Desde hace cuatro años viene celebrándose en Cantabria el Milwookis Metal Fest, un festival que, si bien a muchos no les suena ni de oídas, para los cántabros es ya un viejo conocido. Allá por 2004 un grupo de amigos de Santander y alrededores lograban juntar en un recinto al aire libre a unos cuantos grupos musicales de colegas y conocidos. Hoy, cuatro años después, el Milwookis ha acogido por vez primera bandas internacionales de la talla de Illdisposed, Metalium, Karras o Forever It Shall Be, las cuales han compartido escenario con otras representativas de la escena local tales como Burning Cuchillo o Frontline. Y como maestro de ceremonias, Óscar Sancho de Lujuria, que no hay follón en el que no ande metido.

El festival se celebraba esta vez en La Cantábrica, un enorme polideportivo ubicado en el municipio de Astillero, en las afueras de Santander. Cabe decir que a las siete de la tarde, hora de apertura de puertas, la gente que merodeaba por los alrededores no pasaba del centenar. Con una venta anticipada calificada como “sosa” por parte de la organización, dentro del recinto el nerviosismo se palpaba en el ambiente ante las dudas de cómo se presentaría la noche. Fuera, los jóvenes y, no tan jóvenes, se daban al alcohol en tanto abrían las puertas, ajenos a cualquier tipo de tensión.

A eso de las ocho y tras la simpática presentación de Óscar comenzaban los santanderinos BURNING CUCHILLO, quienes tenían la complicada misión de abrir la tanda de conciertos con todo lo que eso conlleva, ya se sabe: poca gente, sonido regular… En cuanto a este punto, sí tuvieron algún problemilla al principio de su concierto que fue subsanado con bastante rapidez. Una vez arreglado este tema, sólo quedaba enganchar al personal con el estilo “crust” tan característico de esta banda. El repertorio fue íntegramente sacado de su primer trabajo de estudio, de título homónimo y que vio la luz el pasado mes de abril. Sus temas de protesta, en castellano para más señas, como “Todos muertos” o “Caminando hacia la decadencia”, con los que dieron el pistoletazo de salida, o “Consecuencias”, una de las más conocidas para sus seguidores, fueron interpretadas de manera brutal por una formación muy compenetrada con Jova –vocalista- al frente. Si bien al principio le pudimos ver con una actitud algo estática, la cosa mejoró en cuanto entró en calor con la música. La falta de público no pareció desanimar en absoluto a estos cuchillos, quienes fueron subiendo la temperatura con temas como “Vamos a arder” o “Peones” hasta que después de poco más de media hora se despidieron del personal.

 

Set Burning Cuchillo

  • 1. Todos muertos
  • 2. Caminando hacia la decadencia
  • 3. Nada k evitar
  • 4. El último cartucho
  • 5. Consecuencias
  • 6. Vamos arder
  • 7. Hasta siempre
  • 8. Peones
  • 9. En la derrota

La siguiente banda en demostrar su valía era una que realmente necesitaba hacerlo dadas las circunstancias. Hablo de KARRAS, la formación berlinesa que más polémica despertó desde muchas semanas anteriores al festival. El motivo es que tres de los cuatro componentes son mujeres, y muy atractivas para más señas. También se rumoreaba que las chicas en cuestión eran bastante malas en directo, y la discusión giraba en torno a que si habría que verlas por estar buenas o directamente pasar del asunto o que si no eran malas, que eran virtuosas… Así, más por morbo y curiosidad que por otra cosa, cuando Karras salía al escenario, el recinto se había llenado considerablemente. No son especialmente conocidos en España y por eso no abundaban los histéricos en primera fila. Pero consiguieron, de forma indirecta, crear expectación. Con esta premisa daban inicio a su concierto, en el que demostraron que no todo tiene que ser blanco o negro: efectivamente, son chicas guapas y saben mover las greñas. Y no son ni tan virtuosas ni tan malas, ni mucho menos, pues dieron un concierto entretenido. Prueba de ello fue fundamentalmente su batería, Sabine, quien hizo gala de una técnica muy depurada. Y la única guitarra de la formación, Ela, quien para llevar toda esa carga salió bastante airosa de la prueba.  Dieron un repaso a los temas de su trabajo “The Bright Side of Death”, y aunque no están mal, sí es cierto que pecan de ser un poco repetitivos, por lo que a la larga,  tanto Hardcore acabó aburriendo un poco y parece que, después de todo, de no haber sido tías buenas sobre un escenario, no habrían tenido tanto público mirando desde el primer corte hasta el último. Triste pero cierto. 

