KAMELOT

Es triste ver que una banda que estuvo delante de decenas de miles de personas en Wacken hoy en día llene apenas un Razz 2 con la capacidad reducida. Ese pasado concierto en Wacken era la puesta de largo del grupo con su flamante nuevo cantante Tommy Karevik. Ese día el cantante de Seventh Wonder hizo que nos olvidásemos rápidamente de todo un Roy Khan. Karevik encaja en el grupo como anillo al dedo a pesar de que la lluvia cayó a cántaros y deslució uno de los mejores conciertos del pasado Wacken. Por razones laborales no pude ver a las bandas que acompañaban a Kamelot. El grupo había cuidado al detalle la puesta en escena con un enorme telón y unas plataformas para elevar a los músicos.

Gran inicio con “Rule the World” y sobretodo con “Ghost Opera”, dejando patente que son elegantes a más no poder. Thomas Youngblood lidera la nave con maestría, pero se nota que esta gente lleva muchísimos años en el negocio y su entrega está fuera de toda duda. Enseguida la gente notó que la pérdida de Khan no es tan grave. Karevik es casi clónico, tanti en voz como en actitud y look. De hecho, me atrevo a decir que es más fiable y regular que Khan, al que más de una vez le vimos una mala noche. En Karevik no hay espacio para los fallos en los tonos. “The Great Pandemonium” y “Veritas” siguieron confirmando el gran estado de forma del combo. El grupo incluyó solos instrumentales, que a pesar de no ser largos ni excesivos si que terminan lastrando un set de apenas hora y media. Uno de los grandes momentos del concierto fue la espectacular “Center of the Universe”. Siempre consiguen emocionar con este tema. A pesar de que la sala estaba poco poblada, la entrega del respetable fue enorme. Hay que destacar sobretodo las apariciones de Elyze Ryd, la gran vocalista que le da la réplica a Karevik y que hace que el grupo no tenga que tirar de samplers ni voces pregrabadas.

“The Human Stain” fue una visita al “Ghost Opera”. Gran tema con esos teclados tan presentes y protagonistas por parte de Oliver Palotai. La nueva “Song for Jolee” es una balada perfecta para que su nuevo cantante demuestre su inmensa destreza vocal. Una de las mejores baladas que nunca ha compuesto el grupo, a pesar de que en su catálogo poseen muchas de maravillosas. Posteriormente tocó el solo de batería; posteriormente habría de teclado y en los bises de bajo. Pero cuando hacen sonar cortes como “When the Lights Are Down” la felicidad y el alma asoman. Son esos temas que te tocan y que uno disfruta y siente. Ya es todo un himno para el grupo. “Sacrimony” y “Seasons End” precederían a la antológica “Forever”. Ese maravilloso tema inspirado en Edvar Krieg y que tan bien les ha funcionado. Es imposible asistir a un concierto y que Kamelot no toque este tema. Puños en alto y coreo masivo. En los bises disfrutaríamos de la majestuosa “Karma”, siempre genial y muy bien recibida. Luego caería “Torn” (para muchos el mejor tema de su última obra) y finalmente “March of the Mephisto”. Ese corte teatral con esa entrada con el redoble de cajas y esa aura hímnica y siniestra. Las voces guturales no fueron cantadas por ningún invitado. Karevik se bastó él solo para hacerlas. Gran ovación de despedida… pero nos quedamos con ganas de mucho más.

Concierto agridulce. La banda sigue demostrando su gran momento y sus ganas dejar patente su estado de gracia, pero una sala con unas 200 personas y un set tan corto nos dejaron con ganas de mucho más. Porotro lado entiendo que el grupo se olvide de sus tres primeros discos, pero es un crimen olvidar “The Fourth Legacy”, el disco que les llevó a lo que son a día de hoy. Todos esos himnos merecen revivir sobre escena. De todas formas el grupo es un ejemplo de cómo evolucionar y se ha repuesto a las bajas sufridas Karevik y Sean Tibbetts cumplen de maravilla por mucho que añoremos a Khan y a Glenn Barry. Gran concierto de Kamelot… pero tenemos derecho a exigir un poco más…