva esta crónica como adelanto de su actuación en Barcelona y en el inminente
festival MetalWay, aunque en este último caso el público será muy diferente.
No es por lanzar hipótesis al aire, pero dudo que el primer día, después de
la actuación Lemmy y compañía, haya unas 5000 personas dispuestas a darlo todo
en un concierto de KORN, o que más de diez personas que presenciaron este concierto
en Estepona viajen hasta Gernika para ver a MANOWAR. Ojalá me equivoque, pero
el público asistente al MetalWay está muy definido por otros estilos en su mayoría.
Después nos quejaremos que en los festivales de índole metálica no hay variedad…..

Texto: Satur Romero / Fotos: Noel (www.hardtimesmusicmag.net)

Datos:Plaza de Toros
Estepona(Malaga)
Publico: 5000 personas
Promotor: N.D.

Día:08/08/2005

Puntuación:9