Según el cartel, los siguientes en invadir las tablas del Milwookis eran FRONTLINE, la otra representación del producto de la “tierruca” en lo que iba de noche. Óscar Sancho volvía a aparecer para presentarles añadiendo además, con cara de degenerado, que ya tenía el número de habitación del hotel de las chicas de Karras. Pero volvamos a Frontline, que son otra de las muchas formaciones de Metalcore que salen de hasta debajo de las piedras, y por tanto poco pensaba yo que fueran a ofrecer algo novedoso. Más lejos de la verdad, imposible. Frontline fue una de las grandes bazas de la noche y, visto lo visto, una de las promesas musicales de la región; sus seis componentes son los que consiguieron elevar los ánimos del personal a niveles de animalismo. El sonido fue demoledor; los temas, rotundas piezas de sonidos fusionados, desde los más metaleros hasta los ritmos latinos pasando por su as en la manga: la cuidada percusión tribal a cargo de Nando. Así daban comienzo a “Borondongo’s Groove”, de su disco también llamado “Frontline”, de 2005. Casi todos los cortes interpretados, como “Furious Man” o “Make Alive”, en medio de los saltos y carreras incesantes de sus guitarras y de su bajista, fueron de este álbum. Pero también hubo tiempo suficiente para escuchar alguna sorpresa, como el corte con el que cerraron que, de tan nuevo, aún no tiene ni nombre.

 

Set Frontline

  • 1. Intro+Borondongo’s Groove+ En Ti
  • 2. Furious Man
  • 3. Evolución
  • 4. Vivo
  • 5. Make me Alive
  • 6. First Step For a Change
  • 7. Olvidados por Dios
  • 8. Batucada  Parte III
  • 9. Hardcore II (Aún Sin Título)

A este ciclón marca de la casa sucedían FOREVER IT SHALL BE: alemanes, metalcoreros –una vez más en este festival- y muy idos de la cabeza. Son unos más dentro del estilo, qué se le va a hacer, pero al menos consiguieron captar la atención a base de un cocktel infalible de “buenrollismo” con el público; canciones con chispa, en las que intercalan partes brutales con otras melódicas muy cuidadas, y una sobrada demostración de lo que es tener tablas sobre el escenario. Conclusión: son muy buenos dentro de lo suyo, pero para los que no son amigos de los sonidos metalcoreros, quizá pudieron resultar un poco plomo, ya que la persistencia de las voces guturales por parte de su vocalista Tobi hizo, al igual que con Karras, que su actuación quedara un pelín lineal. Eso sí, sus seguidores, que por lo visto hay unos cuantos en Cantabria, lo pasaron en grande escuchando éxitos como “Can’t Stop the Bleeding”, “Our Paradise” e “In Memory Of”. Ya cuando se acercaba el final, los alemanes tuvieron un gesto con el que acabaron metiéndose a toda la sala en el bolsillo, y es que sorprendieron con una personalísima versión del “The Trooper” de Iron Maiden que llevó a Tobi a encaramarse a la valla de separación entre público y foso para compartir micrófono con las primeras filas, cosa que se celebró con mucho júbilo por parte de los más fanáticos cazapalomas, quienes no dudaron en montar un salvaje “pit” y que estaban que no se lo creían con tanta fiesta. La melódica “Love Lost”, muy en la onda del estilo de Killswitch Engage, fue la encargada de cerrar otra de las mejores actuaciones del festival.

Set Forever It Shall Be

 

  • 1. Red (Intro)
  • 2. Can’t Stop The Bleeding
  • 3. Breathe Faith
  • 4. Pride Of Creation
  • 5. We Are At War
  • 6. Our Paradise
  • 7. In Memory Of
  • 8. The Trooper (Iron Maiden Cover)
  • 9. A Cleansing Storm
  • 10. Love Lost

 

Y a continuación el momento más esperado para la sección “heavy” de los asistentes, el mismo en el que muchos optaron, siendo ya casi las dos de la mañana, por volverse a sus casas. METALIUM se preparaba a entrar en escena para defender un estilo musical que muy poco tiene que ver con el del resto de grupos que pasaron por Astillero. Pero en Metalium hay hombretones curtidos a los que pocas cosas asustan, por lo que no supuso obstáculo alguno salir a tocar frente a un ejército de metalcoreros, modernos y amantes de lo extremo en general. Ojo, también abundaba la estética heavy “de toda la vida”, dato importante,  porque esta gente fue la que se apuntó al festival entero sólo por ver a este grupo. El caso es que con tal imposible mezcla de gustos como había, la actuación de Metalium fue para algunos maravillosa y para otros sencillamente insufrible. Intentando ser fiel a los hechos hay que decir, lo primero, que en lo que a técnica se refiere dieron una auténtica lección, especialmente su vocalista Henning Basse, cuya voz ya quisieran para sí muchas bandas más conocidas del mismo palo. Dominando completamente la situación, el grupo no hizo caso de la desbandada de público y se centró en un concierto de alto nivel que empezaba con la aclamada “Fight”, seguida de “Odin’s Spell”, dos cortes muy aplaudidos por sus fans. Dieron un buen repaso a varios momentos de su carrera haciendo incapié en su primer trabajo, con temas como “Metalium” o “Free Forever”, que dejaron para el final.  Sí les restó algunos puntos, no obstante, el incluir tantos medios tiempos en su repertorio, y de hecho, cuando al cuarto de hora de haber empezado, Henning puso al público a corear la melodía al estilo “I Want Out” de Helloween, más de uno debió pensar que los alemanes no andaban muy prolijos de recursos propios para encandilar a las masas. Sin embargo, las grandes dosis de simpatía de estos powermetaleros, sumadas a sus acrobacias y a la buenísima técnica y, cómo no, a esa versión de “Smoke on the Water” de Deep Purple, que puso a todos a menear el esqueleto, fueron los factores que salvaron el que probablemente haya sido el concierto más fuera de lugar que han dado estos señores. No sé qué debieron pensar al ver un festival lleno de grupos y seguidores del Metalcore, con ellos ahí en medio pintando la mona… no les debió quedar otra que tomárselo con filosofía.

