JOURNEY

Si la tercera es la vencida, en el caso de Journey ¿será verdad?. Ya hace más de 10 años que la deserción ¿definitiva? del mítico vocalista Steve Perry fue un hecho y a la banda oriunda de San Francisco le ha costado mucho esfuerzo encontrar un cantante adecuado que diera el ancho como para, por lo menos, suplir los requerimientos técnicos de una voz tan particular como la de Perry. Su primer reemplazo, Steve Augeri, cumplía sólo en parte esta exigencia ya que carecía de la potencia vocal y el carisma necesarios como para estar tras el micrófono de una agrupación de culto. La realidad es que Augeri no terminaba de convencer a los acérrimos seguidores del grupo. El segundo reemplazo, fue el polifacético Jeff Scott Soto, quien pese a sus reconocidas y valoradas dotes de cantante, no era el relevo más adecuado a no ser que Schon y Cain decidieran dar un golpe de timón a su futuro musical dejando un tanto relegado su glorioso pasado. Pero finalmente, la repuesta vino desde Filipinas y por Internet (ver entrevista). El tercer reemplazo y quien se llevó todos los aplausos en la presentación del quinteto en Madrid tiene nombre y apellido: Arnel Pineda que a pulso se está ganando el nada despreciable y honroso título de “Cantante de Journey”.

Si el grupo con Augeri tras el micrófono parecía rescatar y respetar a rajatabla tiempos pasados y con Soto desempolvar su lado mas rockero, pues bien, con Pineda ambas facetas son aplicables y disfrutables al máximo. El diminuto de tamaño pero enorme vocalmente hablando cantante conoce su potencial y sabe como explotarlo sin pretender eclipsar a sus nuevos compañeros de aventuras. Con una sala bastante colmada, entregada y deseosa de disfrutar del mejor Rock Melódico mundial, Journey arrancó con “Never Walk Away” perteneciente a su nuevo trabajo “Revelation” y a partir de allí, sin respiros, con un sonido fuerte pero cristalino, el aluvión fue incontenible. Tan sólo músicos e instrumentos en el escenario sumados a una sobria puesta de luces, el show no necesitó más para hacer erupción. Los poderosos “Edge Of The Blade”, “Separate Ways” o “Escape” se entremezclaron de manera más que natural con verdaderos himnos de la banda como “Only The Young”, “Dont Stop Believin”, o “Wheel In The Sky”. Las baladas no quedaron olvidadas y la emotiva “Faithfully” solo tuvo rival en “Open Arms” degustada con un silencio casi reverencial por los fanáticos presentes.

Tanto el batería Deen Castonovo (soberbio con su aporte a los coros) como el bajista Ross Vallory saben como mantener el sonido del grupo siempre en tiempo aún en los infaltables temas lentos. Jonathan Cain alterna sus reconocidos teclados con una ajustada guitarra rítmica que refuerzan a un Neal Schon inmenso, siempre inspirado, en cada solo de su guitarra. Y la incógnita quedó finalmente develada: Arnel Pineda literalmente se metió a la gente en el bolsillo desde sus primeras intervenciones. Es cierto que su voz se asemeja bastante a la de esa sombra que tendrá que perseguir durante toda su carrera (por lo menos en Journey) llamada Steve Perry, pero también, tiene matices, colores propios y distintivos que no lo hacen aparecer como un simple duplicado. Le falta todavía un poco más de desenvolvimiento escénico, pero su tarea es más que remarcable para una persona que hasta hace poco más de un año se encontraba cantando en bares y lugares reducidos de su Manila natal.

Nuevamente Journey demostró en Madrid que las modas van y vienen pero la calidad de su música y sus explosivas presentaciones en directo lograrán sin duda flanquear las en ocasiones invulnerables barreras del tiempo, algo que la mayoría de los músicos ambicionan, pero muy pocos elegidos consiguen.