HELLOWEEN + RAGE

Siempre es curioso acercarse a otro país para ver como se comportan allí los grupos que tan acostumbrados estamos a ver. ¿También le diran al público que son los fans mas cálidos del planeta? ¿Harán las mismas bromas entre tema y tema? ¿Intentarán hablarle en castellano infructuosamente al público de , por ejemplo, Malásia profunda? Cambiemos Malásia profunda por Londres, Reino Unido. Y si, Andi Deris le habló en castellano al público. En cuanto a ser los “fans mas calidos del planeta” no se pronunció. Eso sí, los ingleses son muchos mas folloneros en los conciertos realizados en salas pequeñas.

El Mean Fiddler es un recinto que puede acoger alrededor de 1000 personas, como una especie de Razzmatazz 2 mejor acondicionado, con algunas mesas en el bar de la planta superior enfocadas directamente al escenario, de manera que puedes ver a tu banda favorita mientras coges la cogorza de tu vida tranquilamente sentado y sin empujones, puños en alto, o repentinos ataques de metalismo agudo por parte de algún incauto del público.

En cuanto al público, si, es cierto, son mas tranquilos, no corean durante los temas, pero el pogo está muy presente, y son varios los que se ven involucrados sin querer en batallas de empujones rompe-vertebras. A veces daban ganas de recordarles que era un concierto de HELLOWEEN y no de BIOHAZARD, pero me imagino que habría sido totalmente inútil.

El escenario es relativamente pequeño. A duras penas Markus Grosskopf podía corretear por el durante el concierto de HELLOWEEN, pero tampoco era una caja de zapatos. Eso si, RAGE en su papel de teloneros tenían una movilidad mas bien reducida, imagino que era debido a que la batería de Mike Terrana ocupaba la mitad del escenario. Y fue mientras éstos daban inicio a su concierto que servidor apareció en la sala para comprobar y dar fe de cómo iba a ser una de las giras mas esperadas del otoño, máxime teniendo en cuenta la división –eterna- de opniones que ha provocado el nuevo disco de HELLOWEEN y la repetición de los mismos esquemas de RAGE.

RAGE saltaron a escena a las 19:30, puntualísimos. La intro “Orgy Of Destruction” dió paso a un “War of Worlds” que sonó como una apisonadora. Peavy comenzaba a calentar su voz, Terrana comenzaba a destrozar su batería y Smolski comenzaba a quemar sus dedos. No se puede decir que el recinto se viniera abajo para recibir a RAGE, mas bien creo que son bastante desconocidos por estos lares, aunque cuando llegó el turno de los clásicos al final del concierto, descubrí que si que cuentan con unos cuantos fans en tierras británicas. Simplemente, imagino que los últimos discos de la banda no han cuajado demasiado en territorio sajón.

Siguiendo con su nuevo disco, “Soundchaser”, interpretaron “Great Old Ones” y es destacable que, mientras que temas como “Don’t Fear the Winter” poseen muy buenas melodías, los nuevos temas de RAGE parecen mas bien destinados a enervar al oyente y ponerlo de mala leche dado el ataque sónico al que la banda te somete. De todas maneras, dicho ataque sónico sería mucho mas logrado si Peavy Wagner tuviera la voz que tuvo en su momento. Sin llegar a ser caricatura de si mismo, es evidente que Wagner no llega a donde llegaba y que cuando llega, le cuesta.

La pequeña sorpresa llega con el medley “Sent By The Devil”/”Firestorm”, dos temas pocos usuales en el directo de los alemanes. Era unánime el clamor de los fans de RAGE, hartos de escuchar siempre los mismos temas en directo. Fue aquí donde hubo unos primeros atisbos de reacción por parte del público londinense y fue a partir de entonces que la banda realmente entró en calor, pese a que Mike Terrana ya estaba al borde de la deshidratación. “Down” fue el siguiente tema, y Peavy aprovechó para presentar a Victor Smolski en tierras inglesas. Smolski hizo un solo de varios minutos que a buen seguro podría haber sido sustituido, junto con el de Terrana, por otro medley como el anterior, pero imagino que el cada vez mas “grande” Peavy necesita un poco de descanso.

“Soundchaser”, el tema que da título a su nuevo disco, fue el siguiente en sonar y lo que mas destacó fue Terrana, para variar. Si yo fuera Peavy Wagner me frustaría al tener a dos músicos tan superiores en mi banda. Viene a ser un caso totalmente opuesto al de DIO, el cual siempre se ha rodeado de una banda algo mediocre que le ensalza como cantante y elemento mas excelente de la banda. “Set This World On Fire” se fundió con un solo de batería de Terrana qure hizo temblar los cimientos del local, y que probablemente hizo que la Reina de Inglaterra sintiera unas incomodas vibraciones en el suelo de Buckingham Palace. Es increíble como le atiza este hombre a su kit. A veces da verdadero miedo y crees que le va a dar un colapso, pero no. Sigue ahí, destrozando platos y reventando los parches de su doble bombo.