Set Metalium

 

  • 1. Fight
  • 2. Break the Spell
  • 3. Demons Of Insanity
  • 4. Odin’s Spell
  • 6. Heroes Failed
  • 7. Cyber Horizon
  • 8. Rasputin
  • 9. Metalium
  • 10. Smoke on the water (Deep Purple cover)
  • 11. Free Forever

 

A estas alturas de la noche sólo restaba ya escuchar a ILLDISPOSED, una banda que en sus inicios era muy death metalera pero que con el paso del tiempo ha evolucionado hacia sonidos más modernos, con lo que también pegaban bastante en el festival. Eligieron un set corto dado que ya nos acercábamos a las 3 de la mañana, set que por otra parte no fue muy representativo de los temas más exitosos de su carrera. Llamó la atención, en primer lugar, que abrieran con una intro muy peculiar: “To Have and To Hold”, de Depeche Mode. Por otra parte destacó la poca comunicación de los componentes de la formación con la audiencia, pues a excepción de su vocalista Bo Summer, el resto prefirieron mantenerse en un discreto segundo plano, tocando y moviendo la cabeza sin prestar mucha atención a lo que pasaba a su alrededor. En cuanto a Bo, hubo opiniones dispares sobre su estado: según la banda, tenía un resfriado. Según el público, lo que tenía era una borrachera como un caldero. No es de extrañar que se pensara así ya que el danés no escatimó en brindarnos bromas incomprensibles, como el hacer ruidos extraños con la boca acompañados de lo que quería ser un “movimiento sensual”, brindar una y otra vez al grito de “Skol!!”… un cuadro, vaya. En el aspecto musical, como ya he mencionado, un set corto exento de temas míticos, pues se centraron en sus dos últimos trabajos, “Burn Me Wicked” y “1-800 Vindication” que quizá sean los que menos escuchados tiene la gente. Así, cortes como “Case of the Late Pig”, “Throw Your Bolts”, “Dark”, “Still Sane”, “I Believe in Me” o  “Now We’re History pasaron más bien sin pena ni gloria, y solamente hicieron un guiño al pasado –y no demasiado lejano- con un par de cortes de su “Submit” de 1995 con esta pieza del mismo nombre y con “Purity of Sadness”. Sí sobresalieron, por otra parte, los solos y las guitarras en general de Jakob Batten y Martin Thim, pero no convenció el abuso un poco descarado de partes grabadas y coros sampleados. Esto, unido a la actitud más o menos apática que ya he comentado, hizo que en líneas generales el festival finalizase con un público convencido de que Illdisposed no dieron lo mejor de ellos esa noche.

 

Set Illdisposed

  • Intro (Depeche Mode "To have and to hold")
  • Dark
  • Case Of The Late Pig
  • Submit
  • Throw Your Bolts
  • Still Sane
  • Purity Of Sadness
  • I Believe In Me
  • Now We're History
  • In Search Of Souls

Éste fue el broche final de la cuarta edición del Milwookis Metal Fest. Creo que, en líneas generales, ha sido un éxito, pues salvo por la actuación de Illdisposed, el resto de bandas sí intentó dar lo mejor de sí y el público salió contento. Ambiente amable, sonidazo prácticamente en todos los grupos, un Óscar Sancho que le dio la pincelada de humor a la noche, precios populares en la barra y, a pesar del maldito frío del norte, mucha fiesta. ¿Qué más se puede pedir? Veremos qué nos preparan para el año que viene los chicos de la organización de esta aventura, que salió de la nada y que poco a poco se perfila como una importante referencia en las agendas de muchos metaleros.

Texto y Fotos: Julián Carax

Promotor:N.D.

Asistentes:400

Día:10/11/2007

Hora:19:00

Sala:Pabellón La Cantábrica

Ciudad:Astillero (Cantabria)

Puntuación:8