¡Invasión vikinga de Amon Amarth en el sur! Con Dark Tranquillity como aliados

Sólo con la puesta en escena, es más que comprensible el status del que gozan en la actualidad AMON AMARTH. Dejémonos de promesas y demás vaticinios, son todo un referente en la actualidad y no es de extrañar que de aquí a pocos años, encabecen festivales de cierta envergadura. El público explotó con las primeras notas de “The Pursuit of Vikings”, y a partir de ahí no hubo marcha atrás.

Un concierto de este calibre en Málaga, no es un concierto cualquiera. Es un cartel compuesto por bandas de alto nivel. Ok. Pero en Málaga es mucho más que eso. Es un trocito de historia del heavy metal por estos lares. Una fecha que se recordará, ya que no es frecuente que se tenga en cuenta a la capital de la Costa del Sol para este tipo de giras. Y ni qué decir tiene, que el hambre de concierto hizo que se superara con creces el millar de personas que estuvieron presentes en la sala Paris 15 para este concierto. Ojalá sirva para animar a los grandes promotores para repetir experiencias en tiempos venideros, aunque sea en segundas vueltas en ciudades menos habituales, como es el caso.

A pesar de comenzar a la luz del día, OMNIUM GATHERUM ya contaba con bastante cientos de fieles que les acompañaron en su corta pero intensa actuación. No les ayudó a la banda finlandesa el nivel de sonido (ser teloneros, es lo que tiene) ni el austero juego de luces, pero fueron de menos a más, y calentaron bastante al respetable de cara a los dos platos principales de la velada. Al ritmo de “New World Shadows” o “New Dynamic” entre otras descargas llenas de energía, dejaron claro su buen hacer sobre las tablas. Porque cuando tienes bastante experiencia, aunque seas artista invitado, se nota. Muchos aplausos y nuevos seguidores se llevaron de este concierto.

Pero si había una banda esperada, era DARK TRANQUILLITY. Hasta donde mi memoria llega, nunca habían visitado Andalucía, y ni mucho menos Málaga (AMON AMARTH sí que estuvieron en sus inicios en Granada en el extinto Atarfe Vega Rock). Fue tan caluroso el recibimiento, que sus componentes no pudieron esconder su cara de sorpresa. Seguramente no se esperaban tanta efusividad entre el público de este rinconcito del mundo.  Fueron una apisonadora en directo que desenfundando “Force of Hand”, “The Lesse Faith”, “Atoma” y “The Science of Noise” de una tacada, dejaron claro que venían a por todas en sus 50 minutos de actuación. Con un nivel de sonido bastante digno, siguieron poniendo patas arriba toda la sala con “Terminus (Where Death Is Most Alive)”, después de una apurada de frenada con “Forward Monument”, y “Clearing Skies”. Mucho material de última hornada en gran parte de su repertorio, hacía que sus viejos seguidores esperaran algunos clásicos para su tramo final. “Thereln” (visto con el paso del tiempo, ¡”Projector” sigue siendo un discazo!) levantó más el ánimo entre los asistentes que no paraban de animar a los suecos.  Por si fuera poco, nos dejaron noqueados con “The Wonders at Your Feet” y una melódica “Misery’s Crown” a modo de despedida. El show de DARK TRANQUILLITY pasó volando, y es que muchos hubieran deseado otro orden de actuación y reparto de minutos. Pero la popularidad es la que manda. Más allá de los años de carrera y de la calidad musical, siempre que sea visto desde un punto subjetivo, y sin menospreciar a los cabezas de cartel de la noche ni mucho menos. El único problema de este concierto era claro… Ni canciones de “Damage Done”, “Character” e incluso su más preciado “The Gallery”. Tenían que cumplir con su rol, y ese era el sacrificio.

Sólo con la puesta en escena, es más que comprensible el status del que gozan en la actualidad AMON AMARTH. Dejémonos de promesas y demás vaticinios, son todo un referente en la actualidad y no es de extrañar que de aquí a pocos años, encabecen festivales de cierta envergadura. El público explotó con las primeras notas de “The Pursuit of Vikings”, y a partir de ahí no hubo marcha atrás. Además de solvencia instrumental y de un repertorio de temas ya convertidos en himnos, los de Estocolmo cuidan mucho su show a nivel visual. La batería coronando el enorme casco vikingo, se adornaba con la presencia de un par de figurantes que sacaron todo tipo de indumentarias y armas medievales a ambos flancos del escenario mientras sonaba “Deceiver of the Gods”, “First Kill”, “Destroyer of the Universe” o una ovacionada “Death in Fire” por citar algunas de las joyas que descargaron estos locos vikingos. Su vocalista Johan Hegg halagó al público presente por su entrega y chapurreando un poco el castellano, dio buena muestra de su simpatía y buen rollo que siempre se agradece. Y el público lo aprecia y forma parte del recuerdo que cualquier banda deja en nuestra memoria tras un aplastante directo. El cierre fue apoteósico con  “Raise Your Horns”, “Guardians of Asgaard” y “Twilight of the Thunder God”. Rey de Reyes. Cuando las tienes todas contigo y el público está enloquecido, pocas cosas pueden fallar. Es más, si le preguntaras a cualquier asistente de este concierto si espera otra visita con estas mismas bandas en un futuro próximo… ¿Qué futuro ni ostias? ¡Mañana mismo! Por cierto; ciertos fantasmas del pasado en esta misma sala no aparecieron. Ni ganas…