Kee Marcello intenta no vivir de las rentas

De Marcello se puede decir que es un gran guitarrista cargado de feeling pero que, como cantante, no da la talla. Y cuando cobras 34 Euros por entrada debes dar la talla hasta cosiendo calcetines. No habría hecho mal en tener a un vocalista profesional cubriéndole en el show, porque habría dado otro color a las cosas. No obstante, fue una bonita noche de "remember" y una oportunidad más de ver como el Doctor Metal Fest sigue cumpliendo ediciones con una facilidad pasmosa.

Contaba Kee Marcello en una entrevista (en la que hablaba principalmente de su biografía «The Rockstar that God Forgot») que no tendría inconveniente en chocarle la mano a Joey Tempest. Siempre y cuando en esa mano hubiera el millón de euros que presuntamente Tempest le debe. Una de esas respuestas que te evitan hacer más preguntas sobre cual es la relación actual de Marcello con el resto de miembros de Europe. Es una pena, porque Kee fue parte de la banda en la cúspide y en el inicio del declive. El fue quien se comió la gira de «The Final Countdown» y el declive comercial de principios de los 90, hasta que la banda cesó su existencia formalmente, o no tan formalmente. Según parece, Marcello compró la participación de Europe que poseía John Norum al entrar en la banda por 100.000 euros aproximadamente, algo que teniendo en cuenta la inflación equivaldría a ese mencionado millón de euros que Tempest le debe.

Así pues, no es sorprendente que su set de directo no contenga más Europe que lo estrictamente necesario para que la gente venga a verle. En el Doctor Metal Fest VII de la sala Bóveda tocó seis canciones, no sea que genere derechos de autor para la banda que tanto dinero le debe, presuntamente. Ni la mitad del set, vaya. Pero es obvio que todo el mundo va a ver a Marcello esperando escuchar los temas de Europe que conoce y ama. Así pues el show empieza con la inevitable «The Seventh Sign» y «Halfway to Heaven», un recuerdo a aquel «Prisoners in Paradise» del que Europe parecen haberse olvidado pero que muchos fans aún tienen en muy alta estima. No en vano fue el principio del fin para la banda sueca y dudo que les traiga gratos recuerdos.

Marcello se rodeó para el concierto de miembros de la banda Dynazty, que ya acababa de ejercer el papel de telonera. Es una de esas maneras de abaratar costes que tan en boga están hoy en día en la escena clásica y que permite a artistas como Marcello o incluso a Joe Lynn Turner, seguir dando conciertos en países como el nuestro. No en vano, unos días después la misma banda de Marcello acompañaba a Turner. El año pasado House of Lords y Robin Beck actuaron juntos compartiendo banda y existen ejemplos como los de Blaze Bailey, Paul Di Anno o Steven Adler tocando con bandas tributo locales como estrella invitada. Marcello optó por este enfoque de «saldo» y muy resultón, aunque la entrada del show valía unos nada despreciables 34 Euros. Aún así, la gente de Doctor Metal (los encantadores Tony y Nuri) debieron cubrir a duras penas está edición hard-rockera del festival porque tan solo unas 180 personas acudieron a la sala en una noche de sábado. Y es que, siendo sinceros, nadie sabe quien es Kee Marcello excepto los fans de Europe. Pero es que entre el público general nadie sabe ni quien es John Norum. Tan solo conocen los tres hits de turno. Así pues, noche en familia para celebrar el pasado del guitarrista y parte de su presente, del que tocó canciones como «Dog eat Dog», «Zombie» y «Dead End Highway». Temás resultones pero que apagaban el ambiente un poco, pues la gente no los conocía demasiado.

Mejor efecto tuvo la interpretación de «Superstitious» -incluido el break con «No Woman no Cry» de Bob Marley- y la inevitable «The Final Countdown» con la invasión del escnario a cargo del resto de miembros de Dynazty. El set finalizó con un inesperado «We Go Rockin'» de su etapa en Easy Action, un detalle curioso y casi dedicado a los más fans de la sala. De Marcello se puede decir que es un gran guitarrista cargado de feeling pero que, como cantante, no da la talla. Y cuando cobras 34 Euros por entrada debes dar la talla hasta cosiendo calcetines. No habría hecho mal en tener a un vocalista profesional cubriéndole en el show, porque habría dado otro color a las cosas. No obstante, fue una bonita noche de «remember» y una oportunidad más de ver como el Doctor Metal Fest sigue cumpliendo ediciones con una facilidad pasmosa.