JORN LANDE

Hoy en día nos encontramos a menudo con casos en los que, mientras uno ve un concierto, piensa “¿cómo demonios alguien se atreve a hacer una gira como ésta?”. Sucede, por ejemplo, cuando uno ve a BEYOND FEAR haciendo versiones non-stop de MOTORHEAD, AC/DC y vaya usted a saber cuantos más a lo largo de sus escasos 80 minutos de concierto. Y ciertamente, también sucede viendo al bueno de JORN LANDE, quien dedicó todo su concierto – o al menos, una buena parte del mismo- a hacer homenajes a varias bandas míticas. No es que el tipo lo haga porque no tenga catálogo propio para tocar, la verdad. Con la cantidad de bandas por las que ha pasado Lande, uno se espera un set-list algo más “propio”.

Tras la efectiva actuación de los locales RAIN, que abrieron el show, Jorn salió a escena tras un retraso de casi una hora. No se sabe muy bien el motivo. Quizá estaba esperando a que la gente coreara su nombre para que saliera al escenario, o algo por el estilo. Lo cierto es que tener al público esperando cuarenta y cinco o cincuenta minutos por encima de lo habitual para salir y marcarse un concierto de versiones es casi una provocación. Si hubiera sido cualquier otra banda, habría recibido tomatazos. Pero me temo que el buen status del que goza Lande entre el público rockero debido a su fantástica voz inyectó una dosis extra de paciencia. Finalmente fue sobre las 23:00h. que Lande salió a escena, no sin antes hacer el anti-inicio de concierto: toda su banda sobre el escenario probando sus instrumentos hasta que llega el cantante y comienza el concierto. De banda de pub de barrio, ciertamente.

El show comenzó con “We Brought The Angels Down”, el tema que abre su anterior disco en solitario “The Duke”. Sobre el escenario aparece un Jorn algo desmejorado y ciertamente algo más entrado en kilos. Parece que el descanso desde que salió de MASTERPLAN hasta que ha salido de gira no le ha sentado bien. Tampoco inspiraba mucha cercanía el hecho de que el tipo salga con gafas de sol al escenario, algo que siempre he encontrado verdaderamente absurdo. En cualquier caso, le daremos el beneficio de la duda ante una posible fotofóbia o alguna enfermedad ocular por el estilo. El show siguió adelante con “Blacksong” y entonces uno de los guitarristas (el que tenía pintas recién salidas de un videoclip ochentero) se marcha del escenario sin dejar rastro y sin volver hasta cuatro o cinco canciones más tarde. Es entonces cuando comienza la juerga: suenan sendas versiones del “Are you Ready” y “Cold Sweat” de THIN LIZZY. Se agradece, ciertamente. Se agradece mucho, si sólo se hubieran interpretado esas versiones a lo largo de todo el show. Pero es que tras la interpretación de “Abyss Of Evil” llegó un solo de guitarra y más tarde un medley de WHITESNAKE de bastantes minutos en el que sonaron “Come On”, “Sweet Talker”, “Crying In The Rain”, “Here I go Again” y “Give Me All Your Love”. Si esa parte del concierto no se comió tranquilamente unos quince minutos o veinte de actuación es que a alguien se le debió parar el reloj durante dichas interpretaciones. Un medley es eso, un medley. Fragmentos de ésta, de aquella y de aquella otra. Pero cada canción pasaba de los tres o cuatro minutos de ejecución, así que de medley más bien poco…

Tras el atracón de WHITESNAKE llega el turno de otro sólo, ésta vez de batería. Hubo una aplaudida interpretación del “Tingur Knivur”, algún solo más –si no recuerdo mal- , un “Where The Wind Blows” de ARK y una versión del “Straight Through The Heart” de DIO. En resumidas cuentas, un concierto de aquellos para tirar a la basura. La banda que acompaña a Jorn es fría, estática y totalmente carente de identidad. Jorn no esta en su mejor momento, aunque su voz siga siendo un voz muy buena, mejor que la de muchos. Pero con conciertos como éste, su carrera en solitario no va a ninguna parte. Hay que replantearse el asunto.