Lo bueno de los shows de Amon Amarth es que la intensidad se mantiene en todo momento. No hay parones, ni solos, ni larga palabrería: dan protagonismo total a su música, y eso es muy de agradecer.

Mucho ha llovido desde ese ThemetalCircus Fest en los que tuvimos el honor de traer a Amon Amarth en el Prat de Llobregat, concretamente en la sala La Capsa. El llenazo fue absoluto. Parte del equipo sabía que el grupo iba para arriba (yo no estaba entre ellos, de hecho ni en el equipo), pero sí que estuve en el concierto y vi a un grupo colosal. A día de hoy les he visto varias veces en Wacken y su último concierto fue una apabullante dosis de rabia, musicalidad, pirotecnia y espectáculo. Está claro que pronto gozarán en los festivales de la posibilidad de hacer un show completo, pues dudo que nadie saliera defraudado de lo acaecido el sábado en la mayor de las Razz. El grupo posee una fórmula ganadora que apenas han tocado. Si uno escucha “Once Sent from the Golden Hall” apreciará que la evolución no es notoria si bien sí que hay elementos algo más melódicos y “uooos” coreables. Impecable descarga por parte de unos vikingos que lo dieron todo en hora y media y que cerca estuvieron del llenazo total.

HUNTRESS

Antes tuvimos el placer de ver el show de los prometedores Huntress. Los de California disfrutaban de un sonido realmente bueno para una banda telonera y ofrecieron una muy buena dosis de su metal con toques retro, todo bañado en imaginería satánica y con el colofón de la enorme voz de Jill Janus. Impresionantes sus rangos vocales y la soltura que gasta sobre el escenario. Son más netamente heavy metal que Ghost pero hasta cierto punto poseen elementos similares. Personalmente creo que es un poco el espíritu de los olvidadísimos Coven pero musicalmente puestos al día. Grandes momentos con “Starbound Beast” o “Zenith”. La banda funciona de maravilla y Jill habla entre tema y tema conectando mucho con la gente. A ello hay que sumarle la cachonda colaboración del guitarrista Eli Santana traduciendo del inglés al hispano-chicano haciendo que el respetable lo pasara en grande. Tras “Fire in My Heart” Jill nos dijo que se juntó con Lemmy para hacer una canción de amor y se terminó titulando como: “I Want to Fuck You to Death”. Gran final con el supersingle “Eight of Swords” y la demostración palpable que estos californianos apuntan alto.

AMON AMARTH

El grupo ya posee incluso el tema fetiche antes de subir a escena, concretamente el “Run to the Hills” de Iron Maiden. Luego hacen sonar la intro “Amon Amarth”. Luces, telón de batalla de fondo, el rugir de la sala y una expectativa creciente. “Father of the Wolf” encendió a la gente. Tremenda entrega por parte de público y grupo y cuando finalizó, el griterío fue enorme. Continuaron con su nueva obra siendo “Deceiver of the Gods” la elegida para sonar. Johan Hegg acapara todas las miradas. Con su look de vikingo total, barba frondosa y cuerno colgando. El grupo está dinámico y por momentos explosivo, muy concentrado y profesional, dejando toda labor de comunicación a su vocalista. “Live for the Kill” y “Varyags of Miklgaard” precedieron a un clásico de la talla de “Asator”. Como suele ocurrir en Razzmatazz el sonido no era perfecto del todo, pero pudimos apreciar bien los detalles, especialmente del trabajo de guitarras y la portentosa base rítmica.

“For Victory of Death sonó aplastante y en “As Loke Falls” tuvieron el bonito detalle de poner los focos en verde, siendo el color del Dios Loki. Lo bueno de los shows de Amon Amarth es que la intensidad se mantiene en todo momento. No hay parones, ni solos, ni larga palabrería: dan protagonismo total a su música, y eso es muy de agradecer. La fórmula ganadora se mantiene en “Bleed for the Ancient Gods” y alcanza uno de los clímax de la noche con “Death in Fire”. Aquí las luces son todas rojas y el infierno toma el escenario. El público disfrutó “The Last Stand of Fejd” pero sobretodo una de sus favoritas: “Guardians of Asgaard”. Hubo varios cambios de telón de fondo. Recuperaron otro de los temas de su última obra como es “Shape Shifter” para arrasar con otra de las fundamentales en su discografía: “Cry of the Black Birds”. Espectacular ver la entrega de Olavi Mikkonen, Johan Söderberg y Ted Lundström. Pero del que poco se suele hablar y es una de las claves de su sonido es la aplastante batería de Frederik Nadersson. Definitivamente para entender la triunfante marcha de este combo es el hecho de que llevan juntos desde 1998, casi desde el inicio de todo.

Quedaba el tramo final y con él la tremenda “War of the Gods”, otra de las fundamentales, casi fundida con la primeriza y contundente “Victorious March”. Quedaban los bises y estaban cantados… Una de las pocas cosas achacables a los dioses suecos es que el setlist es siempre el mismo para esta gira. No estaría de más un poco de variación y de efecto sorpresa. Volvieron a escena entre vítores y con “Twilight of the Thunder God”, definitivamente otro de los mejores momentos. Pero es y será siempre “Pursuit of the Vikings” su corte estrella y en el que Olavi juega con el público haciendo amagos con el inmortal riff de inicio. Un nuevo clásico del heavy metal contemporáneo y uno de esos temas que quedarán para la posteridad. Aquí sí que toda la sala saltó y cantó el riff. Con música de fondo se despidieron y con Johan bebiendo una cerveza de un trago de su cuerno. Ovación cerrada y una larga cola en el guardarropía. Hubo quien comentó que estuvieron mejor en el 2002, pero tanto da; Amon Amarth están de moda y si han llegado donde están ha sido a base de trabajo. Nueve discos les avalan y en directo mejoran lo ofrecido en estudio. Quizá alcanzan su cénit en festivales grandes en los que meten pirotecnia, batallas vikingas, martillos gigantes y drakkars, pero en una sala grande, sin necesidad de elementos shock rock, son capaces de encandilar como pocos.

Promotor:Rock N Rock

Día:2015-02-07

Hora:20:00

Sala:Razzamatazz

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Huntress Savage Messiah

Puntuación:9