No albergaba demasiadas esperanzas de cara al concierto de KILLSWTICH ENGAGE en Barcelona. Esto no es Estados Unidos y aunque el movimiento roadrunneriano cada vez va más en alza (TRIVIUMS, STONE SOURS y otros grupos que cada vez pegan más en nuestro país) no las tenía todas conmigo de que éste show fuera a congregar a más de 350 personas. De hecho, el concierto estaba originalmente previsto para la sala Mephisto de Barcelona y termino ampliandose al Razz 2 ante la insistente demanda de entradas por parte de los fans. Finalmente, alrededor de 700 personas llenaron de manera considerable el recinto para ver a una de las formaciones americanas más prometedoras de tiempos recientes.

La banda de Howard Jones ya tiene un prestigio ganado en su tierra natal. De todos modos, fue a partir de “The End Of Heartache” y, más concretamente, con el nuevo disco “As Daylight Dies” que la banda ha comenzado a hacer un ruído mucho mayor en Europa. No es un secreto pues que ahora que toda la movida del screamo, el emo-core, el metalcore y cualquiera de las otras denominaciones que ustedes quieran darle al mismo estilo musical KILLSWITCH ENGAGE triunfen como merecen. Hay que pensar que en unos años la “moda” será otra y bandas como los americanos sufrirán en sus carnes la frustración de la caída, pero por el momento no parece que el precipicio esté demasiado cerca. Al contrario, esto no ha hecho más que empezar.

Para comenzar la noche salieron a escena los madrileños KAOTHIC, con su nuevo vocalista ciro al frente. El poco greñudo cantante demostró su aptitud para el puesto a lo largo de los sabrosos cuarenta o cincuenta minutos que la banda estuvo sobre el escenario. Llevándose por delante un set hecho a base de “Arrows Of Time”, “Strange Confusion” y una versión del “Them Bones” de ALICE IN CHAINS entre otras, la banda de la capital dejó un buen sabor de boca en Barcelona. Pese a las dificultades (Alberto Marín tenia un gripazo considerable) la banda hizo un show propio de aquellos que aún tienen hambre, no de aquellos que comen por gula. A ver cuando les toca el turno como cabezas de cartel.

Alrededor de las 21:30 salieron a escena las estrellas de la noche. La sala, con un ambientazo de impresión, les recibió como si fueran deidades, en especial las primeras filas. Mucho flequillito bien peinado acabó totalmente destrozado cuando los decibelios hicieron acto de presencia con “Bid Farewell” y “Fixation On The Darkness”. No hizo falta mucho más que eso para hacer temblar el suelo del recinto. E batería Justin Foley no es un Raymond Herrera pero sabe como hacer que tu estomago note la potencia de cada una de las canciones de la banda.

El único problema fue la ausencia de Adam Dutkievicz, que tiene ciertas dolencias que le han impedido hacer la gira. En su lugar, Pete Wichers de SOILWORK se presentó ante el público de KILLSWITCH e hizo un trabajo que estuvo a muy poco de ser perfecto. Evidentemente, la ausencia de Adam fue notada, aunque no tanto en lo musical como lo fue estéticamente sobre el escenario, si saben ustedes a lo que me refiero. Cuando un miembro de peso como Adam no está sobre el escenario, por muy bueno que sea el sustituto, la cosa queda algo coja.  De cualquier modo, la banda puse en marcha todos los cilindros y aportó una dosis extra de energía que se notó a lo largo de la velada.

Uno de los temas de su nuevo disco, “Daylight Dies” sirvió para que el concierto terminara de tomar forma. A partir de ahí todo fue pan comido, aunque Howard Jones quizá no debía pensar lo mismo dado el nivel de exigencia vocal de muchas de las canciones de la banda. Sonaron “Life to Lieless”, “My Curse”, “Thus Fire”, Unbroken”  y “Breathe Life”, entre otras, antes de que el concierto llegara a su fin con las imprescindibles “Take This Oath” y “End Of Heartache”.

El show fue corto e intenso, como se supone que debe ser un show de éste tipo. Apenas habían pasado 75 minutos de actuación cuando la banda ya estaba de vuelta a los camerinos. Eso sí, Mike Terrana y Johnny Gioeli de la banda de Axel Rudi Pell no se quisieron perder el show de los americanos y se presentaron a medio concierto en la sala para atestiguar que KILLSWITCH son una banda muy a tener en cuenta en años venideros. Y aunque el metalcore baje de popularidad, como en su momento bajó el Heavy Metal más clásico, los de Howard Jones sobrevivirán. Vamos que si sobrevivirán…

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Rock N Rock

Asistentes:700

Día:05/02/2007

Hora:21:00

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8