El final vino con la inevitable “Don’t Fear the Winter”, coreada mil veces por el público, y tres cuartos de lo mismo con “Higher Than The Sky”, las cuales, para que mentir, quedaron bordadas y fue donde el público realmente se volcó con la banda.

Tras el concierto de RAGE presencié una triste escena, y esa fue ver a la própia banda recogiendo sus instrumentos. Concretamente, Mike Terrana –exhausto- desmontaba su batería y la guardaba pieza por pieza. Entré al backstage un momento para hablar con Terrana y me comentó que SPV, el sello de la banda, ha recortado el presupuesto destinado a la gira de RAGE y no pueden llevar roadies siquiera. Terrana ma trae una bebida y acordamos una entrevista. Poco después, Terrana aparece de nuevo, bastante estresado, y me comenta que el conductor del bus de gira se ha quedado dormido y le han puesto el cepo al autocar, así que han de ir corriendo a pagar la multa. Triste la situación en que están muchas bandas mientras se habla del revival del Heavy Metal en toda Europa. Ja, ja y JA.

En otro orden de cosas, alrededor de las 21:00h, HELLOWEEN toman el escenario y el público si que está al 100% con ellos. La banda comenzó su set con “Starlight” y “Murderer” y el Mean Fiddler se deshacía ante Weikath y compañía. Es notable la decisión de la banda de recuperar muchos viejos temas para esta gira, y si en algo he de dar la razón a Michael Weikath es en que ha tomado una buena decisión esta vez.

La banda se encuentra exultante, aunque 4 días después se vieron obligados a cancelar la gira por culpa de problemas en la garganta de Andi Deris. De todas maneras, en el concierto londinense el germano afincado en Tenerife cantó perfectamente, aunque es obvio que muchas partes dificultosas las evita. Por el contrario, tenemos a un buen front-man. Y prefiero alguien algo mas energético sobre el escenario, que no a un Michael Kiske clavado sobre las tablas intentando alcanzar agudos imposibles.

De todas formas, y hablando de Kiske, la banda se lanzó a interpretar un tema “muy corto” según Deris. Acto seguido, sonó “Keeper Of The Seven Keys” en su integridad. El público alucinó, como es normal, y hasta un servidor se quedó perplejo, ya que era un tema que poco esperaba escuchar, y menos interpretado por Deris. La banda lo hizo a las mil maravillas y el nuevo guitarrista, Sascha, se acopló perfectamente al espiritu original del tema. Stefan Schwarzmann, mientras tanto, golpeaba su kit con la misma precisión que Terrana pero con menor fuerza, manteniendo perfectamente el martilleante ritmo de los temas que se iban sucediendo. Aunque como siempre, fue Markus Grosskopf quien correteó como niño en el patio de un colegio por el escenario, frente a la mirada impasiva de un Weikath cada vez mas feo.

Rapidamente, se quitaron de encima dos de los temas clásicos, “Future World” e “Eagle Fly Free”, y así Deris respiró mas tranquilo durante el resto de la noche. “Hey Lord”, “Forever And One” y “Open Your Life” fueron las siguientes, siendo la última muy bien acogida por la audiencia siendo un tema del último disco. Deris hizo una presentación curiosa: “Ahora vamos a tocar un tema de nuestro nuevo disco, ‘Rabbit Don’t Come Easy’ que, traducido al castellano quiere decir ‘El conejo no viene facilmente’, lo cual traduco de nuevo al ingles quiere decir ‘Pussy Don’t Come Easy’”. Parece ser que vivir en Tenerife le ha servido de algo, al menos.

El set prosiguió con “Dr.Stein” (el publico enloqueció), “If I Could Fly”, “Back Against The Wall” y una extensa versión de “Power” de mas de diez minutos. Deris se dedicó a cantar un buen rato con el público y se nota que, pese a ser un tema del 96, es muy querido por el público. Llegando a la recta final del set, interpretaron “Soul Survivor”, “I Can” y “Where The Rain Grows”. La banda se marchó del escenario, y volvió poco después con “Sun 4 the World” y un final “How Many Tears” en la que Deris volvió a mostrarse esquivo con las partes difíciles, plenamente consciente de sus carencias.

A lo largo del concierto, es importante ver como se desenvuelve Sascha. Ha aportado mucho a la banda, y creo que la gente aun no lo aprecia. Siendo un chaval de 20 y pocos años, toca con una ilusión increíble y es todo sonrisas durante la practica totalidad del concierto. Incluso Weikath parece mas motivado (aunque no mucho, hay cosas que nunca cambiarán). Schwarzmann también cumple, pero bueno, es otro batería mas, no resalta especialmente en ningún factor. Probablemente, si Mikkey Dee se hubiera metido en HELLOWEEN hablaríamos de la gira con los dos baterías mas brutos de la historia, pero no es el caso.

A fin de cuentas, una gira que nadie debería perderse. Por un lado, RAGE recuperan algún tema clásico (milagro!) y por el otro, HELLOWEEN vuelven a estar felices de estar en escena y recuperan clásicos del catalogo de la banda, así que doble razón.