Nueva visita de KAMELOT a nuestro país, la primera en dos años y medio si descontamos su aparición en el festival Monsters Of Rock del pasado mes de junio. Por suerte, cada vez que la banda vuelve a tocar en salas de nuestro país, la asistencia va creciendo lentamente y fue curioso ver como la cantidad de público congregado era similar al que se congregó cuando vinieron a tocar junto a Timo Kotipelto y los holandeses EPICA a principios del año 2005. Alrededor de 500 personas se citaron en la barcelonesa Razzmatazz 2 para ver a los noruego-estadounidenses en lo que muchos coinciden que es su mejor momento de forma de los últimos cinco años de carrera.

El show lo abrieron los poco populares SERENITY, a quienes no pude ver por cuestiones de tiempo. Es más, entré por la puerta de la sala a escasos cinco minutos de que KAMELOT saltaran a escena, algo muy apto si no te gusta demasiado la humareda de tabaco que suele haber en los conciertos y que suele agobiar bastante en el cambio entre grupos. El público, bastante joven en su mayoría, se agolpaba en las primeras filas con bastante más ahínco que en otros recientes shows a los que he tenido ocasión de asistir, demostrando que la banda de Roy Khan levanta pasiones, y muchas. Sólo hay que ver el dedicadísimo club de fans del que gozan en España para darse cuenta de que ésta banda tiene algo más allá de la simple complicidad con sus fans.

Bastante puntuales, alrededor de las 21:35, KAMELOT aparecieron en escena. Bueno, ellos no aparecieron. Apareció una violinista a quien no se le podían ver los ojos, la cuál simuló estar tocando “Solitaire”, la pieza de violín que abre el último disco de estudio. Sus movimientos hipnotizaron a un público que, segundos después, expulsó una gran ovación al ver sobre el escenario al guitarrista Thomas Youngblood, el teclista Oliver Palotai, el bajista circunstancial Sean Tibbetts, el batería Casey Grillo y finalmente, el tan querido Roy Khan, quien con su voz precediendole marcó su entrada en escena al son de “Rule The World”.

El sonido, por una vez, fue muy correcto. Se distinguió con bastante claridad todos y cada uno de los instrumentos de la banda, algo que no había pasado en anteriores visitas, especialmente cuando la banda aún tocaba en recintos más pequeños como la extinta sala Garatge, la legendaria sala Mephisto y similares. Y, lo que es más importante, Roy Khan dio la talla en un 85%, que ya es bastante más de lo habitual. El vocalista de Oslo siempre es el gran interrogante que queda suspendido sobre el escenario en cualquier concierto de la banda, pero pese al aprobado justito del Monsters Of Rock, Khan convenció en Barcelona. Por otra parte, hay que decir que cantar los temas de KAMELOT no es una tarea fácil, a juzgar por la expresividad facial de Khan. La cantidad de cambios de tono, escalas distintas y bla, bla, bla, que lleva a cabo Khan durante un tema de KAMELOT es casi comparable con lo que hace Dickinson al frente de IRON MAIDEN.

El show tiene ahora un repertorio bastante cercano a lo que sería un recopilatorio ideal por parte de cualquier fan, aunque con omisiones escandalosas pero necesarias. Tocaron “When The Lights Are Down”, “Soul Society”, “Mourning Star”, “Descent Of The Archangel” y la preciosa “Abandoned”. No obstante la concienciadora “The Human Stain” se llevó una cantidad de aplausos poco habitual para un tema del último disco de cualquier banda. Le siguieron “Center Of the Universe”, “Memento Mori” y un buen solo de teclados de Oliver Palotai que sirvió para que Roy relajara ligeramente su voz, que a esas alturas del show fue cuando comenzó a evidenciar signos de humanidad. Junto a “The Haunting” y “Forever” la banda llevó a los fans hacia el final del show con sumo tacto. Estoy seguro de que, despues de semejante concierto hasta ese momento, si se hubieran marchado definitivamente del escenario nadie habría tenido agallas de quejarse.

Pero volvieron, como siempre hacen todos. Y lo hicieron con “Ghost Opera”, “Love You To Death” –un gran temazo- , “Karma” y, en un segundo bis, la majestuosa “March Of Mephisto”. Hay que decir que “March Of Mephisto” es probablemente el clásico más potente de la banda, por encima del material de sus primeros discos. La banda ha conseguido hacer del tema uno de los más esperados en los shows. Si tan solo apareciera Shagrath – o en su defecto Snowy Shaw- de vez en cuando para escenificar las partes más luciferianas…

Como siempre, se echan a faltar cosas como “Nights Of Arabia” o “The Fourth Legacy” pero es virtualmente imposible tenerlo todo. Además de que la banda tocó aproximadamente cien minutos, algo que-tal y como están las cosas- ya es “mucho”. Grandiosos.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Promotor:RM Concert

Asistentes:500

Día:05/10/2007

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8