IRON MAIDEN
IRON MAIDEN han arrancado esta noche en el BEC de Barakaldo la parte europea de su “Maiden England Tour”, el cual visitará Madrid el próximo viernes y Barcelona al día siguiente, en ambos casos como parte del festival Sonisphere, donde también participan MEGADETH, ANTHRAX, GHOST, AVANTASIA y TIERRA SANTA, entre otros.
El concierto de Bilbao, ante más de 4.000 personas (bastantes más, de hecho), ha supuesto el pistoletazo de salida a un tour que les va a llevar en los próximos dos meses por una veintena de países europeos. El concierto, planteado casi como un ensayo general con público a efectos prácticos, supuso un auténtico sorpreson en los planes españoles de la banda. Originalmente se suponía que la banda iba a hacer un solo show en nuestro país, lo que cambió con la oferta de hacer un Sonisphere en Madrid y otro en Barcelona. Con los festivales ya anunciados y en marcha y con las entradas vendiendo a muy buen ritmo, la banda decidió plantear un concierto de inicio de gira en el Pabellón 2 del BEC. Desde hace días, técnicos y banda están trabajando largo y tendido en todos los aspectos del show de “Maiden England” que luego se va a pasear por Europa. A modo de puesta a punto final, el grupo ha llevado a cabo el show de esta noche, donde no han ofrecido grandes sorpresas a nivel de setlist, pero han demostrado que están en la mejor de las formas, especialmente Bruce Dickinson.
El ambiente en los aledaños del BEC era maidenesco desde primera hora de la tarde. Gente venida de toda España y de varios países europeos esperaba alrededor del recinto, puesto que no todos los días se puede ver a IRON MAIDEN en un recinto de esas dimensiones, un equivalente al Sant Jordi Club de Barcelona. Las últimas ocasiones en las que IRON MAIDEN actuaron en un lugar parecido fue cuando acabaron su gira “A Matter of Life and Death” en el Brixton Academy de Londres en junio de 2007, con un show especial que servía para recaudar fondos para la Clive Burr Trust Fund, la organización de ayuda a su antiguo baterista que falleció recientemente y cuyo nombre servirá para bautizar los escenarios del Sonisphere de este año. La ocasión, por tanto, era única. Seis años después de que los británicos hicieran su último show “íntimo”, aquí los teníamos, en Bilbao y para apenas unos pocos miles de maidenmaniacos. La relación de IRON MAIDEN con el norte de nuestro país viene de lejos, no obstante. Ya compusieron parte de “Powerslave” durante una estancia en San Sebastián en 1984 y en sucesivas giras han visitado desde A Coruña hasta Donosti pasando por festivales como el Bilbao BBK Live en el 2007. Sin ser una conexión al estilo Bruce Springsteen con Barcelona, la de IRON MAIDEN es ciertamente notable. La pasada noche se les veía motivados, decididos a hacer un buen show y bien reposados después de los intensos ensayos de estos días atrás.
El acceso no ha estado exento de problemas, pues a la hora del show aún estaba entrando gente al recinto (las 20:30 no es el horario óptimo en Euskadi, Catalunya o España para un concierto de metal) y IRON MAIDEN han retrasado algo más de quince minutos su salida a escena. La creciente impaciencia del público se ha volcado en júbilo cuando la banda ha salido finalmente a escena para un tremendo “Moonchild”, una de esas joyas que solo se pueden escuchar en giras como ésta. Dickinson estaba algo ausente de la mezcla en los primeros momentos del show, pero luego ha comenzado a estar más presente. Sorprendentemente, para ser un primer show de gira, el pequeño Air Raid Siren estaba muy bien vocalmente, alcanzando los tonos necesarios en todo momento. Con un poco de suerte, de cara a los Sonisphere de este fin de semana, estará a su 120% habitual. Eso si, que alguien le diga que o se corta el pelo o se lo deja largo, pero parece que lleve aquel horroroso peinado de la época de Skunkworks.
El show ha proseguido con “Can I Play With Madness”, que todo el público ha cantado a voz de grito hasta no poder más. Pero la joya más esperada del primer tramo del concierto ha sido sin duda “The Prisoner”. Cuando la PA ha escupido aquello de “We Want Information…” parecía que el BEC se iba a caer abajo. Tres cuartos de lo mismo cuando han seguido con “2 Minutes to Midnight”, otro de los clásicos infaltables de cualquier show de la banda que debía sonar en ésta gira.
El grupo no ha alterado nada el setlist de su gira americana, tocando en el mismo orden todos los temas. Aunque es obvio que los europeos tenemos el mismo derecho que los americanos a ver el mismo espectáculo, si que es cierto que el público esperaba alguna sorpresa adicional que se podrían haber trabajado para la ocasión, como podría haber sido ese reclamadísimo “Alexander the Great” o un “Caught Somewhere in Time”, por decir solo dos ejemplos. Sigue pareciendo curioso que en una gira que rememora su tour de 1988, IRON MAIDEN opten por tocar “Afraid to Shoot Strangers” en lugar del olvidado “Infinite Dreams”. Todo se arregla, no obstante, con una buena dosis de “The Trooper”, “The Number of the BeasT” y un gran “Phantom of the Opera”, donde no han faltado las llamaradas invadiendo la parte superior del escenario, demostrando que IRON MAIDEN no escatiman gastos en esta gira.
Si la primera mitad del concierto ha sido una recopilación de himnos, la segunda ha sido el despiporre absoluto. Entre “Run To The Hills”, la enorme “Wasted Years” (con buenos coros de Adrian Smith) y ya la esperada “Seventh Son of a Seventh Son”, los fans han quedado absolutamente satisfechos. También cabe decir que el sonido no era el mejor con el que he visto a MAIDEN, pero cumplía a la perfección. El final de la primera parte ha llegado con el bajo penetrante de “The Clairvoyant” y las clásicas “Fear of the Dark” y “Iron Maiden”, donde el Eddie gigante de detrás del escenario ha salido a hacer acto de presencia, como en la gira de 1988.
El concierto ha vivido un “nuevo inicio” en los bises, cuando ha comenzado a sonar la mítica intro “Churchill’s Speech” y acto seguido la banda se ha lanzado de vuelta al escenario con “Aces High” y una buena explosión pirotécnica. Quedaba poco de show, apenas un “The Evil That Men Do”, con visita de Eddie incluida (el mismo del año pasado) y para acabar un prolongado “Running Free” donde Dickinson ha hecho lo posible por dar guerra a un público que ya estaba entregado de buen principio.
La banda se ha despedido sobre el escenario casi diciendo que nos veía en unos días en Madrid y Barcelona. La gira de “Maiden England” es una gira históricas y seguramente unos de los últimos coletazos de estos IRON MAIDEN tan grandilocuentes que llenan estadios y festivales hasta la bandera como solo anunciarse los conciertos. Aprovechemos pues, porque nunca se sabe cuando a una banda como ellos puede dejarlo. De momento, en Bilbao se han empleado a fondo y no parece que tengan muchas ganas de dejarlo…
Texto: Sergi Ramos / Fotos: Carlos García Azpiazu
Promotor:Last Tour International
Asistentes:4000
Día:27/05/2013
Sala:Pabellón 2 (BEC)
Ciudad:Bilbao
Puntuación:9
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