Jörg Michael se pasa a los bajos aforos con Devil’s Train

Si alguien hubiera dicho hace unos años, que Jörg Michael estaría aporreando su batería en una mediana sala en pleno puerto deportivo de Estepona, lo tomaríamos por loco.

Si alguien hubiera dicho hace unos años, que Jörg Michael estaría aporreando su batería en una mediana sala en pleno puerto deportivo de Estepona, lo tomaríamos por loco. Que quede claro desde un principio; no hay carga despectiva en ningún caso con este comentario, pero no diréis que la situación es extraña. Ya sabemos todos que el que fuera batería de SAXON, RUNNING WILD y STRATOVARIUS entre otras bandas, abandonó las filas de la banda finlandesa en otoño de 2011 después de haber formado parte de los últimos nueve lanzamientos de STRATOVARIUS, y junto al resto de compañeros, haber realizado cerca de mil conciertos. Pero la vida de Michael ahora es distinta, sobre todo tras haber sido diagnosticado de cáncer hará cosa de cinco años. Está completamente recuperado, pero el alemán quiere que su vida vaya a otro ritmo una vez traspasado el medio siglo de vida. Aun así, llegar a una sala y verlo tomando una cerveza en la puerta resulta raro.

El caso es que con su nueva banda DEVIL’S TRAIN harían una gira por nuestro país para presentar en directo su disco homónimo de estreno, y reservaron una fecha para esta esquinita de Andalucía que, por desgracia, no contó con toda la asistencia que debería. Pero antes de salir a escena, los gaditanos HANDFUL OF RAIN presentarían a su nuevo cantante David Requejado y su colección de hard rock enérgico con el que dieron la cara ante una despoblada sala. Esperemos que por fin encuentren la estabilidad que necesitan, porque llevan desplegando su talento bastantes años y se merecen mucho más.

Era el turno de DEVIL’S TRAIN, y percibíamos una ausencia notable en su formación. Además de Michael, la banda germana está formada por R. D. Liapakis (cantante y líder de la banda de power metal MYSTIC PROPHECY), Lakis Ragazas a las guitarras y el bajista Jari Kainulainen (SYMPHONIA, STRATOVARIUS, EVERGREY). Pero este último no estaba presente. Le sustituye el bajista de JADED HEARTH, Michael Mueller, que a razón de su energía, simpatía y destreza, cubrió el puesto de forma más que solvente.

El cuarteto se dedicó a destripar su disco debut con una energía y unas ganas dignas de mención, teniendo en cuenta que los asistentes se podrían cifrar entorno al medio centenar. Poco les importó, y demostraron una profesionalidad intachable al mismo tiempo que iban soltando cañonazos de hard rock de tintes netamente metálicos con canciones como “Fire And Water”, “Devil’s Train”, “To the Ground” o “Coming Home” de su único trabajo publicado hasta la fecha. Siempre buscaban la participación del público, y en los estribillos de temas como “Yellow Haze” o “Room 66/64” la consiguieron con suma facilidad.

Se nota cuando una banda tiene tablas y madurez, y además de algunas versiones muy logradas como “Born to be Wild” de STEPPENWOLF o “Inmigrant Song” de LED ZEPPELIN, nos deleitaron con varios solos amenos para completar una actuación que sonó compacta en todo momento y que cerraron con esa peculiar versión de “American Woman” de los canadienses THE GUESS WHO, que también popularizó Lenny Kravitz.

Gran concierto el que nos ofrecieron, y una lástima que la asistencia fuera tan baja para disfrutar de una banda bastante notable, y cómo no, de todo un maestro a la batería que actualmente demuestra sus bondades a pocos centímetros de sus seguidores. Los asistentes de la sala Louie Louie de aquella noche, se pueden sentir auténticos privilegiados.